Porque la SEP se niega a aprobar las escuelas de nivel medio superior que propone el movimiento antorchista
- Carlos Noé Sánchez Rodríguez
Es una verdad inocultable el hecho de que la calidad de la educación en general en nuestra nación y en nuestro estado es una de las peores del mundo, las cifras que se publican de los exámenes como los de la prueba ENLACE, ahora conocida como PLANEA, colocan a nuestros estudiantes constantemente en los últimos lugares del mundo, a pesar de que esto se sabe desde hace buen tiempo, no se corrige esta problemática ni se intenta hacerlo en forma adecuada e integral.
Pero la mala calidad académica no es casual, ni accidental, está plenamente identificada por la política educativa del estado, por eso no es motivo de preocupación de las autoridades ni de la burocracia que participa en el proceso de enseñanza de la niñez y juventud, pues una población preparada científicamente en el campo del conocimiento de la naturaleza y de la sociedad, representaría un verdadero peligro para la clases en el poder, pues en primer lugar exigirían sus derechos como seres humanos y en segundo lugar sabrían bien que es posible una sociedad más justa e igualitaria que contradice plenamente la ideología que las clases privilegiadas han impuesto.
Por ello, ante esta contradicción, la burocracia educativa ha adoptado la política de la insuficiencia, la simulación, la corrupción y la mediocridad. En primer lugar no se prepara científicamente a los maestros, no se les paga lo suficiente, no se les da lo necesario para su labor educativa, no se les motiva políticamente; a aquellos que muestran proclividad política se les corrompe y aquellos que se muestran rebeldes a la ideología que se impone a través de la educación se les reprimen. El sindicalismo totalmente cooptado por el charrísimo corrompido, es un instrumento que protege la gazmoñería de los malos maestros y castiga la disidencia oficial. En segundo lugar la inmensa mayoría de las escuelas de nivel básico y medio superior tiene deficiencias en cuanto a sus necesidades básicas de materiales, pues carecen de aulas suficientes, de laboratorios, de talleres, de auditorios, de salas de cómputo, de equipo, y otras no cuentan ni siquiera con señal de internet, de bibliotecas, de canchas deportivas etc., y en muchos lugares alejados ni escuelas hay.
Casi en toda la educación se ha abandonado la enseñanza artística y cultural y se han olvidado el deporte; a la SEP no le interesa la formación física y espiritual del estudiante, no le importa la sensibilidad ni la inteligencia que todo ser humano puede desarrollar potencialmente, no crea plazas para maestros, instructores ni entrenadores, no le interesa entregar cultura al pueblo de escasos recursos que viven en el entorno de los centros educativos, y los jóvenes se deforman, se deshumanizan, se vuelven más irracionales, violentos e inconscientes
Pero lo más grave de este escenario son los estudiantes, en donde se refleja la situación de la sociedad mexicana, pues más del 80% vive en algún grado de pobreza y cerca del 40 % prácticamente en la miseria, y si bien es cierto que el estado otorga becas de alguna forma, estas son totalmente insuficientes y su monto es verdaderamente exiguo; además en muchos lugares las escuelas están ubicadas lejos de sus viviendas, el transporte es caro, malo, incómodo y lento. Por otro lado los estudiantes están poco motivados para estudiar, al observar la situación económica, social y política de su entorno, al mirar que no hay empleo para los que terminan sus estudios universitarios, al ver la corrupción imperante en todos los niveles, tienen como lo más próximo la vida placentera del alcohol, del sexo fácil e irresponsable, sin nadie que los ubique y los concientice, y si esto se le agrega que el narcotráfico se ha introducido en las escuelas secundarias y preparatorias, tenemos un escenario que crea condiciones muy difíciles para superar y producir los técnicos y científicos que necesita la nación para salir de sus gravísimos problemas.
Conscientes de este contexto el Movimiento Antorchista ha creado escuelas oficiales, y sin variar un ápice los programas oficiales, fomenta en estas escuelas, en primer lugar, el mejoramiento del nivel académico, mediante el sistema pedagógico denominado MECE (Mejoramiento de la Calidad Educativa), que tiene como objetivo incidir sobre el proceso enseñanza-aprendizaje, sobre todo en las matemáticas y español; se fomenta el conocimiento a través de la Espartaqueadas de Matemáticas entre maestros y estudiantes, que son concursos nacionales que año con año se celebran. En todas las escuelas que impulsó el Movimiento Antorchista, y de eso hay muchos testigos, los jóvenes luchan por mejoras en su infraestructura material, en estas escuelas se practica en forma consuetudinaria la danza, la declamación, el teatro y la música, ya que se realizan encuentros regionales de arte y cultura, y cada año se celebran sin ningún apoyo oficial las Espartaqueadas Nacionales donde se reúnen más de 15,000 jóvenes a competir fraternalmente, invitando al pueblo a gozar de estos espectáculos, todo con el esfuerzo de los padres de familia, de los propios estudiantes y de algunas autoridades municipales; se fomenta el deporte mediante torneos regionales y estatales, se relacionan a los estudiantes con la problemática del pueblo o colonia para que empiecen a conocer las posibles soluciones, se les orienta políticamente para que mejoren sus condiciones de vida individual y colectiva, se trabaja con los padres de familia organizándolos y motivándolos para buscar mejorar sus ingresos; se les motiva para seguir sus estudios en las casas de estudiante que la organización de los jóvenes de la FNERRR han creado en todo el país y que se ofrece gratuitamente, y a los más talentosos y disciplinados, se les invita a cursar postgrados nacionales y extranjeros.
Todo esto y mucho más se necesita implementar en la educación, si no se hace no se lograra nada, aun con los recursos que el estado maneja y que se desperdician inútilmente, la situación de los jóvenes empeorará, y no tendremos la capacidad de construir una nueva nación más justa y más democrática. Por todas estas razones la SEP se niega a instaurar escuelas que la organización antorchista del pueblo propone, porque creen que al compararlas con sus planteles saldrían a flote las enormes deficiencias del sistema educativo estatal, y los propios estudiantes exigirían cambios en el modelo que ya ha mostrado su incapacidad.