La celebración, que tuvo el ataque reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI), contaba con al menos mil invitados, entre los que se encontraban decenas de mujeres y niños, según precisó el portavoz del ministerio del Interior, Nasrat Rahimi.

“Los participantes bailaban y festejaban cuando se produjo la explosión", explicó un invitado herido en brazos y abdomen.

Las bodas en Afganistán son eventos multitudinarios, con centenares e incluso miles de invitados celebrando juntos el casamiento en salas de dimensiones industriales, donde los hombres generalmente están separados de mujeres y niños.

Talibanes negaron inmediatamente cualquier implicación del grupo insurgente en el ataque que fue reivindicado este domingo por la filial afgana del EI "El hermano kamikaze (...) logró alcanzar a un gran número de apóstatas", escribió el grupo yihadista.

El EI, islamistas radicales sunitas, han atacado en numerosas ocasiones a la comunidad chiita de Afganistán, de la que formaba parte las familias de los novios.

Ataque inhumano

Tanto las embajadas presentes en Afganistán como las misiones de la OTAN y a ONU enviaron mensajes de condena por el atentado.

El primer ministro afgano, Abdulá Abdulá, condenó el "atentado terrorista" y se solidarizó con las familias, al tiempo que declaró que "este ataque odioso e inhumano es un crimen contra la humanidad".

La explosión del sábado llega en un momento en que Estados Unidos y los talibanes ultiman un esperado acuerdo para pactar una reducción considerable de las tropas estadounidenses en Afganistán a cambio de que los insurgentes respeten un alto el fuego.

Ante la inminencia del pacto, la violencia se ha redoblado en el país. La ONU reveló que el mes de julio fue el más sangriento desde mayo de 2017, con más de mil 500 civiles heridos o muertos en el país. En 2018, tres mil 804 civiles murieron, entre ellos 900 niños.