- Nación
Identifican restos de uno de los 43 normalistas desaparecidos
CDMX.- El laboratorio de genética de la Universidad de Innsbruck, Austria, confirmó que los restos enviados para análisis son de uno de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, Guerrero. Se trata de Jhosivani Guerrero de la Cruz.
Vidulfo Rosales, abogado de los padres de los normalistas, confirmó que una de las vértebras halladas en Cocula, en la llamada “Barranca de la carnicería” se analizó y finalmente el laboratorio confirmó que se trata de uno de los restos de Jhosivani.
Los restos de Jhosivani fueron encontrados en una búsqueda que se realizó entre noviembre de 2019 y, que a la fecha, continúa, dijo Vidulfo Rosales, después de una reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Desde 2014, las autoridades han identificado los restos de dos estudiantes más: Cristian Alfonso Rodríguez Telumbre y Alexander Mora Venancio.
Jhosivani tenía 20 años cuando junto con 42 compañeros más fue raptado por la policía de Iguala, la noche del 26 de septiembre de 2014. Ese ataque –en el que también participaron policías de Cocula, una localidad cercana– ocurrió sólo un mes después de que comenzara a estudiar en la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, a la que se había inscrito alentado por sus hermanos mayores, todos campesinos, como sus padres.
Al ingresar a la Normal, dijo la hermana de Jhosivani, él no sólo buscaba superarse personalmente, sino que buscaba “ayudar a la comunidad, porque a Omeapa (de donde él era) mandan maestros que son de lejos, profesores que no le ponen suficiente interés a la niñez para que pueda tener un conocimiento más amplio”.
Por eso, Jhosivani no sólo quería tener una licenciatura. Él quería ser maestro. Y quería ser maestro de su pueblo.
El 18 de febrero de este año Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos humanos de Gobernación, dio a conocer que el gobierno de México envió 16 restos (hallados en las investigaciones del caso Ayotzinapa) a la Universidad de Innsbruck, para su identificación.
En un videomensaje, Omar Gómez Trejo, titular de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el caso Ayotzinapa, explicó que de esos 16 restos óseos solo a 6 se les pudo practicar análisis de ADN; de ellos dos arrojaron identificaciones positivas.
El primero fue un hueso del talón de Aquiles de Christian Alfonso Rodríguez Telumbre y la segunda fue la de Jhosivani, que se logró gracias a un examen de ADN nuclear en una vértebra lumbar.
Gómez Trejo destacó que este fragmento óseo no presentaba exposición al fuego, solo tenía erosión por la exposición a intemperie, sol, agua y tierra. Agregó que este estudio tiene una certeza de 99% y tuvo concordancia con sus padres y hermanos.
El próximo 26 de septiembre se cumplirán 7 años de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Los estudiantes de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” se dirigían en autobuses a la Ciudad de México para participar en actos memoriales, por los sucesos de Tlatelolco en 1968, cuando fueron desaparecidos.
La considerada “verdad histórica” por la administración de Enrique Peña Nieto indicaba que el 26 de septiembre policías locales de Iguala capturaron a los estudiantes en esa localidad de Guerrero y los entregaron a miembros del crimen organizado que los incineraron en un basurero de un municipio vecino, Cocula, y luego tiraron sus restos a un río cercano.
La versión, conocida como “verdad histórica”, ha sido cuestionada y confrontada por los familiares de los jóvenes, así como por organismos nacionales e internacionales.
En 2019 el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, informó que tras el análisis de millones de datos de telefonía celular, una de las primeras conclusiones es que ninguno de los estudiantes de Ayotzinapa tuvo contacto con algún grupo delictivo.
Afirmó que “en el caso de Ayotzinapa la única verdad clara es que hasta ahora no hay ninguna verdad” y sostuvo que actualmente el caso está clasificado como una desaparición forzada cometida por agentes del Estado mexicano.