¡Que conste,...son reflexiones!

  • Sócrates A. Campos Lemus

    Sin duda hay mucha alarma entre los grupos gobernantes y de poder, por el camino de violencia y de protesta que ha tomado el áspero asunto de los desaparecidos de Ayotzinapa que se vienen mostrando como una punta de los miles de DESAPARECIDOS durante el gobierno de Calderón y que, por idioteces y transas, por pecados mal encaminados en las negociaciones en lo oscurito que dejan los llamados  “pactos”, ahora, el presidente Peña Nieto tiene que cargar.
         Hay algunos amigos que desde las trincheras juveniles de la “izquierda” ahora, hasta ahora, se dan cuenta que los famosos líderes de los grupos de la “oposición” solamente se han convertido en grupos de la imposición y que de lo que criticaban cuando se hablaba de antidemocracia y de corruptelas, ahora, son la mejor muestra de que ellos, solamente han superado a los grupos más corruptos y deformados del país. Ellos, convirtieron la política en un negocio, y como buenas prostitutas de esquina, dieron su “brazo a torcer” ante los fajos de billetes que les proporcionaron algunos gobernícolas de los Estados en varias partes del país. No podemos desconocer que los pupilos de Echeverría fueron, además de “dedos” y entreguistas de los luchadores sociales, los hombres de mayor corrupción, por medio de los cuales, se logró el control de los muchos grupos de la oposición que ahora han convergido en los partidos que son repudiados ante el descubrimiento de sus ligas y corruptelas con los grupos mafiosos, como sus eternos “enemigos” de los que, ahora, son incondicionales seguidores. Yo no sé por qué razón, ahora, Cuauhtémoc Cárdenas, se fija de la degeneración en la que han caído los grupos que conforman la oposición en el país y que están ligados al PRD o a otros grupitos que solamente sirven para proteger el enriquecimiento de un grupo de hampones de “izquierda”, cuando desde sus tiempos, él, supo, porque lo supo, de que esos grupos entregaron el poder y la ganancia obtenida en los procesos electorales a los hombres que les compraban las caricias y los traseros a los famosos izquierdistas domesticados, que han formado los actuales grupos de control político en la izquierda.
         Ahora, se dan cuenta los padrotes de esquina, que esas suripantas no dan para más y que ponen en riesgo el negocio en su conjunto. Por ello, es que ahora, operan los grupos de los santones para eliminar a los controladores de las mafias que controlan a los partidos de la oposición, que han dado espectáculos como el del asesinato en Iguala o las relaciones mafiosas con los grupos de la delincuencia organizada, y si bien, anteriormente, la izquierda ponía los muertos, encarcelados y perseguidos, ahora, con los chuchos y los marcelos, son los que ponen los traseros para que se vea el espectáculo que horroriza a la sociedad mexicana. Quién nos ha dicho que Marcelo Ebrad es un hombre de izquierda, que es un revolucionario, cuando todos sabemos que sus ligas con Carlos Salinas de Gortari dieron las muertes y asesinatos que hoy lamentamos los mexicanos y que aperturaron las puertas para que la narcopolítica, los narconegocios y la narcorepresión fueran una realidad en el país. Cuando el gobierno ya no cuenta con los grupos de control de las masas, efectivamente, se deben de preocupar porque la violencia se puede acelerar de tal suerte que muestre el enojo y el resentimiento de todo el pueblo mexicano.
         Hace unas horas, un amigo cuyo padre fuera uno de los “perseguidos del 68” ,aunque jamás lo detuvieron, me comentaba que ellos recibieron muchas más atenciones y apoyo de las gentes del gobierno y de los priistas que de los izquierdistas que los jodían y denostaban, seguramente, tiene razón, no les podían apoyar ni ayudar por la simple razón que ellos no eran de los suyos y no formaban parte de las mafias de poder que se venían enriqueciendo con el cuento de la oposición. Tal vez, por esa misma razón, ahora, tiene que aceptar Cárdenas el que los dirigentes de los chuchos y los grupos del PRD deben dejar el poder y largarse, a menos que pretendan destruir a las organizaciones políticas que tantas riquezas, protección y poder les han generado. A lo mejor lo deben hacer en forma acelerada, antes de que las bases los saquen a chingadazos y se generen represiones que lleven hasta la muerte y el asesinato, tal como lo hemos visto hacer en el caso del “señor de los oros”, en Iguala, que gozaba de la protección y el apoyo de sus socios y cómplices en el poder y el control político del partido de “izquierda”… lo dicho piensan como Carlos Marx y viven como Carlos Slim y Carlos Salinas. Así de jodida está la “izquierda” desde que aceptaron, por dinero y poder, ser suripantas de acompañamiento y estar en el nivel de los marcelos y de los chuchos…