Gobernador del Estado
- Jorge E. Franco Jiménez
El proceso de selección del candidato a Gobernador del Estado, en la etapa de la preselección al interior de los Partidos Políticos de representatividad efectiva, se ha iniciado en el Revolucionario Institucional, el de la Revolución Democrática y Acción Nacional, rodeado de interrogantes en cuanto al Partido denominado Morena, que no debe pasar desapercibido en lo que toca a la bolsa de sufragios que tiene en la entidad; esta perspectiva ha colocado al electorado, en el campo de la duda e incertidumbre, tanto por la actividad de los aspirantes, como de las encuestas que han iniciado su labor de favorecer a alguno de ellos, o mostrar debilidades de otros.
Desde luego se advierte que, en el Partido Revolucionario Institucional, ya no se ven con el mismo impulso a los que se han muestreado, seguramente conscientes, alguno de ellos, de que se promovieron sin mayores posibilidades, o simplemente para figurar y obtener créditos políticos para que, de acuerdo a su peso, exijan ser colocados como futuros aspirantes a otra candidatura, otros coristas simplemente permanecen, buscando la diputación local, y ser líderes de la camada priista, para disponer de los beneficios que ello implica.
Como paréntesis al asunto de la elección de ejecutivo local, es relevante advertir al electorado que, en lo que se refiere a las diputaciones locales y presidentes municipales, razonen su voto, con el objetivo de que no se le vuelva a sorprender, con candidatos reciclados o desgastados que ya no tienen la capacidad de enfocarse en la ruta del mejoramiento efectivo del pueblo en general, sino que solo buscan repetir, para subsistir del presupuesto, sin ánimo de servicio. Esto porque todo parece indicar que los institutos políticos, solo tienen unos cuantos candidatos que dejan de ser presidentes para ser diputados o a la inversa, diputados que pasan a presidentes municipales.
Volviendo al tema de los aspirantes a gobernador, el periodo aun en ciernes empieza a mostrar que los jugadores que empezaron la competición en el Revolucionario Institucional, y en el de la Revolución Democrática, han empezado a descartar precandidatos, lo que da muestra de que se han incrementado las acciones de presión que buscan imponer una decisión anticipada de la definición de candidaturas.
En esta semana que termina desapareció en los medios, la presencia del Senador Eviel Pérez Magaña, ya no se difunden actos de promoción de los ex diputados Samuel Gurrión, Martín Vásquez, y expresamente la de Héctor Pablo Ramírez Leyva, del Ex Rector Martínez Nery, a la Diputada Federal Mariana Benítez, le precede el conflicto de Ayotzinapa; en contraste, se robustecen como posibles candidatos, las figuras de Alejandro Murat Hinojosa, de José Antonio Estefan Garfias, la de Benjamín Robles; miembros, el primero, del Partido Revolucionario Institucional, y los dos últimos del Partido de la Revolución Democrática, aun cuando el tercero, anunciado por Ulises Ruíz, como instrumento de división del sufragio para favorecer al candidato del PRI, tiene un caudal de trabajo electoral propio y efectivo que no debe ser minimizado, pues en un momento dado puede optar por alguna otra corriente política.
En este complejo panorama, está inserto Alfonso Gómez Sandoval, como tercero que puede ser una salida al conflicto que deriva de los poderes que se manejan en el PRI, que se mantiene sin control, con una dirigencia local ausente, asociada a la indiferencia del Nacional que apenas acaba de designar Delegado, el que poco podrá hacer para procesar una candidatura de unidad y cohesionar a las bases duras, ante el nulo trabajo que se ha hecho al respecto. Algunas opiniones señalan que el Partido optará por un candidato ciudadano, como Gerardo Gutiérrez Candiani, quien acaba de concluir su mandato como Dirigente del Consejo Coordinador Empresarial, en un acto en que el Presidente Enrique Peña, reconoció la labor que desplegó. Respecto de ambos personajes, se encuentra un elemento común, su relación con el Gobernador Gabino Cue, y con el ex Gobernador Diódoro Carrasco.
Respecto de este enmarañado esquema de descarte de pretendientes, es decir cuando se inicia el retiro por propia determinación, obligado o comprado de competidores, encontré algunas referencias lo que se entiende por la palabra descartar. En una publicación se dice que descarta quien tiene en abundancia, y se permite aceptar a uno y rechazar al resto, o incluso rechazar a todos; quien tiene alimento en cantidad suficiente, puede descartar no comer algo, pero quien no lo tiene no puede hacerlo; “El descarte puede ser bueno o malo, igual que en la partida de cartas un descarte puede ser la clave para ganar la partida o para perderle. Una vez hecho tiene sus consecuencias.”
Me parece que el Partido Revolucionario Institucional, se encuentra en la alternativa de descartar a algunos pretendientes, con el objetivo de ganar la elección, sin embargo también, hecha la depuración y tomada la decisión, esta puede llevar a perderla. El reto para el Partido es de alto riesgo, requiere de alto sentido de madurez que derivara de la forma de selección de candidato que marque la convocatoria, el esquema de la candidatura de unidad, o de la contienda un proceso interno. Por ahora las encuestas propaladas, de acuerdo el parámetro que las orienta, una señala en lo alto a Alejandro Murat, y otra a Eviel Pérez Magaña; la información dura y real es la que debe estar construyendo el Gobierno Federal a través de la Secretaría de Gobernación, así como las del propio partido.
En una visión anticipada, de acuerdo con los hechos y actos que se aprecian, es factible pensar que las posibilidades en el Partido Revolucionario Institucional, están a favor de Alejandro Murat Hinojosa; en el de la Revolución Democrática y Acción Nacional, José Antonio Estefan Garfias; el Senador Benjamín Robles Montoya, en la tendencia que lo postule. La decisión final del descarte, aun con cualquier cambio de los candidatos mencionados, será responsabilidad del jugador principal, el ciudadano Oaxaqueño que deposite su voto en favor del desarrollo de Oaxaca, el cinco de Junio del 2016.