Oaxaca. “Nos habían dicho que era uno de los mejores hospitales de alta especialidad del Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en México, pero nuestra decepción fue muy grande cuando buscamos ahí atención para nuestro niño; y el servicio médico que le brindaron resultó en extremo deficiente”, denunció la diputada local oaxaqueña María de Jesús Mendoza Sánchez, en referencia al Hospital 20 de Noviembre de la Ciudad de México (CDMX).

La representante popular es madre de Juan Pablo, un niño pequeño que en noviembre de 2019 contrajo una infección respiratoria severa; primero fue tratado por médicos privados y públicos de Oaxaca y, luego que no pudieron sanarlo, decidió llevarlo al Hospital 20 de Noviembre porque su esposo es derechohabiente del ISSSTE y varias personas se lo habían recomendado como un “afamado nosocomio”. 

La decepción de la diputada local y su esposo ocurrió desde el ingreso mismo de Juan Pablo, pues el niño fue canalizado al área de cardiología, pese a que su problema era en las vías respiratorias; y cuando fue remitido a neumología en esta sección, no fue aceptado. A partir de ese momento “nos trajeron como pelotas de pingpong, entre cardiología y neumología, hasta que después de 10 días fue recibido en esta última área”, denunció.

Luego de esta primera prueba, los padres de Juan Pablo se encontraron con un segundo obstáculo: en el hospital no había médicos especialistas adscritos las 24 horas, debido a las vacaciones de fin de año; y quienes atendían a los pacientes eran médicos residentes. Su tercer problema fue en la farmacia, donde el constante desabasto de medicinas les impidió localizar el antibiótico que debía atacar la bacteria causante de la neumonía en el niño.

Este hecho provocó un cuarto problema, por el que Juan Pablo no pudo concluir el tratamiento, ya que la diputada y su esposo debieron rescatarlo de la pésima atención del Hospital 20 de Noviembre. Esto se debió a que el residente cambió el antibiótico y, como por reglamento, no pudo informarles el nombre del otro fármaco, los padres del infante no tuvieron siquiera la oportunidad de comprarlo fuera del “afamado nosocomio”.

Tras las muchas deficiencias y carencias detectadas en este hospital, la legisladora puso quejas en diversas áreas administrativas del Gobierno Federal, lo que fue advertido por varias madres de familia en Oaxaca, que en su caso hallaron el ejemplo y el camino para hacer visibles las suyas. Hubo entonces una lluvia de denuncias por negligencia, malos tratos y desabasto de medicamentos.

Fue entonces cuando la diputada del Partido Acción Nacional (PAN), durante una sesión ordinaria del Congreso de Oaxaca, promovió un punto de acuerdo con el que la LXIV Legislatura envió un exhorto al titular de la Secretaría de Salud (SS), Jorge Alcocer Varela, y a los directores del ISSSTE, Luis Antonio Ramírez Pineda (oaxaqueño) y el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, José Alfredo Medina, para que mejoren la atención a los pacientes de estas instituciones médicas.

Mendoza Sánchez advirtió que, pese a que su hijo se debatía aún entre la vida y la muerte, ese miércoles ocho de enero, se había vista obligada a asistir a la Cámara de Diputados para evidenciar la “grave desatención” que viven los pacientes y sus familiares en el Hospital 20 de Noviembre. Afirmó que los equipos de diagnóstico –el ultrasonido entre ellos– no funcionan, que el área de análisis clínicos y patológicos es muy deficiente y que los médicos realizan cirugías sin estar seguros de los diagnósticos.

Su denuncia pública sirvió para que la señora Karla Xóchilt Franco Velasco y su hijo Domingo Antonio emitieran otra queja contra el “afamado nosocomio”. El menor ingresó a éste a mediados de noviembre debido a un dolor agudo en el abdomen. Le diagnosticaron apendicitis y fue intervenido, pero después de varios días sin reportar ninguna mejoría, se hizo notorio que los médicos diagnosticaron mal.

Una vez que se realizaron otros estudios, el hallazgo reveló que el problema de Domingo Antonio estaba en la vesícula biliar y que era urgente extirparla. La madre firmó el consentimiento para la segunda intervención, confiada en la preparación de los médicos. Pero nuevamente Domingo Antonio no mejoró, su dolor se volvió insoportable y tanto en él como en su madre creció la convicción de que los médicos se habían equivocado nuevamente.

Karla Xóchilt Franco Velasco decidió denunciar la incompetencia del personal médico del nosocomio y promovió un amparo para obligar al ISSSTE a que le entregara los resultados de los exámenes practicados a su hijo para demostrar que a éste, además de quitarle por equivocación el apéndice y la vesícula, lo dejaron peor y con un sufrimiento mayor en el abdomen.

El Juez Cuarto de Distrito en Materia Administrativa con Residencia en la Ciudad de México otorgó el amparo número 1832/2019-II para que los especialistas del Hospital 20 de Noviembre diagnostiquen adecuadamente y brinden un mejor tratamiento, con el que Domingo Antonio preserve su vida y tenga un desarrollo físico normal en el futuro.

Uno de los efectos positivos de la denuncia pública, hecha por el Congreso de Oaxaca y las de los pacientes quejosos, fue que el director general del ISSSTE, Luis Antonio Ramírez Pineda, anunció que, en 2020, esta institución tendrá cuatro hospitales más en el país y que, en Oaxaca, se instalará uno de alta especialidad para atender a la población de la región sur de la República.

El Insabi no atiende a los niños con cáncer

Padres de familia de unos 350 niños convalecientes por algún tipo de cáncer, y que son atendidos en el Hospital de la Niñez Oaxaqueña, se manifestaron afuera del nosocomio para denunciar que el Gobierno Federal no ha enviado los medicamentos indispensables para el tratamiento adecuado de sus pequeños. 

Sergio Valencia Camarena, directivo del colectivo Nicoatole, denunció que la escasez de medicamentos se inició en noviembre del año pasado y que, hasta el momento, pese a la alerta oportuna sobre esta situación, enviada al secretario federal de Salud, Jorge Alcocer Varela, este funcionario no atendió el problema.

Durante la segunda semana de enero de 2020, la escasez de medicamentos se agudizó a tal grado, que los familiares de los pacientes tuvieron que conseguir algunos a precios muy altos, porque varios son importados y en México no hay.

Valencia Camarena recriminó al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador por su desidia y la incompetencia del personal de la SS para conseguirlos rápidamente y denunció que la transición del Seguro Popular al Insabi está afectando a los niños con cáncer en Oaxaca, porque ahora, en el Hospital de la Niñez, cobran a sus padres a 100 pesos las consultas y 450 pesos los análisis clínicos, que la Seguro Popular absorbía en el pasado reciente.

El dirigente del colectivo Nicoatole informó que los niños con leucemia constantemente deben ser aspirados de la médula, tratamiento por el cual sus padres tienen que pagar 16 mil 500 pesos, en contraste con los tres mil 500 pesos que aportaban cuando existía el Seguro Popular.

En el Hospital de Salina Cruz, en tanto, no hay recursos para alimentar a los pacientes ni al personal de enfermería y pasantes de medicina. En un oficio enviado en la segunda semana de enero al titular de Salud de Oaxaca, su director se quejó porque el personal médico no ha recibido sus salarios desde septiembre de 2019 y el hospital no cuenta con la solvencia económica necesaria para brindar sus servicios básicos.

Por su parte, el secretario de Salud de Oaxaca, Donato Casas Escamilla, reconoció que, en las últimas semanas, la entidad ha pasado por momentos sumamente difíciles en materia de salud debido a la ausencia de reglas operativas en el Insabi.

El funcionario aceptó que hay escasez de medicamentos oncológicos y afirmó que el gobierno de Oaxaca hace todo lo necesario para que, en los 34 hospitales del estado, donde hay pacientes que requieran estos fármacos, sean provistos a la brevedad posible, aunque aclaró que su desabasto es nacional y no es fácil conseguirlos.

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