En un juicio realizado en Lyon, Francia, un ex sacerdote confesó haber abusado sexualmente “de 4 a 5 niños por semana” durante dos décadas de servicio al clérigo.

Bernard Preynat, un ex cura de 74 años de edad, confesó que durante dos décadas abusó de una serie de menores que estaban a su cargo cuando era capellán de los ‘boy-scouts’ en Sainte-Foy-Lès-Lyon, una localidad francesa.

Las víctimas en aquel entonces tenían entre 7 y 15 años de edad. Sus padres ignoraban las agresiones que sus hijos enfrentaban, por lo que no fue sino hasta 1971 y 1991 cuando se levantaron las primeras denuncias contra Bernard.

“En la época, a mi entender no cometía agresiones sexuales sino que eran caricias, cariños. Estaba equivocado. Son las acusaciones de las víctimas las que me lo han hecho comprender”… mencionó el acusado en su declaración.

Entre 1970 y 1990, el padre Bernard era admirado por los padres de la diócesis, pues estos confiaban en que sus hijos eran felices yendo a las excursiones que Preynat organizaba dentro y fuera de Francia.

En 2015, ex miembros de los ‘scouts’ denunciaron de nuevo a Bernard por tocamientos inapropiados, besos en la boca y caricias recíprocas obligadas de tipo sexual.

Los hechos eran conocidos por la Iglesia católica de Francia, lo que conllevó a la condena del cardenal Philippe Barbarin. Preynat había confesado los abusos a sus superiores desde 1991.

Durante un juicio canónico, el acusado fue reducido a seglar, pero ahora podría pasar hasta 10 años en prisión por sus delitos.

“Yo sabía que estos gestos estaban prohibidos, que eran caricias que nunca debería haber hecho. Eran a escondidas (…) Y sí, es verdad, me aportaban placer sexual”, añadió a su confesión.

Por su parte, la investigación de los casos encontró que las primeras agresiones de Preynar fueron cometidas cuando este tenía 17 años y corría el año de 1962. Los abusos se detuvieron hasta 1991.

La magistrada que presidió la audiencia confirmó que los abusos de Bernard involucraban “de cuatro a cinco niños por semana”, lo que quiere decir “casi un niño al día”.

Una de las víctimas de Preynat, identificada como François Devaux, mencionó que los abusos del ex sacerdote dejaron duros estragos en su vida que lo orillaron a intentar suicidarse y a ser violento con sus padres.

“Lo que estoy viviendo aquí, en el proceso, es lo más duro que he vivido desde el principio del caso (…) Antes, me parece, yo era un niño lleno de luz. Después de esto, viví una vida muy sombría”, explicó.

El abogado de Bernard, Frédéric Doyez, criticó por su parte la demora del juicio y afirmó que estos hechos debieron ser juzgados hace 30 años.

“Vamos a saber por qué (el caso) no se llamó a la puerta de un tribunal en lugar de llamar a la puerta de un obispado. Vamos a saber por qué en la época se consideró normal que no hubiera una respuesta penal”, dijo a la AFP.

Con información de AFP y  Noticieros Televisa.