Pandemia. Economía. Seguridad Pública.

  • Jorge E. Franco Jiménez
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El confinamiento y la apertura derivada de los colores asignados por las autoridades sanitarias federales a las entidades, colocaron a Oaxaca en el color naranja que, como dijo la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, se acerca más al rojo como una consecuencia obvia de que el incremento de la movilidad de personas e incremento de actividades no esenciales, en un país como el nuestro en que un buen número de habitantes no observan las medidas mínimas de cuidado de su salud y la de los demás hermanado con otros segmentos sociales que se niegan a reconocer la existencia del virus así como los festejos del santo patrono  en  algunos municipios tornan lo naranja de esta etapa en la de color rojo, con los riegos que ello conlleva.

 

El confinamiento de más de tres meses es causa de ciertas alteraciones emocionales cuya intensidad depende de las necesidades que tiene que satisfacer cada familia y los responsables de la misma. La instrucción es no salir salvo para las actividades indispensables como ir por los ingredientes para preparar alimentos, que requiere de recursos para adquirirlos y lógicamente para quienes, necesariamente tienen que salir para realizar un trabajo y recibir una remuneración, ir al mercado, al super, bancos o para atender un pequeño negocio.

 

Al inicio y en el periodo rojo de la pandemia se instruyó no salir de casa, se restringieron las actividades no esenciales y aun las esenciales a lo urgente, como el caso de los centros comerciales de asistencia masiva, restaurantes abiertos al público, gimnasios, salones de belleza y otras acciones comerciales, priorizando la protección de la salud sobre la cuestión económica; la prolongación de la pandemia y la insuficiencia hospitalaria, de medicamentos y personal capacitado, ha mostrado la cruda realidad en el país, evidenciada en protestas del personal sanitario, la declaración de un médico de Macuspana, amigo que fue del actual Presidente López Obrador, mismo que describió con aspereza la ausencia total de servicios médicos en esa población, sin médicos capacitados, ni medicamentos, exponiendo una fuerte frustración como médico responsable de la clínica pública de ese lugar.

 

La realidad de lo que está aconteciendo en salud, transita en paralelo con la inseguridad pública que, en estos momentos forman la parte de lo mismo, mientras tanto el Presidente López Obrador viaja a Washington D. C., para entrevistarse y firmar una declaración con el Presidente Trump que se difunde como un acto de relevancia en lo que toca al desarrollo económico de nuestro país vinculado al T-M-C que entra en vigor en los tres países que lo suscribieron; a este evento como parte del cambio o de los compromisos financieros, asistieron algunos empresarios entre ellos  Carlos Slim.

 

El Presidente López Obrador hace una declaración que ha sido apreciada como adecuada al objetivo del viaje que fue eminentemente político ya que ambos mandatarios, dentro de la formalidad y características de cada uno como ocurre en todo lo que tiene que ver con su imagen  encubrió y ocultó, en sus expresiones públicas, lo que realmente piensa recíprocamente uno de otro y de los intereses que políticamente representan como líderes de repúblicas vecinas con profundas diferencias, que enmascararon con  frases amistosas y en el intercambio de ideas sobre temas en  los que coinciden únicamente, dejando de lado otros como los del muro fronterizo, la migración y el laboral.

 

Para algunos comentaristas la reunión careció de contenido y solo tuvo un momentáneo impacto mediático enmarcado en las figuras simbólicas de Benito Juárez y Abraham Lincoln sobre las que ambos dirigentes coincidieron en estimarlos como paradigmas por la herencia política que dejaron plasmada en temas republicanos relevantes como la emancipación de los esclavos, la abolición del imperialismo en México y la construcción de la República Mexicana cimentada en las libertades del hombre.

 

En este contexto la población mexicana sigue enclaustrada en una situación que ha mermado un buen número de sus derechos fundamentales como la salud, tránsito, trabajo, salario, justicia, agobiada por las carencias que padece la  estructura institucional pública sanitaria y la gran desigualdad regional que existe entre las entidades del país que comprende no sólo las unidades hospitalarias, sino de personal profesionalmente preparado, vestimenta e instrumentos de protección de su personal, medicamentos y que ahora mediante colores se le ubica el derecho a la protección a la salud en balance con la economía como valor preponderante y que resalta en la asignación del color correspondiente..

 

De ahí que se esté actuando de manera paralela abriendo las actividades que tienen como resultado el incremento de los contagios y muertes de los habitantes de la nación mexicana; el gobierno federal fija los colores y las actividades a incentivar, pero sin que las entidades cuenten con recursos similares cuestión que se refleja regionalmente  lo que ha obligado a algunos gobernadores a decidir cómo ampliar su estructura de salud como Guadalajara, Nuevo León y el propio Distrito Federal al contar con mayor apoyo del gobierno central y buscar recursos propios, cuestión que contrasta con recursos de que disponen otros estados como tabasco, Oaxaca y Chiapas.

 

En ese complejo entramado seguimos los mexicanos y oaxaqueños sujetos a las condiciones naturales imperantes y las que delimitan los que gobiernan para que se pinte a los estados con los colores rojo, naranja o verde como distintivos que responden políticas y metas sanitarias- económicas que se fijan, para pasar de la prioridad del derecho a la salud al incentivo de la economía como valor preponderante, ambos rubros infectados por la inseguridad creciente en el país que parece no encontrar una respuesta que atempere la anómala situación que vivimos, matizada por los mensajes que diariamente emite el Dr. Gatell Subsecretario de Salud y responsable del manejo de la pandemia que anuncia aplanada pero que las gráficas muestran en ascenso.

 

Como elementos distractores se publicitan las detenciones del exgobernador Cesar Duarte y de Tomás Zerón encargado de la investigación de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa en el gobierno pasado atadas al informe de la extradición pactada y negociada con Emilio Lozoya ex director de Pemex y el anticipo de grabaciones que comprometen a otros personajes de la pasada administración en el asunto de Odebrecht.

 

El costo de las políticas sanitaria, económica y de seguridad pública está a cargo de la salud, integridad y vida de todos los habitantes de la República, sin ser los responsables de la orientación y manejo de las providencias tomadas acerca de esos tres temas que hoy destacan en nuestro país.

 

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