Oaxaca.- Al menos unas mil 500 familias indígenas de bajos ingresos y en condición precarias de las regiones del Valle Central, la Costa y la Sierra Sur, no han podido recibir sus remesas de pago del programa “PROSPERA”, por que no hay las condiciones de seguridad, ni policías estatales que protejan la entrega de los fondos por parte de las pagadurías.

El delegado federal del programa a nivel estatal, Jorge Zarate, dijo que se está buscando un acuerdo con el ejército para poder llevar los recursos  en lo inmediato a estas familias, que habitan en zonas donde hay altos índices delictivos.

Detalló que los recursos se entregaran a través de camionetas de Bansefi, sin embargo estas se niegan a acudir a los poblados, por que advierten condiciones de inseguridad, particularmente por que han sido víctimas de asaltos, tal es el caso de Temaxcaltepec o Ejutla de Crespo.

Esta situación, indicó ha generado que las suministraciones de recursos se encuentren suspendidas por el momento.

“Nosotros confiamos que pronto se resuelva el paro de policías estatales, de lo contrario el lunes haremos la petición formal para que nos ayude el ejército a enviar los recursos a las familias que tienen suspendido sus entregas”.

Dijo que en los lugares donde no hay alto riesgo se ha buscado el apoyo de las policías municipales para cumplir con el pago de los apoyos.

Zarate, informó que en Oaxaca los beneficiarios del programa PROSPERA superan un padrón de 482 mil familias que implican al año una inversión por entrega de ayudas de más de 5 mil millones de pesos.

Detalló que los pagos son por bimestre y las entregas se realizan de manera transparente y los apoyos son diversos dependiendo si las familias tienes hijos en la escuela, si son hombres o mujeres, “hay un máximo si se tratara de familias con hijos en el nivel primaria o secundaria se entrega a cada familia 2 mil 160 pesos y si tienen hijo en el nivel medio superior se entregan apoyos hasta por 3 mil 260 pesos”.

El paro de la Policía Estatal cumplió este viernes 13 días y se mantiene abierta la posibilidad de que se reanuden las mesas de diálogo entre autoridades estatales y paristas para conjurar la protestas que mantienen suspendidas los servicios de vigilancia en una gran parte del estado.

Los uniformados mantienen bajo su control el cuartel estatal, las oficinas administrativas de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal y el centro de control y comando C-4 que abarca el sistema de video vigilancia y el call center de emergencias