Fuentes Confiables...

  • Xenón Bravo

Hoy inicia la revuelta 2014... Hace más de doscientos años el cura Hidalgo, harto de los méndigos –Gachupines- y la Iglesia católica de Roma,  se levantó en armas para lograr una “presunta” independencia firmada hasta 1821 en Córdoba, Veracruz. Para el 1910, cansados los gringos del gobierno de Porfirio Díaz Morí, quien puso a la –par- el peso mexicano ante el dólar, instó  una revolución utilizando a los asedados del país, dueños de Cananea, mandándolos a matar posteriormente como Francisco Indalecio Madero, a los revolucionarios Doroteo Arango-Pancho Villa y Zapata, y así  ejecutaba a todo aquel que no le servía al sistema capitalista Gringo. Hoy son los narco-políticos, inmersos en los mismos intereses de los gobiernos de los estadounidenses, quienes han fortalecido tanto al gobierno como a los capos en armas y aparatos más sofisticados. En estos tres eventos que han marcado a nuestra nación, los mas jodidos siempre han sido, fueron y seremos los de abajo. Por eso les dije que hemos iniciado una revolución este 2014. Y aunque todo mundo está harto de los capos, no podemos decir nada. A pesar del programa emergente “patito” dado a conocer por Peña-Nieto la semana pasada, que va desde desaparecer a los poli-narcos-municipales, hasta mandar al diablo a los municipios que fueron apoyados por los narcos. O  sea que desaparecerán a más de la mitad en todo el territorio mexicano. Al menos en Oaxaca, se habla de más de cien ayuntamientos que fueron apoyados por constructoras de esos, de los malos, de los innombrables, hoy dueños hasta de partidos políticos y diputados. Sabe que, simplemente no le creemos a Peña-Nieto ni a ningún político. Pero también habremos que puntualizar que fueron los de Ayotzinapa los que destaparon el cáncer del país. Cierto es que se busca justicia, pero andamos como el búfalo, sobre lo rojo, la violencia y nada más, no tenemos rumbo, como la paloma errante… Pongamos un ejemplo que puede ayudar a mostrar la necesidad de argumentar mejor nuestros medios, fines y tiempos de la lucha social. Un acto de desobediencia social como quemar la puerta del Palacio Nacional, incendiar un metrobús o quemar las instalaciones de un partido, debe leerse, en varias posibilidades: 1).- Puede ser un acto de rabia espontáneo de grupos que simplemente se dejaron llevar por el calor de la protesta; 2).- Puede ser un acto de ofensiva popular con objetivos y consecuencias mediáticas y políticas medidas; 3).- Puede ser un acto espontáneo de grupos que se autonombran la vanguardia revolucionaria y que terminan por meter a todo un movimiento en contradicciones y represiones, 4).-  Puede ser un acto realizado o promovido por infiltrados del gobierno, que sólo busca dañar al movimiento en términos mediáticos y legitimar la “paz” que el estado impone con su “fuerza”. A diferencia de los grandes medios, el movimiento social no puede poner todos estos actos en el mismo cajón, y eso exige ser muy críticos entre nosotros. Pero resulta que si se cuestionan los actos de rabia entre los rabiosos, se le juzgará a uno de pacifista, y si se cuestionan las formas agotadas del pacifismo se le juzgará a uno de revoltoso. Y en esta falta de argumentos, sólo el estado sale ganando, porque sólo su paz, es “legal”, y sólo su violencia es “legítima”. No debemos volvernos bomberos del coraje social, pero tampoco pirómanos de una revuelta social sin pies, ni cabeza. Lo importante es saber para qué se hace lo que se hace. Por eso el coraje debe también formarse como conciencia de lucha. Las batallas políticas, se juegan mucho en el ámbito de la opinión pública, por ello es crucial que el movimiento maneje bien las piezas de la insurgencia, y se deslinde de aquellos que por ingenuidad, o por auto-referencia quieren meter a toda la indignación social bajo sus cajones. Cada acción dislocada, o en frente, debe ser evaluada en términos de su conveniencia política, de la vida de los afectados directos, de qué tantos nos acercan a nuestros fines, a nuestras estrategias.


Eso implica sin embargo consensuar y argumentar nuestros fines y nuestras condiciones concretas, por ejemplo, si buscamos refundar el Estado desde autonomías locales y hacia un nuevo constituyente, eso debe guiar las acciones de protesta. En resumen, sólo teniendo claridad, argumentada de nuestros fines y estrategias podremos evaluar, ponderar y en su caso legitimar las acciones de desobediencia social…DECIMA CONTRA PEÑA NIETO… pa’ comparecer un deseo, he venido a este lugar; fui invitado a trovar por este tema nacional… preocupante y con razón, pues aquí en nuestra nación, las cosas  ya anda muy mal. Este México que fue un emporio de riqueza, hoy en día solo la pobreza se ve y si me preguntan por qué y su saber es su deseo, sin andar sin titubeos. Ahora con tanta inseguridad y desempleo, el gobierno de Peña-Nieto no ha podido poner remedio a los males, el pueblo está más jodido y ahora peor sin las para-estatales.  Y hasta la próxima mis chavos del 8…. [email protected]