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Neuralink comunicará cerebros y máquinas con IA y de forma inalámbrica
Tal como se esperaba, la compañía creada por el visionario Elon Musk para desarrollar potentes interfaces entre el cerebro humano y los ordenadores, desveló ayer en San Francisco algunos de sus secretos.
El primer objetivo de Neuralink será desarrollar dispositivos para personas con parálisis, con la finalidad de que puedan controlar teléfonos y ordenadores para comunicarse.
Los primeros experimentos se desarrollarán con neurocientíficos de la Universidad de Stanford: esperan tener un paciente humano para finales de 2020.
Para conseguir este objetivo, la empresa está desarrollando un sistema sofisticado para mejorar los implantes cerebrales que posibiliten esa comunicación.
La primera novedad es que los implantes necesarios se realizan mediante hilos flexibles más delgados que un cabello humano que conectan hasta 3.072 electrodos.
Esos hilos se implantan a través de un pequeño robot que usa láser para insertar seis hilos (192 electrodos) por minuto evitando los vasos sanguíneos, lo que reduce las posibilidades de una inflamación cerebral.
Simbiosis con la IA
La finalidad es lograr una simbiosis con la inteligencia artificial que permita acceder directamente a la actividad neuronal de una forma mínimamente invasiva.
Se trata de una tecnología que supera con creces todo lo que existe en la actualidad para que personas paralíticas puedan comunicarse a través de su pensamiento.
Por un lado, tiene muchos más electrodos que las tecnologías actuales: más de tres mil frente a los 128 canales de electrodos que tienen hoy otras tecnologías.
Por otro lado, al recurrir a la IA, esta tecnología captura la información cerebral como mayor rapidez, por lo que permitirá a los humanos comunicarse en tiempo real con las máquinas.
Por último, la tecnología cuenta con un chip personalizado que es capaz de leer, limpiar y amplificar las señales del cerebro.
En este momento, solo puede transmitir datos a través de una conexión por cable (utiliza USB-C), pero en última instancia, el objetivo es crear un sistema que pueda funcionar de forma inalámbrica.
Ese dispositivo inalámbrico, llamado "sensor N1", ha sido diseñado para integrarse en el cuerpo humano y transmitir sus datos cerebrales de forma inalámbrica a través del teléfono móvil.
Con información de Tendencias 21.