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Aldo Gutiérrez, el normalista que sobrevivió la noche de Iguala
CDMX.- La noche del 26 de septiembre de 2014 no solo desaparecieron a 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un disparo de policías municipales de Iguala provocó daño cerebral irreversible a Aldo Gutiérrez Solano, entonces de 19 años. Estuvo en coma año y medio; ahora se encuentra estable, pero en estado vegetativo.
Aldo Gutiérrez Solano soñaba con ser futbolista profesional, es el décimo de catorce hermanos. En Ayotzinapa, sus compañeros lo recuerdan con cariño, dicen que no les falló el apodo.
“Aquí nosotros lo apodamos la garra”, dice un normalista sobreviviente y compañero de Aldo Gutiérrez.
-¿Por qué?
“El compañero sí, la verdad siempre mostraba tener ese valor de hacer las cosas”.
Hace cinco años, normalistas tomaron cinco autobuses en la estación de Iguala. En ellos viajarían a la Ciudad de México, a la marcha del 2 de octubre. Minutos después, cerca del periférico, una patrulla se le atravesó a uno de los autobuses.
“Se sale el policía, saca la llave y se va. Lo que hicimos varios compañeros fue mover la patrulla para que nos abriera paso (…) y nos percatamos que atrás venían tres patrullas más, las cuales empezaron luego a dispararnos”, dice el normalista sobreviviente.
El estudiante normalista recuerda que un balazo atravesó la cabeza de Aldo Gutiérrez.
“Ya nomás vimos que de repente se cayó y empezó a sangrar por el oído, por la nariz y por la boca, estaba ahí convulsionando”.
Intentaron levantarlo, pero los disparos siguieron.
“Éramos alrededor de 15 compañeros que seguíamos en el autobús, escondidos entre los asientos, vimos como los policías no permitían que los paramédicos levantaran al compañero”, dice el testigo.
Hasta el cuarto intento pudieron acercarse y llevarlo al hospital. Al día siguiente, su familia lo encontró en el Hospital General de Iguala, nadie lo atendía.
“Ni siquiera suero. Estaba todo manchado de la ropa, su cuerpo, todo. Manchado de sangre”, recuerda Leonel Gutiérrez, papá de Aldo.
Señala que el médico neurólogo dijo que había 80 por ciento de probabilidades de que el estudiante muriera.
Aldo Gutiérrez fue trasladado al Instituto Nacional de Neurología, en la Ciudad de México, con un diagnóstico poco esperanzador.
“Se le dañó el 65 por ciento del cerebro (…) la bala que le atravesó le dañó parte de la vista, parte del cerebro, pero lo más difícil fue cuando no se le dio la atención como debería de ser”, señala Leonel Gutierrez Solano, hermano de Aldo.
Después, lo llevaron al Instituto Nacional de Rehabilitación, en total estuvo internado cuatro años.
En 2018, sus hermanos lograron que el Gobierno federal construyera una casa especial para Aldo Gutiérrez, donde lo atendieran enfermeras y médicos.
“Alza su mano y hace con los dedos, un brazo. Le preguntan ¿aldo, estás bien conmigo? y le hace así a un enfermero”, señala Gloria Solano, mamá de Aldo Gutiérrez.
Leonel, hermano del normalista herido, explica que se logró que se le quitara el ventilador para que respirara por sí mismo.
“Y lo ha logrado, lo ha logrado muy bien. Él respira como nosotros, tiene una traqueostomía”.
Sin embargo, a veces no llegan los medicamentos que solicitan, mandan otro medicamento y quienes atienden a Aldo Gutiérrez buscan cómo usarlo.
Ahí donde Aldo no hay luz en el baño. A veces no tiene el refri de él con su medicina, no tiene luz a veces. Desde cuando están que nos van a arreglar la luz, pero todavía falta. Han llegado los recibos hasta de 6 mil, carísimo. Ahorita lo estamos pagando, que lo van a reembolsar”, dice la madre de Aldo.
Es posible que el arma con la que hirieron a Aldo Gutiérrez sea uno de los rifles alemanes que llegaron de manera irregular a Guerrero. ¿Cómo? A través de la empresa Heckler and Koch y un posible esquema de corrupción en la Secretaría de la Defensa (Sedena).
Alemania tenía una restricción para exportar armas a cinco estados mexicanos, entre ellos Guerrero. La empresa Heckler and Koch vendió a México, de 2005 a 2011, más de 10 mil fusiles por un monto superior a 25 millones de euros, así lo informó Sedena al Centro Prodh en solicitudes de información.
De 2006 a 2009 Guerrero recibió mil 948 fusiles Heckler & Koch. La condición era que no llegaran a los cinco estados en conflicto, pero tan solo de 2006 a 2009, guerrero recibió mil 948 fusiles.
La empresa tendría que haberse asegurado, a través de constancias de usuario final, a dónde llegarían estas armas”, asegura Sofía de Robina, del Centro Prodh.
La noche del 26 de septiembre los normalistas fueron atacados con este tipo de rifles.
Según un dictamen de balística, al menos tres rifles modelo G36V fueron disparados en el lugar donde Aldo Gutiérrez fue herido.
En Alemania, dos empleados de Heckler and Koch fueron condenados a prisión domiciliaria, la empresa fue multada con más de 4 millones de euros. En México ni siquiera hubo investigación.
Actualmente 21 policías están detenidos, acusados por tentativa de homicidio contra Aldo Gutiérrez Solano. La familia espera que los responsables no salgan de prisión.
Con información de Despierta.