Arizona.- Agentes del FBI encontraron baldes con partes del cuerpo, un refrigerador lleno de genitales masculinos y una cabeza de mujer cosida en un torso masculino "como Frankenstein" durante una redada en un centro de donación de cuerpos en Arizona, revela una nueva demanda.

La inquitante escena fue descubierta por agentes del FBI en el ahora cerrado Centro de Recursos Biológicos en 2014 como parte de una investigación en varios estados sobre el tráfico ilegal y la venta de partes del cuerpo humano, según lo informado por la República de Arizona.

Los detalles del hallazgo sombrío se revelaron en una demanda presentada contra el centro esta semana por 33 acusados cuyos cuerpos de sus seres queridos fueron donados a la instalación con el pretexto de que serían utilizados con fines científicos.

En su declaración en la demanda civil, el ex agente especial del FBI Mark Cwynar describió las "diversas escenas inquietantes" que esperaban a los policías, incluidos "un cubo de cabezas, brazos y piernas" y "un refrigerador lleno de genitales masculinos".

Los agentes también encontraron "cabezas infectadas", la cabeza de una mujer pequeña cosida en un torso masculino grande y colgada en una pared "como Frankenstein", y partes del cuerpo apiladas una encima de la otra sin etiquetas de identificación.

El Centro de Recursos Biológicos se especializa en la recolección gratuita de seres queridos fallecidos para familias a cambio de sus cuerpos, para uso en investigación científica. En cambio, la compañía vendió partes del cuerpo a varios intermediarios con fines de lucro.

Una lista de precios de 2013 incluida en el archivo del tribunal civil indica que se puede comprar un niño entero sin hombros ni cabeza por $ 2,900, mientras que una espina entera se vendió por $ 950.

En 2015, Gore se declaró culpable de llevar a cabo un negocio ilegal después de las acusaciones que usó partes del cuerpo de una manera que los donantes no habían permitido.

Fue sentenciado a un año de prisión diferida, cuatro años de libertad condicional y se le ordenó pagar $ 121,000 en restitución.

Los demandantes dicen que sus seres queridos fallecidos no fueron tratados con respeto y afirman que fueron engañados por la compañía para creer que sus cuerpos serían utilizados para la investigación de enfermedades y la donación de órganos.

En 2017, Arizona aprobó una ley que dice que a las empresas de donación de cuerpos no se les permite operar sin una licencia, pero aún no se ha implementado. El caso está programado para ser juzgado en el Tribunal Superior del Condado de Maricopa el 21 de octubre.