La adecuada respuesta del presidente AMLO a Trump
- Jorge E. Franco Jiménez
Una semana difícil y compleja para el país y el gobierno que encabeza el Presidente López Obrador que enfrenta el sistemático reto verbal del Presidente Trump que ha transitado en su campaña para obtener el cargo y de reelección que se aproxima en los problemas migratorios, economía, delincuencia y drogas que pone a cargo de los mexicanos como causantes de los vicios y males que han aquejado por años a la sociedad estadounidense, mismas que utiliza, no solo con fines políticos sino como parte de una praxis de ese país para mantener su hegemonía en la región y mantener la dependencia de México derivada de sus relaciones de comerció.
Las amenazas del gobernante de los Estados Unidos ponen a flote, de manera objetiva, el sentido imperialista que ha caracterizado a ese país durante largo tiempo hacia Latinoamérica que, a su vez, ha tenido respuestas radicales como sucedió con Cuba, Bolivia y Venezuela que, con razón o sin razón, han sido un frente que pone en duda la estrategia de estrangular economías para beneficiar la penetración desproporcionada de las empresas trasnacionales y el control de los alcances de los sistemas democráticos que aduce impulsar con la intervención forzada.
México a través de su historia demuestra que fue objeto de los embates de esa política de penetración y control de los movimientos revolucionarios en la lucha del pueblo por ser una auténtica República Representativa Federal, conducida por un gobierno sustentado en la democracia y soberanía popular que ahora se encuentra, al menos en el discurso y algunos postulados, en la etapa de la cuarta transformación.
Me parece, de acuerdo al recado del Presidente Trump, que busca hace sentir el poderío de su país, respaldado en la dependencia de la economía mexicana para provocar efectos negativos, en la moneda mexicana y en la bolsa de valores que acusan los efectos y excitaron la accion y respuesta inmediata del del Gobierno del República en el orden político ajustado a las relaciones internacionales que implican dialogo y concertación para resolver mediante concesiones mutuas, aunque no parejas, la problemática planteada.
La respuesta del Presidente López Obrador, al margen de los juegos políticos económicos internos de los grupos de poder e interés, me parece sensata, seria y de no sumisión, es decir equilibrada en este momento, sustentada en una estrategia que le permite no agotar los motivos de recrudecimiento de la réplica para guardar otros argumentos en el caso de que la próxima reunión de la comisión diplomática que encabeza Marcelo Ebrad no alcance resultados positivos.
El mensaje del Presidente López Obrador es adecuado, fija su posición personal cuando señala que “ No soy cobarde ni timorato, pero no quiero confrontación”; puntualiza el programa vinculado al conflicto sobre la emigración que preocupa al presidente norteamericano y le pone a su consideración la solución consistente en “hacer un esfuerzo por avanzar integralmente en las áreas sustantivas en las que está la esencia de la relación bilateral: el comercio, la migración, desarrollo y seguridad. Desde luego, existen otras áreas muy relevantes en nuestro futuro, pero considero que es necesario encontrar un camino común en estos cuatro temas para poder avanzar en otros puntos de la relación bilateral.”, cuestión que es estable con la política mexicana en el rubro de derechos humanos y política exterior de desarrollo y creación de empleos en la región.
Por otra parte, le hace sabe que “México, señor presidente Trump, es el hogar para el mayor número de estadounidenses que viven fuera de la Unión Americana. De la misma forma, Estados Unidos es el hogar más grande de mexicanos fuera de nuestras fronteras. Considero que el entendimiento que le propongo en esta carta nos debería conducir a un trato digno y respetuoso de estas comunidades” Situación que es real y permite que ese fenómeno compartido de convivencia que se ha sustentado también en la desproporción del trato, pues es obvio que los americanos que re4siden en México, lo hacen en condiciones debida que no tienen muchos mexicanos en los Estados Unidos, lo cual resalta en las cuestiones loas actividades de trabajo.
Me parece relevante el objetivo que señala en cuanto a que “debo comentar que el propósito más esencial de mi gobierno será lograr que los mexicanos no tengan que migrar por pobreza o violencia. Procuraremos que la emigración sea optativa y no necesaria. Nos esforzaremos en lograr que las personas encuentren trabajo y bienestar en sus lugares de origen, donde estás sus familiares, sus costumbres y sus culturas. Para lograr este propósito fundamental, el gobierno entrante llevará a cabo el más grande esfuerzo que se haya realizado nunca en México.” Esto es una medida que de materializarse como lo menciona el Presidente López Obrador, disminuirá el flujo de migrantes mexicanos ya que contaran con oportunidades de mejores ingresos que ahora, es el anzuelo para buscarlas en el otro país.
El desarrollo económico regional se plantea por el Presidente Mexicano como una responsabilidad compartida que se entiende busca disminuir la penetración controladora de los aspectos trasnacionales que implican esos programas de manera proporcionalmente compartida por los países centroamericanos receptores de los mismos que impida se aprovecha como instrumento de control e intervención en los regímenes internos de gobierno que han provocado la corrupción y las dictaduras, basadas en la corrupción e impunidad y daño a la población.
En lo que toca a Oaxaca, el presidente resalta la importancia de la zona económica del Istmo que, desde luego, ve con la misma óptica de involucra a las comunidades, dueñas de las tierras en que se pretende llevar adelante este proyecto, como asociadas a fin de que compartan con los inversionistas los beneficios y retos que ello implica, pero que a su vez los convierte en corresponsables del desarrollo de México y de nuestro Estado, lo cual muchos esperamos que se haga realidad porque la medida propuesta en esa forma, disminuirá el impacto de los afanes de lideres formados en la extorsión y la corrupción que han obstaculizado esas acciones.
Creo que la respuesta presidencial, aun con la perturbación que han ocasionado estos eventos, ha propiciado la posibilidad de que en un corto plazo se alcancen los entendimientos necesarios entre ambos países, con ello se agilice la firma del tratado pendiente de carácter trilateral que vinculado a la reforma laboral favorecerá, de acuerdo con las condiciones fijas en el tratado, una mejora substancial en los ingresos por actividades productivas compuestas por el capital y el trabajo.