Oaxaca..- “Soy inocente de las acusaciones que me han impuesto, pero los perdono por todo el daño que me han hecho”, fueron las palabras del presbítero Carlos Franco, acusado de presunta violación a un menor de edad. 

Cuando el  reloj marca las 12: 14 del miércoles, da inicio una conferencia programada en la casa pastoral diocesana en el centro de la ciudad de Oaxaca, ahí el presbítero y su abogado, dan inicio a la conferencia de prensa. 

El presbítero, toma el micrófono y comenta  que desde el primer momento en que tuvo conocimiento de las acusaciones que hicieron en su contra por hechos cuestionables, acudió a la autoridad encargada de procuración de justicia para dar su verdad de los hechos de la acusación grave que hicieron en su contra. 

Destacó que cuando la autoridad de procuración de justicia del municipio le negó el derecho a la intervención legal, después de aportar las pruebas para demostrar su inocencia, como sacerdote guardara el secreto de su ministerio la infamia cometida contra su persona. 

Por ello reiteró que  es inocente de las acusaciones que hicieron en su contra y así lo demostró frente a las autoridades.

Lamentó que afectaron su nombre, a su familia, su ministerio, al arzobispo y  arquidiócesis.

“Sinceramente ya los he disculpado,  la vida se encargara de poner a cada uno en su lugar, pide a la autoridad que todas sus acciones se realicen apegadas a la verdad, justicia y respeto de los derechos humanos”, de pronto se escuchan los gritos de uno grupo de jóvenes encabezados por Lenin Moisés López Jiménez , que sin pruebas le gritan padre violador.

Los ánimos comienzan a calentarse, los gritos sigue. “Di la verdad, di la verdad, mírame a los ojos, mírame”, se escucha. 

“Porque lo yo vi por eso lo digo, mírame mírame, tú lo violaste, tú lo violaste, cuando pagaste para salir, cuando”, se escucha. 

De pronto se suspende la conferencia de prensa, y el presbítero en un acto de prudencia sale de la conferencia.

Solo hay que recordar que según las enseñanzas de la iglesia, el único que perdona es dios, y los hombres disculpamos, pese a esto, el padre Carlos Franco, aseguró que los perdonó.