DESDE siempre se ha sabido que además del estilo personal de gobernar de cada presidente, gobernador o funcionario que se sienta con tales bríos, hay reglas que dentro de la lógica o de la política se estilan. Hay que demostrar, cuando se es parte de un “sólido” equipo de gobierno,que se está en la misma jugada que el “todo poderoso amado, bondadoso, inteligente, serio, honesto, leal”, presidente de la República, si no lo logra, lo mejor es que ni siquiera se acerque  al llamado primer círculo donde las decisiones e imposiciones se logran  gracias a la sagrada voluntad, imposición u ocurrencia del mero mero chipocludo. La verdad es que los rituales y los modos de ese estilo personal, ahora, están ligados a lo que les mandan, ordenan o necesitan los que en verdad mandan es este pobre país que se sigue llamado, por alguna extraña razón, México, ya que lo más seguro es que le podrían cambiar el nombre y poner la bandera, como una estrellita más dentro de la bandera gringa que demuestre el poder y el control que sostiene en nuestro recién comprado país, donde el saqueo y la brutalidad serán enormes, más que cuando  éramos explotados, engañados y robados por la mafia de caiques y brutales miembros de la política nacional que, acompañados con los banqueros y especuladores financieros y empresarios a modo, hicieron de este país un pobre pero pobre país que se ha tenido que vender y brindar los traseros y las riquezas que aun quedaban, a los que, ahora, son los dueños y mandan por medio de los políticos que dicen gobernar, pero que son simples títeres de los grupos financieros internacionales que controlan la economía y el poder en el Mundo.
         Bueno, en aquellos ayeres, que ahora algunos inteligentes periodistas, escritores y analistas nos recuerdan, comentaban que, anteriormente: un presidente “como a todos los presidentes, le gusta escuchar al secretario de Hacienda. Pero también sé que al Presidente, como a todos los presidentes, no le gusta obedecer al secretario de hacienda”  Y BUENO, ESO,  ERA ANTERIORMENTE, CUANDO UN SECRETARIO DE HACIENDA TENÍA IMPUESTA LA VOLUNTAD Y LA LEALTAD al presidente de la República y no obedecía, como ahora debe obedecer, a los dictados de los bancos y agencias económicas internacionales que son las que norman la vida económica y política de nuestro país. Si anteriormente los secretarios del presidente eran nombrados con las ligas de la lealtad personal al mandatario, ahora se hace de acuerdo a lo que dictan los negocios e intereses de los grupos financieros internacionales que son los que gobiernan e imponen las políticas y la agenda en el país. Por ello, sabemos que, aparentemente, el Secretario de Hacienda es un funcionario que antes que atender los reclamos populares y ver lo que mejor le va al país, atiende las imposiciones internacionales y hace todo para proteger los intereses de bancos y banqueros  antes que los intereses populares, y por muchas y otras razones, el ser el “cobrón” del país, le inhabilitaba, aparentemente, a ser un posible candidato a la presidencia de la república, hoy, no sería el elegido y bien visto sucesor del presidente por el propio presidente, pero como están las cosas, seguramente, todos los miembros del gabinete lo ven ya como un posible sucesor, a pesar de que muchos políticos de la vieja guardia aseguran que, también, “hay flores de muerto” y que no se debe creer en todo lo que le digan los banqueros que ven más por sus fondos e intereses que por los fondos e intereses de los mexicanos.
         Es lógico que, a los mexicanos, el “PRIMER COBRÓN” de impuestos, no es agradable a los miembros del infeliciaje nacional, pero él está, dice, cumpliendo con su cometido para que el país y el gobierno tengan recursos para operar y no lo dudamos, lo que queremos es que todos los mexicanos también, como ellos, como funcionarios, tengamos el mismo derecho de investigar las cuentas y bienes de los políticos y funcionarios que nadie sabe cómo se llegan a enriquecer tanto, si no es por el mecanismo de usar los recurso públicos que son de todos, para hacer con sus socios y cómplices, los grandes negocios privados, y dejarnos a todos los mexicanos, como en el Fobaproa, el adeudo nacional para que lo paguemos entre todos. Y si el gobierno puede investigar y meter a la cárcel o quitar bienes a los ciudadanos por no cumplir con sus obligaciones, los ciudadanos demandamos poder hacer también las investigaciones para ver cómo se operan los recursos que nos roban y se embolsan, ejemplos, hay muchos, por lo pronto ,quisiéramos que los casos documentados de políticos y gobernantes que sabemos nos han robado a todos, sean llevados a la cárcel y se integren sus bienes a los bienes del pueblo de México y entonces, seguramente, el secretario de Hacienda, será respetado, aplaudido y votado por apoyar a los mexicanos y no solamente ser el: “PRIMER COBRÓN DEL PAÍS”….alcanzaría el nivel político necesario para la sucesión presidencial, no hay duda. Dejaría de ser tecnócrata para ser un buen ciudadano…