Los equipos de rescate recuperaron  con vida a un bebé de 11 meses de edad que permanecía bajo los escombros de la sección de un edificio residencial de 10 pisos que se desplomó por una explosión provocada por fuga de gas en la ciudad rusa de Magnitogorsk.

El rescate del menor sobreviviente se logró la mañana de este martes, un día después de que se produjo el incidente, en el cual por lo menos ocho personas murieron y cinco más resultaron heridas, aunque se estima que todavía habría unas 37 personas atrapadas bajo los escombros.

La explosión  provocó el derrumbe de un bloque del edificio con 35 apartamentos y causó daños a otros 10, sección en la que residían unas 120 personas, de acuerdo con el gobierno del óblast de Chelyabinsk, al que pertenece Magnitogorsk.

Más de 24 horas después del colapso “fue hallado con vida un niño de 11 meses bajo los escombros”, informó la oficina de prensa del gobierno local y agregó que también se encontraron otros dos cuerpos, por lo que por el momento ya son ocho los fallecidos.

El Ministerio de Salud de Rusia indicó en un comunicado que el bebé se encontraba en una condición crítica debido a quemaduras por congelación, a una lesión cráneo-cerebral y fracturas en las piernas, de acuerdo con despachos del servicio ruso de noticias Sputnik.

El menor, identificado como Iván, fue trasladado a un hospital en Moscú, la capital rusa, donde es reportado en condición “muy seria”, mientras que su madre también sobrevivió y se encuentra bien a su lado.

El gobernador de Chelyabinsk, Boris Dubrovsky, declaró mañana miércoles como día de luto en la región por las víctimas de esta tragedia.