~~Washington.-  El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, alertó al gobierno de Rusia “para que se prepare”, porque el Pentágono podría lanzar misiles contra Siria, en represalia por el ataque con elementos químicos a la población civil.

“Rusia prometió derribar cualquier misil que sea disparado contra Siria. Prepárate Rusia porque estarán llegando misiles bonitos, nuevos e inteligentes. No deberían ser aliados de un animal que mata a su gente y lo disfruta”, escribió Trump en su cuenta personal de Twitter.

Un día después de reunirse en la Casa Blanca con los líderes militares del Pentágono, el mandatario estadunidense se refirió por primera vez en lo que va de su mandato a un ataque con misiles a otro país, por encima de una posible confrontación con Rusia.

El gobierno del presidente ruso Vladimir Putin, mantiene una posición irrevocable de defender al presidente sirio, Bashar al-Assad, quién presuntamente ordenó el fin de semana pasado un ataque químico contra sus enemigos políticos, matando con ello a civiles inocentes.

En otro mensaje de Twitter, Trump reconoció que la relación de Estados Unidos con Rusia, está en uno de sus peores momentos, que incluso rebasa a la época de la Guerra Fría.

“No hay razón para esto”, escribió Trump en un segundo mensaje en el que añadió: “Rusia necesita ayudarnos con la economía (de Siria), algo que pueden hacer fácilmente y que todas las naciones podemos trabajar conjuntamente. ¿Pararán la carrera armamentista?”.

Aprovecho los mensajes para aclarar que la mala relación con Rusia se debe a la investigación del fiscal independiente Robert Mueller, para determinar si su campaña electoral de 2016 se coludió con Moscú para manipular las elecciones presidenciales estadunidenses y no por lo que ocurrió en Siria.

Los mensajes de Trump se dieron en el contexto del anuncio de Paul Ryan, el presidente de la Cámara de Representantes y líder de los republicanos en el Congreso federal, de que no buscará reelegirse en las elecciones de noviembre próximo.

La decisión de Ryan, según los analistas políticos, es una señal de que los republicanos del Congreso están nerviosos ante la posibilidad de que los demócratas recuperen el control representativo del Congreso en los comicios de noviembre.