La eleccion de diputados federales

  • Jorge E. Franco Jiménez

Oaxaca se encamina al proceso de elección de Diputados Federales propuestos por las corrientes políticas, sin que hayan mostrado cartas que provoque el interés y  atraigan el voto del electorado, mismo que permanece en la incertidumbre, ante la pobreza y superficialidad de las propuestas o expresiones de los candidatos, de los que el ciudadano desconfía, ya que hasta este momento, la promoción se ha concentrado en el ataque a los que manipulan candidaturas, como parte de su parcela de poder, y para ello se difunden, de uno, fotografías con la dama en turno en un supermercado de Cancún; de otro, la lista de sus bienes, sin embargo, ambos han sembrado a quienes promovieron para esas candidaturas, lo que evidencia que las dirigencias partidistas, hacen poco caso a la militancia; por su parte los candidatos y partidos, se mantienen en la apatía, resaltando la del Revolucionario Institucional, que transita en el dejar hacer, y dejar pasar, sin liderazgo, ni brújula, pues todo indica que el fiel de la balanza se ha multiplicado al interior de la estructura local.

Este fenómeno de indiferencia social y política, indica que el ciudadano tiene una actitud de indiferencia, sobre esta costosa elección, cuya eficacia no ha tenido trascendencia para el Estado y su población, a pesar de los recursos históricos que cada año se otorgan y que nadie sabe en que se invierten, salvo el Gobierno Federal, el Estatal y el magisterio y los pocos operadores que los manejan y los hacen sudar, mientras se espera próxima elección de Gobernador que, al parecer permanecerá para seis años, al no haber prosperado hasta hoy la reforma para la fijación un periodo menor para empatar las elecciones.

La ilusión de algunos para gobernar por  lo menos, dos o tres o cinco años, este pobre Estado, se desvaneció y resurgen las potencialidades de aquellos a quienes ya se venía mencionando como futuros candidatos,trastocándose con ello las aspiraciones de aquellos que se apuntaban para gobernar en el periodo reducido de transición, que sirviera, además de los aparentes propósitos de unificación de las elecciones en el país, para equilibrar a las fuerzas que vieron reducido su caudal de convencimiento en este gobierno, incluyendo al revolucionario institucional que, lejos de aprovechar el vacío político que existe, se insertó en él, con pocas posibilidades de que sus candidatos a diputados salgan victoriosos en Distritos como Oaxaca, el Istmo y algunos otros.

No pasa desapercibido que surjan algunas propuestas que tiendan a atemperar los males de este tipo de cargos de elección, como la que propone Pedro Ferriz, quien se pregunta por qué las cosas más simples  de la vida resultan ser las más valiosas y las menos costosas, enunciando un comparativo que pone de relieve a un sistema mexicano inútil en cuanto a Diputados y Senadores, y sugiere la participación ciudadana para que se tachen las boletas correspondientes a los votos de las diversas elecciones de esos servidores públicos de manera tal que se anulen, para eliminar por ejemplo el Senado; ejemplifica, Noruega, Suecia, Dinamarca, Holanda no tienen Senado  Alemania solo 100 Senadores, Estados Unidos un Senador por cada Estado, agrega que nosotros tenemos 128 Senadores que comen lo que el 15% por ciento de la población pueden comer, que viven como el 1% de la población pueden vivir, que ganan sin trabajar lo que deben, no tienen que rendir resultados ni cuentas a nadie, que su eliminación implicaría de cuatro mil millones de pesos por cada año.

Como un agregado de la intolerancia oficial y de la poca efectividad de la opinión ciudadana, pone énfasis en que se difundió la noticia de que los Senadores podrán ser reelectos pero no se habla de la reducción de su número, y por lo tanto, quiere decir que el esfuerzo de los ciudadanos ni siquiera se tuvo en cuenta, que la voz de los mexicanos no es tomado en consideración, por impulsa incentivar la participación de todos, como lo han hecho los árabes, para que no toleremos más imposiciones de los partidos, ni los Diputados ni de los Senadores, ni de los malos gobernantes cualquiera que fuere su puesto; poneel ejemplo de un periodista que logró recabar más de tres millones de firmas para abolir a los Diputados plurinominales y que no pasó nada, es decir, se hicieron de la vista gorda.

Estos datos, ponen de relieve la necesidad de que el Constituyente, a través de sus componentes, que son la Cámara de Senadores, de Diputados y Legislaturas de los Estados, se ocupen en este asunto. Para ello es relevante que los aspirantes al cargo de diputados, suscriban el compromiso de impulsar una reforma Constitucional que se ocupe del tema de la sobrerrepresentación de los que constitucionalmente lo son del Pueblo en el sistema Federal, ylos que de los Estados  como República, con el objeto de racionalizarla y evitar el gasto excesivo de cada elección que pagan los mexicanos y la formación de un gran número de partidos satélites de los tres que han prevalecido y causando,  en parte, la sobrerrepresentación que no es un postulado democrático, sino medio de obtención de recursos públicos.

La conformación del Congreso de la Unión, con dos cámaras, deriva del Decreto expedido en el Gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada que debía aplicarse a partir del septiembre de 1875, como parte de la reforma Constitucional que promovió, para distribuir la competencia de cada una de ellas y su naturaleza en él sistema federal. En materia de competencia, se asigno a la Cámara de los Diputados facultades exclusivas en materia económica y a la Cámara de los Senadoresen asuntos de política exterior, restableciéndose el sistema bicameral, el cual fue retomado por el Constituyente de 1917.

Lo importante es la parte que contiene los objetivos de ese sistema, al reimplantarse la Cámara de Senadores, según el modelo norteamericano, la Cámara de Diputados tendría la representación popular y los senadores la representación de las entidades del territorio nacional, con dos senadores por cada una, es decir que actualizado es porcentaje serían 64, de elección y no 128, que incluye a los plurinominales y lo de primera minoría, estos dos últimasfiguras, propiamente de sin calidad Republicana; algo similar se da en el tema de los diputados, los de representación proporcional corresponde a cada partido de acuerdo a una cuota de votos obtenido mediante listas regionales.

En los dos casos, ello constituye una evasión de la voluntad popular, puesto que técnicamente no son electos, sino designados. El artículo 41 de la Constitución que se refiere a la soberanía, señala en la parte relativa que: “La renovación de los poderes Legislativo y Ejecutivo se realizará mediante elecciones libres auténticas y periódicas…” y “Los partidos políticos tienen como función la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de los órganos de representación política y como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postule y mediante el sufragio universal, libre secreto y directo…”

Resalta desde luego que los representantes de ambas cámaras del Congreso de la Unión que no tienen el cargo a virtud de un voto mayoritario, de las características que detalla el artículo 41 Constitucional, en estricto sentido, no tienen la calidad de populares, ni la relacionada con las entidades del país, su situación debe ser reconsiderada y adecuada a la voluntad del constituyente originario.  

Jfranco_jimé[email protected]