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A trazo limpio: muestran Ros y Darío su talento
Oaxaca.- El público pudo ponerse por breves momentos en el lugar de los moneros durante la presentación ¡A trazo limpio! Improvisación de ilustradores en vivo, donde participaron Ros, cartonista del periódico español El País; y Darío Castillejos, de El Imparcial de Oaxaca y tres veces ganador del Premio Nacional de Periodismo en los últimos cuatro años.
Para contextualizar al público, los moneros iniciaron con una charla donde hablaron de su oficio y particularmente del trabajo de cada uno. “Mis cartones a diferencia de los que estamos acostumbrados no son políticos pero sí coyunturales. Suelo trabajar con personajes anónimos porque me gusta que el lector se identifique con ellos”, señaló Ros.
“Son situaciones cotidianas en las que encuentro absurdos y los exploto. Situaciones por las que todos pasamos y con las que nos podemos identificar” continuó Ros, quien se caracteriza por dar la vuelta a hechos simples para sacarles lo humorístico combinando frases y trazos minimalistas.
Sobre el trabajo de Ros, Darío señaló que va más allá de lo habitual. “La verdad es que el humor gráfico es más extenso y Ros es la prueba, porque todos estamos acostumbrados a los moneros de temas políticos y es que hay una larga tradición de eso”, apuntó.
Sin embargo, Darío reconoció a los grandes moneros que sentaron las bases del oficio haciendo caricatura política y de denuncia, tales como Rius y el recientemente fallecido Rogelio Naranjo, de quienes dijo “les tocó abrir brecha. Les tocó lo duro y lo tupido”.
Darío señaló también la poca importancia que muchos le dan al trabajo del monero, incluso los propietarios y editores de los periódicos quienes a veces se niegan a pagar el precio justo por su trabajo. Lo anterior, lo ejemplificó con anécdotas donde se negaban a pagarle o le pedían trabajos inmediatos e improvisados.
Sobre el mismo tema, Ros recordó que hay un periódico de fama internacional, que tiene como norma no pagar a sus colaboradores pues consideran que el hecho de que los publiquen es suficiente paga. Declaró que en sus inicios trabajó con este medio a fin de probar.
“El cartón es como un cuento y el cartonista un cuentista. Es tardado concebir una escena, a veces no sale. Lleva tiempo imaginar a los personajes, sus posturas, los paisajes”, dijo Ros, quien recalcó el largo tiempo que lleva su trabajo y el esfuerzo intelectual que conlleva.
Casi para finalizar, los moneros realizaron la improvisación de dos cartones, que fueron proyectados para el público. Además, se realizó una dinámica donde al público se le repartió cartones de ambos moneros para que les colocaran diálogos, a fin de demostrar el esfuerzo que implica este oficio.
Las mejores cuatro propuestas del público fueron premiadas con ejemplares de los libros Cual para tal, de Ros; e Impresiones de un mundo desdibujado, de Darío. La charla finalizó con la invitación a conocer más de cera el trabajo de estos y otros artistas de la ilustración.