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Un año reconstruyendo al Istmo
Oaxaca.- Hace un año, en los últimos minutos de un día como hoy, un terremoto de 8.2 grados de intensidad sacudió la vida de la gente de los pueblos del Istmo.
En esos interminables 153 segundos supimos que nada iba a seguir siendo igual para los familiares de los muertos, los miles de damnificados y, en general, de toda la sociedad de los pueblos del Istmo oaxaqueño.
Conforme llegó la luz del día, supimos la magnitud del desastre y nos constituimos en los pueblos del Istmo para solidarizarnos y dar consuelo a los afectados, pero también para ayudar en el inicio de las labores de la reconstrucción.
En ese entonces era senador de la república y presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas del Senado, y en ese carácter acompañé al gobernador Alejandro Murat esa mañana para sumarme en las actividades del gobierno ante la emergencia.
Pocas horas después aterrizó, en el aeropuerto de Ixtepec, el presidente Enrique Peña Nieto, para encabezar las labores de las fuerzas armadas, el Gobierno y la Policía Federal en las actividades humanitarias.
Así trabajamos en las principales comunidades afectadas en los primeros días, cuando el movimiento telúrico nos tomó por sorpresa a todos, incluso a quienes se han profesionalizado en el arte de la denuncia y la extorsión política.
Nuestras actividades continuaron durante los siguientes meses de ese fatídico año, aunque cuidamos no hacerlas públicas, porque cuando se repusieron del asombro, quienes usan las redes sociales como medio político, abrieron una campaña de desprestigio y provocación contra las instituciones gubernamentales.
No sólo colaboré en las actividades de rescate, sino también en la gestión ante los gobiernos federal y estatal para que los recursos y apoyos llegaran a los damnificados, y a todos los pueblos y comunidades afectados.
En esas actividades, volvimos a confirmar que nuestros pueblos y nuestra gente se engrandecen en la adversidad. La solidaridad y la reciprocidad fueron lo común en esos duros momentos.
Observamos también que los gobiernos estatal y federal reaccionaron con prontitud, dinamismo y organización para encabezar los trabajos de rescate y reconstrucción.
Un año después, vemos a nuestra gente reconstituyendo las redes económicas, sociales y culturales que la tragedia afectó. Observamos que las casas parcialmente dañadas han sido reconstruidas y muchas viviendas destruidas totalmente se han vuelto a levantar o están en proceso de construcción. Aunque quedan algunos, especialmente edificios públicos en espera.
Mucho ha servido el apoyo económico del gobierno estatal y federal para estas labores, así como los recursos que vinieron de las organizaciones civiles y los donativos de miles de solidarios mexicanos.
Sabemos que falta mucho por hacer, porque la magnitud de la tragedia fue inmensa, pero estoy convencido que, en muy poco tiempo, habremos de dejar atrás estos amargos recuerdos, para ver el futuro luminoso al que estamos acostumbrados los istmeños.
Para lograr ese objetivo, seguiré aportando todos mis esfuerzos y mi voluntad. Como sé que lo harán muchos oaxaqueños y mexicanos que queremos seguir viendo a nuestra gente trabajando en paz, y construyendo un futuro mejor para nuestras familias, nuestros amigos y la sociedad en general.
Grandes siguen siendo los retos, pero es más grande nuestra voluntad. Unidos ante la adversidad, seguiremos transformando al Istmo y Oaxaca. Ese es nuestro deseo y mi compromiso.
Ing. Jorge Toledo Luis
Diputado Electo