Esa gente que no usa cubrebocas es neci… no, espera, acá la cosa fue al revés. Un hombre y su hija no fueron atendidos en una tienda de allá de California porque se negaron a quitarse el cubrebocas al ingresar al establecimiento. Mira tú, el encargado del lugar les dijo que en su negocio nadie debe ponerse la mascarilla pese al COVID-19 (WTF!).

Ooooh sí, aunque la mayoría de las historias donde el cubrebocas es el protagonista, tratan sobre personas que se niegan a usarlo (y que pueden llegar al extremo con tal de no ponérselo), acá la cosa fue a la inversa. Padre e hija no fueron atendidos porque traían bien puesta la mascarilla y querían protegerse del contagio o evitar contagiar a alguien más.

De acuerdo con Fox40, este curioso caso tuvo lugar en la localidad de Elk Grove. Richard Hart y su hija de ocho años llegaron el pasado 22 de septiembre a una tienda de monedas antiguas (y otras antigüedades), pero desde la entrada notaron algo extraño: un letrero que decía “No se permiten cubrebocas”.

A pesar de ello, el hombre ingresó junto a su pequeña, pero no porque le valiera el letrero, simplemente quiso intentar dialogar con el encargado del negocio. Naturalmente no concebía tal política en un establecimiento como ese (con espacio cerrado).

O se quitan el cubrebocas o se van, así la respuesta que les dio el tipo de la tienda

Pero la persona al interior no tenía intenciones de dialogar. Cuando le preguntaron si podían quedarse con el cubrebocas puesto (porque a diferencia de quienes se niegan a usarlo en sitios donde es obligatorio, padre e hija no afecaban a nadie), la respuesta del tipo fue un contundente no.

“No, aquí no hay cubrebocas. O los dos se lo quitan, o se van de mi tienda”, fue la nada amable respuesta del encargado del negocio. Richard le respondió que le estaba pidiendo a una pequeña de ocho años que se pusiera en riesgo, pero el encargado de la tienda nomás no cedió.

“Estaba muy molesto porque una cosa es entrar en un negocio que dice que los cubrebocas son opcionales. Otra, entrar en un lugar y que te digan que debes quitártelo“, declaró Hart al citado medio.

El hombre dijo también que llevaba muchos años siendo cliente de la tienda de antigüedades, por lo que le pareció muy extraño el mal trato que recibió por negarse a dejar de usar el cubrebocas. Pero eso sí, prefierió poner como prioridad su salud y la de su pequeña, ya que mejor se fue del lugar antes que aceptar tal condición (¡Vieeeeentos!).