Alrededor de 60 kilos puede ser el peso de una persona adulta según la altura que tenga, o el de un tumor. Una mujer de 38 años de Connecticut, EE.UU., acudió al médico después de aumentar su peso a razón de 4,5 kilos por semana desde el mes de noviembre del año pasado.

El caso ha pasado a formar parte de la literatura médica.

La tomografía reveló una masa en el abdomen y la mujer fue enviada al oncólogo y ginecológico Vagan Andikyan, en el Danbury Hospital. Aquella masa era un tumor de 60 kilos y casi 90 centímetros de diámetro. Según el médico:

También eliminaron el exceso de piel que el tumor había extendido sobre el abdomen de la paciente y reconstruyeron la pared abdominal dañada. El tumor resultó ser benigno, un tipo de crecimiento categorizado como mucinoso.

Este tipo de tumores ováricos, llamados así porque están llenos de una sustancia parecida al moco, constituyen alrededor del 36% de todos los tumores ováricos epiteliales. Alrededor del 80% de ellos son benignos, con un 14% en el límite y el 5% restante maligno. Además, también tienden a ser muy grandes, aunque no llegan esos 60 kilos del caso. Según los doctores:

La paciente se fue a su casa después de dos semanas y, tres meses después de la cirugía, se está recuperando bien y ha vuelto al trabajo. “Afortunadamente, no requirió de ningún tratamiento adicional. Ha vuelto a una vida normal, al trabajo, y cuando la vi en mi oficina, vi sonrisas, vi esperanza y vi a una mujer feliz que está de vuelta en su vida normal y su familia”, dijo uno de los médicos que la operó.

El equipo médico tuvo que tener especial cuidado en extirpar el tumor, en parte porque estaba sentado en un vaso sanguíneo importante, y en parte porque la paciente quería retener la mayor parte de su sistema reproductivo posible. El 14 de febrero de este año 12 cirujanos emplearon cinco horas para extirpar el tumor.