El desempleo: uno de los más graves males del modelo económico
- Carlos Noé Sánchez Rodríguez
Según la Encuesta de Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en el último trimestre del 2014, la población económicamente activa en el país representó el 59.5% lo que equivale 52.1 millones de personas, de estos, 49.8 millones están ocupados y representan el 95.6%. Por otro lado se encuentran totalmente sin empleo, a pesar de que lo buscan, el 4.4% de la población, que representan la cantidad de 2, 284,602 de personas. Pero la misma encuesta dice que de los teóricamente ocupados, el 57.9% están en la llamada informalidad o sea sin seguridad alguna y sin derechos; también informa que el 10.4% se encuentran ocupados parcialmente, solo trabajan un rato (menos de 15 horas a la semana) y por ello ganan poco; mientras que el 8% están subocupados, que es la población que tiene la necesidad y disponibilidad de trabajar más tiempo, pero no encuentra trabajo es decir también recibe pocos ingresos; y finalmente el 27.5 % representa a la población ocupada que opera en su hogar pero sin constituirse como empresa por lo que no es identificable. Estos datos nos indican claramente que en los últimos años el desempleo viene creciendo, pues bien visto el asunto no es el 4.4% sino más de la mitad de la población en edad de trabajar que carece de empleo seguro
Particularmente en Tlaxcala el problema del desempleo es más grave, pues casi en todos estos parámetros se encuentra por arriba de la media nacional, según esta encuesta en el estado la tasa de desocupación es de 46% que representa que 24,684 tlaxcaltecas no tienen trabajo a pesar de que lo buscan, pero en el rubro de la informalidad es el 72% uno de los más altos porcentajes a nivel nacional solo superado por Oaxaca y Chiapas; de los ocupados parcialmente el porcentaje es 13.4% el más alto a nivel nacional; de los subocupados el porcentaje es el 18.3%, también el más alto a nivel nacional; el de la población de trabajadores que laboran en su hogar es el 38%, igualmente el más alto a nivel nacional. Estos porcentajes nos indican claramente que es un reducido número de trabajadores que tienen trabajo seguro, esto sin contar que les pagan a la mayoría salarios de hambre, y que muchas veces carecen de los derechos legales como obreros.
Las causas del desempleo no están solo en la mala política de los gobiernos tradicionales, ni es pasajera como lo tratan de explicar los funcionarios en turno, las causas más profundas están en el modelo económico capitalista, que por sus leyes internas del desarrollo en la forma de producción, entran en conflicto con la apropiación de la riqueza que se produce, pues la ganancia va a parar a manos de los empresarios (la minoría), mientras que los obreros (la mayoría) que producen la riqueza, apenas si reciben una cantidad de dinero para no morirse de hambre. Por lo que al desarrollarse la tecnificación en las fábricas, muchos obreros son despedidos, además de que los empresarios invierten sólo donde obtienen los mejores ganancias, su prioridad es la utilidad, no la de dar trabajo a la población, por ello aunque los políticos hagan viajes al extranjero para atraer capitales, aunque les den todas las facilidades, aunque promulguen leyes en favor de los empresarios, aunque pisoteen los derechos de los obreros, el capital va a estar donde le conviene, así donde ya no hay mercado para sus mercancías, el capital tampoco va crear empleos, por esto el desempleo no es causa de errores en la política económica es el efecto de un modelo que está ya en su fase terminal.
El problema del desempleo trae como consecuencias el ambulantaje tan combatido por las autoridades, el subempleo cuyas cifras nacionales y estatales aparecen arriba, conjuntamente la informalidad que cunde cada día por todos los poros de la sociedad, el desempleo trae aparejada la pobreza cuyo crecimiento se pretende combatir con dadivas del estado o con regalos temporales a los más pobres, ya sea de los políticos del sistema cuando hacen campaña, o de los propios empresarios causantes del desempleo. Además de otros males más terribles, como es la violencia, ya que los desempleados o los obreros comunes que pierden su empleo o que no encuentran, ven más cercano la posibilidad de delinquir sólo o asociándose, cometiendo robos cada vez más con más saña, o secuestros de todo tipo o mediante el trasiego de todo tipo de drogas.
Hace poco el presidente de Uruguay, José Mujica, declaraba sin ambages en una entrevista que el sistema económico de libre mercado estaba agotado, y que habrá que pensar en otro sistema que permita que la economía solucione los problemas que hoy no puede resolver y esto se llama economía socialista según dijo él. Habrá que hacerle caso.