¡Que conste...son reflexiones!

  • Sócrates A. Campos Lemus

Hay ocasiones en que complicamos las explicaciones para no brindar soluciones, y la mejor manera de avanzar en la vida es ser sencillos, muchas veces, no todo es empujar para adelante, sino que, para avanzar, debemos dar pasos para atrás. En verdad, llegando casi a los setenta años, aprendo, porque todo el tiempo es de aprender que la vida es una gran maestra que nos enseña, y somos tan necios, que no queremos ver, buscamos miles de justificaciones, pensamos en el que dirán los demás, no entendemos que la vida es solamente una responsabilidad propia y que, la nuestra, no la compartimos con nadie, a lo mejor caminamos trechos juntos pero no podemos ni vivir su vida, ni ellos, podrán vivir la nuestra, por esa razón sostengo de que hay lecciones que la vida pretende enseñarnos y son las que debemos aprender o cuando menos vivir con consciencia y no cerrarnos al entendimiento o dejar a un lado las experiencias, las sensaciones, los sentimientos.
         No todo aprendizaje es agradable, hay que sufrir, esforzarse, tener paciencia, controlar el tiempo y los sentimientos si es que queremos aprender de todas esas lecciones de la vida, algunos dicen que las lecciones de vida es como estar sentado frente a un dentista, sacando la muela del juicio en una operación, y no entendemos por qué razón sale esa muela si ya no es necesaria para los tiempos modernos ni la necesitamos los humanos para sobrevivir, y esa lección tan simple y sencilla, la ocultamos, porque nos duele y la rechazamos por igual razón, cuando, en verdad, tendríamos que reflexionar en la evolución y en la alegría que nos debe causar estar vivos y estar en estos tiempos y circunstancias donde, finalmente, la vida y la sociedad en su evolución nos han permitido obtener mejores cosas y tener un mejor nivel y calidad de vida. Te puedes imaginar en la edad media que te tuvieran que operar para eliminar la muela del juicio?…. Eso, sí que sería sufrimiento. Nosotros pensamos que nos están sometiendo a una tortura, y el médico que entiende la razón de su vida y domina la técnica y el conocimiento para prestarnos ayuda, solo sabe que está actuando como debe y no le importa lo que pienses, así que si te enojas y no entiendes, es tu problema, no el de él. Pero cuando pasa el dolor entendemos su labor y la agradecemos, nos llega el entendimiento, y así, es como vamos aprendiendo. Se nos olvida el dolor y el sufrimiento, la frustración y lo que no entendemos en ese momento y, cuando entendemos, todo se nos hace fácil y sencillo, por ello, la vida, sin duda alguna, es una GRAN MAESTRA, una maestra suave y cariñosa que repetirá las lecciones hasta que entendamos y aprendamos y es por ello que debemos tomar distancia, tener paciencia y meditación para ir comprendiéndolo todo, que no nos gane la emoción sino que nos guié el corazón, el interior. La realidad es que cuando sabemos que la frustración y la confusión son parte del crecimiento y del entendimiento, podemos saber, porque lo sentimos en todo nuestro ser, en la mente, en el cuerpo y en el corazón, que vamos comprendiendo y que, en vez de enojarnos, debemos estar agradecidos….
         Muchos amigos me comentan o preguntan la razón por la que de pronto doy un giro en lo que escribo o comento para la prensa, la radio y la televisión y me meto en las reflexiones del tiempo y de la vida, y no hablamos de los graves problemas que debemos enfrentar para que no nos sigan robando y estafando, engañando y destrozando o nos dejen en la indefensión y la represión ,y yo les digo que, si no nos conocemos nosotros y de vez en cuando damos una ojito a lo que somos, a los sentimientos, a las sensaciones, a los sufrimientos o alegrías, no podemos entender lo que sucede en la vida. Cuando tratamos los graves problemas sociales y las trácalas, robos, engaños, corruptelas de políticos, funcionarios, policías, banqueros, especuladores financieros, contrabandistas, narcotraficantes, empresarios, en fin, cuando entramos de lleno a los chiqueros de la vida y de la realidad, podemos enfermar de resentimiento, de frustración y de dolor, de odio. La mugre y el Infierno desatan los “diablos que andan sueltos” y nos enferman y nos destrozan, y si no entendemos lo que debemos hacer para blindarnos y estar más o menos bien y limpios, podemos terminar en el mismo chiquero, no solamente apestando,  creciéndonos la trompa, tragando mierda y destilando mierda, y esto no es la vida ni la razón por la que llegamos a formar la sociedad y estar en este mundo. La reflexión, la meditación, la oración, nos hacen bien, nos permiten meternos a nuestro interior y calmar la mente loca y saber que hay bondad y alegría en la vida. Nos faltan muchas cosas materiales pero si vemos la realidad, jamás agradecemos y disfrutamos por lo y lo que tenemos, buscamos más y más, por esa razón, los sabios dicen que ,los verdaderamente ricos son los que no necesitan ni desean otras cosas y se meten en su interior y son capaces de perdonar y de perdonarse y reflexionar, orar y agradecer a la vida y a sus lecciones suaves que nos brinda. Que seas feliz y con bendiciones.