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Comprará Pemex una planta oxidada a precio de oro
Pemex gastará al menos 8 mil 323 millones de pesos por adquirir una planta de fierros viejos.
Se trata de Agro Nitrogenados, que producía urea, cuyas instalaciones y maquinaria tienen más de 30 años de antigüedad, de los cuales, los últimos 14 estuvo inactiva, según se informa a través de una nota del periódico Reforma.
Durante ese tiempo el equipo no recibió mantenimiento y, para colmo, el proceso de producción con el que operaba es actualmente obsoleto.
La intención de Pemex es entrar al mercado de fertilizantes, por lo que pagará 275 millones de dólares (3 mil 575 millones de pesos) a Altos Hornos de México para adquirir dicha planta.
Además, de acuerdo con la paraestatal, se requerirán otros 200 millones de dólares (2 mil 600 millones de pesos) para operarla. Las obras de rehabilitación tardarán 15 meses.
Asimismo Pemex deberá destinar otros 165 millones de dólares (2 mil 148 millones de pesos) para rehabilitar una planta de amoniaco en el complejo de Cosoleacaque para abastecer de materia prima a Agro Nitrogenados.
La urea es un fertilizante de gran demanda en el campo y, actualmente, el total utilizado es de importación.
La planta fue construida a fines de la década de los 70 y perteneció a la entonces paraestatal Fertilizantes Nacionales de México (Fertimex). Fue privatizada en 1992 durante el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari.
La compró el entonces senador priista y luego director de Pemex, Rogelio Montemayor Seguy, junto con sus hermanos, a través de la empresa Servicorp.
Semanas después, los Montemayor se asociaron con AHMSA, empresa entonces controlada por las familias Ancira y Autrey.
Por años, Agro Nitrogenados mantuvo el monopolio de la urea. Cuando el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica abrió el mercado a la competencia, la empresa sólo sobrevivió cinco años.
En 1999 cerró sus puertas, luego de que Pemex le suspendió el suministro de amoniaco por adeudos millonarios. Además, los trabajadores estallaron una huelga por falta de pago de salarios.
Rogelio Martínez, ex jefe de la Unidad Jurídica de Pemex Petroquímica, llevó en su momento el litigio contra Agro pero, afirma, por cuestiones políticas no se cobraron las deudas. Ahora, dice, el Gobierno comprará a precio de oro una planta oxidada.
"Esa planta es chatarra. ¿Qué es lo más fácil para Agro Nitrogenados? Vendérsela a un tarugo como es Pemex, o sus funcionarios, como si fuera una planta nueva", denuncia en entrevista.
Martínez contó que él visitó la planta hace ocho años y que desde entonces ya era chatarra.
"Lo que va a hacer Pemex es que va a poner una planta nueva, van a decir que es mantenimiento, pero, ¿en qué va consistir ese mantenimiento?, en quitar los fierros viejos que compraron y en poner unos nuevos", aseguró.
Martínez explicó que además del equipo industrial, Pemex seguramente deberá sustituir un amoniaducto de 28 kilómetros que va del complejo de Cosoleacaque a la planta, a través del cual se surtía el amoniaco, que es el componente principal con el que se produce la urea.
"A ese amoniaducto el que realmente le daba mantenimiento era Pemex, pero, por falta de presupuesto dejó de hacerlo y seguramente ya no sirve. Va a ocurrir lo mismo, van a decir que sólo requiere mantenimiento, pero lo van a quitar y van a poner otro", señaló.
La planta que ahora compró Pemex fue instalada por Fertilizante Mexicanos S.A. de C.V (Fertimex) a finales de los años 70 y en ella se producían hasta 1992 --fecha en la que se privatizó--, alrededor de 3 mil toneladas mensuales de urea, que es uno de los principales fertilizantes utilizados en el campo.
Cuando Fertimex se privatizó, se argumentó que era para romper el monopolio que la paraestatal tenía en la producción de fertilizantes y fue dividida en siete áreas distintas.
La más importante era la dedicada a la fabricación de fertilizante nitrogenados, principalmente urea, y este complejo fue adquirido por Grupo ServiCorp.
Una vez ganada la licitación, Grupo Servicorp cedió los derechos de compra a Agro Nitrogenados S.A. de C.V., que se constituyó el 6 de mayo de 1992 como filial del Grupo Acerero del Norte.
Durante su primeros años, Agro Nitrogenados, que producía poco más del 60 por ciento de la urea en el País, dominaba el mercado nacional y tenía exportaciones importantes, sin embargo, la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y los cambios en los precios de los energéticos a nivel mundial, hicieron que la empresa fuera perdiendo competitividad.
En septiembre de 1998 la empresa solicitó el inicio de una investigación sobre prácticas desleales y solicitó la imposición de cuotas compensatorias a la importación de urea originaria de Estados Unidos, Rusia y Letonia, la cual al final resultó improcedente.
Justo un año después, luego de haber iniciado un litigo con Pemex, al que demandó por prácticas monopólicas en la producción de amoniaco, como contraataque a otro juicio que la paraestatal había iniciado para que le pagara los adeudos por suministro del químico, Agro Nitrogenados paró la planta ante una huelga que estallaron sus entonces trabajadores sindicalizados.
Rogelio Martínez consideró que el cierre de la planta bajo el esquema de la huelga fue en realidad una estrategia del Grupo Acerero del Norte para poder participar en las importaciones de urea, pues al ya no ser competitivos pretendieron controlar la comercialización.
A través de empresas con otras denominaciones sociales, indicó, comenzaron a importar urea y utilizaron las instalaciones de Agro Nitrogenados, que cuenta con una estación marítima en la Laguna de Pajaritos, como bodega.
Esta circunstancia fue corroborada por trabajadores que permanecen todavía en la vigilancia de la planta, quienes indicaron que durante algún tiempo se utilizaron las instalaciones para descargar urea y distribuirla.
También, las empresas importadoras a las que Agro Nitrogenados acusó de realizar prácticas de dumping, señalaron que esta firma no estaba legitimada para promover dicho procedimiento al realizar ella misma importaciones del producto.
"La solicitante omitió a la autoridad, la adquisición de Fertilizantes Químicos Mexicanos, S.A. de C.V., y Fertilizantes de Minatitlán, S.A. de C.V., empresas controladas por Grupo Agromex, S.A. de C.V., las cuales posiblemente han importado urea en el periodo investigado", indicó entonces la empresa rusa JSC Togliattiazot.
La consecuencia de haber parado la planta, que para septiembre de 1999 era ya la única que producía urea en el país, indicó Martínez, fue que finalmente el Gobierno mexicano quitó el arancel que tenían las importaciones de urea.
Los trabajadores que cuidan la planta y que pertenecen a la Sección 83 del Sindicato de Trabajadores de la Industria Química, Petroquímica, Cacoquímica, Similares y Conexos, indicaron que el 12 de diciembre pasado, el mismo día que fue aprobada la reforma energética, fueron convocados intempestivamente para presentarse en la planta.
Ahí, en las instalaciones, representantes de la empresa que estaba sujeta a un concurso mercantil les dijeron que por fin tenían el dinero y que los 136 trabajadores que resistieron la huelga hasta el final serían liquidados conforme a ley.
"Nos pagaron todo lo que nos debían, pero no nos dijeron nada que la empresa había sido vendida y que será reactivada, evidentemente se querían deshacer de nosotros y bueno, lo consiguieron", indicó uno de los ahora ex trabajadores, quien además firmó su separación del sindicato.
Pese a esta liquidación, las banderas rojinegras, aún permanecen en los accesos de la planta ya que la Sección 83 reclama la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo y está a la espera de que los nuevos dueños hagan su aparición.
Reforma energética promoverá la inversión privada
El presidente de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), Francisco Xavier Salazar, aseguró ayer que gracias a la reforma energética, a finales del sexenio de Enrique Peña Nieto el sector privado invertirá alrededor de 10 mil millones de dólares en la industria energética.
"Se espera que para finales del presente sexenio el sector privado estará invirtiendo alrededor de 10 mil millones de dólares en el sector energético", expresó Salazar, quien añadió que, por ello, el Estado mexicano también deberá hacer los deberes, es decir, realizar una importante inversión.
"Lo que se estima es que en los próximos años se inviertan en México aproximadamente 700 mil millones de dólares, no solamente en hidrocarburos, sino en otros sectores", expresó tras participar como ponente en la conferencia México: perspectivas de la reforma energética, en un hotel de la capital española.
De esa cantidad, detalló, "probablemente la mitad sean recursos del propio Estado, es decir, de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad, y el resto de inversión privada", aunque, subrayó, "este es un proceso que va creciendo cada vez más".
Según otra nota del periódico Milenio, Salazar detalló el proyecto recientemente aprobado en México y explicó que se llevó a cabo "un cambio fundamental que había esperado muchos años y que representa oportunidades de crecimiento para catapultar definitivamente al país".
Por ello, añadió, se espera una inversión importante de parte de España, país especializado en la industria energética y energías renovables.
"Los españoles han estado invirtiendo desde hace años en el sector energético y creo que inversionistas de éste y otros países, con el potencial de esta nueva reforma, seguramente verán mayores oportunidades de inversión".
Respecto al subsidio de la tarifa de la luz, Salazar descartó que vaya a desaparecer y señaló que lo importante es ayudar a la gente que más lo necesita, por lo que lo ideal es eliminar el subsidio generalizado.
"No hay que pensar que los subsidios van a desaparecer, la razón principal son las condiciones de pobreza en algunas zonas del país. Lo que debe cambiar es el enfoque, ahora mismo existen los subsidios generalizados que igual benefician a un profesionista que vive muy bien que a una familia pobre y numerosa. Por eso, el cambio que debe haber es cómo podemos concentrar los recursos en la gente que verdaderamente lo necesita".
En ese sentido, explicó que, por ejemplo, "actualmente en el sector eléctrico se invierten más o menos en subsidios alrededor de 100 mil millones de pesos. Esa cifra si la logramos llevar al sector que se requiere podríamos beneficiarlo de manera más activa", señaló el titular de la CRE.
Interrogado si con la reforma energética disminuirá el precio de la luz, el titular de la CRE respondió: "lo que se busca es que los costos puedan reducirse por el efecto de la competencia", sin olvidar la sustitución de combustibles.
"En la medida que México pueda interconectarse más con Estados Unidos y pueda desarrollar sus reservas de gas, va a poder reducir costos de combustible", lo que redundará en reducción de precios.
Consideró que "es difícil hablar de fechas concretas" para que los ciudadanos vean reducidos las cifras en el pago del recibo de la luz. "Esto no es un tema que cambie de un día a otro, hay que hacer reglamentos, directivas, y esperar a lo que diga el Congreso".