¡Que conste...son reflexiones!
- Sócrates A. Campos Lemus
La intolerancia, el dogmatismo, el resentimiento, la brutalidad, la discriminación, son síntomas de muchas gentes hoy en día, a pesar de lo mucho que se lucha en contra de todo esto, en el mundo, las mentes pequeñas y empobrecidas continúan siendo dogmáticas y perversas y lanzan, en contra de muchos, sus fieros resentimientos y tratan de liquidar a muchos que no tienen otra cosa que el ser diferentes o distintos a esos brutos que siempre aparecen en la escena de la vida. Por ello, cada vez que puedo contar la historia de Gandhi, cuando estudiaba derecho en la universidad de LONDRES, donde un profesor de apellido Peters le tenía animadversión, siempre lo fastidiaba y lo increíble y valiente que era Gandhi, es que jamás se dejó sobajar por este profesor dogmático, perverso y discriminador.
“Un día el profesor Peters estaba almorzando en el comedor de la Universidad y el alumno viene con su bandeja y se sienta al lado del profesor. El profesor altanero le dice:
“- Señor Gandhi usted no entiende…. Un puerco y un pájaro, no se sientan a comer juntos”.
“A LO QUE CONTESTA Gandhi: “-Esté usted tranquilo profesor…. Yo me voy volando” y se cambió a otra mesa.”
“El señor Peters verde de rabia, decide vénganse en el próximo examen, pero el alumno responde con brillantez todas las preguntas. Entonces le hace la siguiente pregunta:
“Señor Gandhi, usted, está caminando por la calle y se encuentra una bolsa, dentro de ella está la sabiduría y mucho dinero, ¿Cuál de los dos se lleva?”
“Gandhi responde sin titubear: “-Claro que el dinero profesor!”.
“El profesor sonriendo le dice: “Yo en su lugar, hubiera agarrado la sabiduría, ¿no le parece?”
“Cada uno toma lo que no tiene, responde el alumno”.
“El profesor Peters, histérico ya, escribe en la hoja del examen: “¡Idiota!”.
“y se la devuelve al joven Gandhi. Gandhi toma la hoja y se sienta. Al cabo de unos minutos se dirige al profesor y le dice:
“- Señor Peters, usted me ha firmado la hoja perno no me puso la nota”.
Todo esto me recuerda las muchas cosas por las que debemos enfrentar para no dejarnos sobajar. El próximo día primero de abril, Joan Baez, esa cantante estadounidense de los sesentas, dará un concierto en el Teatro Metropólitan de la ciudad de México, y ella, señala, con todo el orgullo que “Hay que denunciar las injusticias, aunque el precio sea alto”… por ello explica que “desde los quince años ha roto la ley porque la sociedad norteamericana es más estúpida que en los años sesenta”.
Joan Baez explica que: “Desde los 15 años he roto la ley, porque es muy importante decir lo que uno piensa, defender las cosas con las que no se está de acuerdo y denunciar las injusticias que se cometen en el mundo; aunque el precio sea muy alto” como lo explica en el Diario La Jornada, Jorge Caballero. Joan Baez es una fuerte y digna luchadora social y explica el por qué canta: “Hay que seguir cantando porque es lo mejor que hago y aunque no sé cuánto más me dure lo voy a continuar haciendo, porque siempre hay algo por qué hacerlo, algo que me hace feliz y siempre hay algo por qué alzar la voz. Así que yo seguiré haciéndolo mientras pueda”.
Y con la fuerza y la convicción de que el luchar es lo mejor y no dejar que las injusticias calen y dobleguen, se sigue en esa batalla de los años y con los años, esto es lo que genera una fuerza vital y admiración en esta cantante que es una valiente luchadora social que sabe que su voz y sus canciones despiertan conciencias y hacen que las gentes se sientan solidarias en muchas de sus luchas y aspiraciones, recuerden, en el Teatro Metropólitan el día primero de abril, a comprar boletos para escuchar las baladas de la libertad y solidaridad de Joan Baez.