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Oficio de sepulturero, mejor que trabajar con los vivos
Oaxaca. Oax.- “Trabajar de sepulturero tiene muchas ventajas, una de ellas es evitar tener que lidiar con los vivos”, afirma sonriente don Natalio Cruz Cruz, quien desde hace años se dedica a este noble oficio que en ocasiones es mal visto por la gente.
En entrevista don Nato, quien lleva varios años trabajando de sepulturero en el panteón General San Miguel, comenta que hay muchas formas de ganarse la vida y su trabajo es uno más de ellos.
En este sentido, informó que su empleo es como cualquier otro, y es que le gusta su trabajo por ello ha pospuesto salirse de ahí, "con este trabajo le he dado estudios a mis hijos, mi familia come de esto, además es mejor que estar en la calle hasta nos pueden asaltar", dijo.
De la misma forma, señaló que existen muchos mitos acerca de su trabajo, uno de ellos que "el panteón llama", y que difícilmente es dejarlo, pero todo se trata de mitos, creencias contrarias a la razón, supersticiones de la gente, comenta.
Asimismo, indicó el enterrador que no le tiene miedo a la muerte, ya que todos los días lidia con ella, sabe que algún día le tocará a él, "le tengo más miedo a los vivos", mencionó.
El sepulturero, subrayó que prefiere seguir trabajando y no estar sin hacer nada, además de que su trabajo siempre le ha dado recursos económicos para poder comer.
Informó que ser sepulturero suele ser un oficio con tradición familiar, sin embargó el no quiere que alguno de sus hijos se dedique a este trabajo, pero no porque no quiera su oficio, sino porque prefiere que sus hijos estudien y puedan tener un mejor trabajo, remunerado y que no trabajen bajo la lluvia, en días festivos, entre otras cosas.
Narró que inició siendo jardinero, después aprendió albañilería y ahora se dedica a palear la tierra, donde dan descanso eterno a los difuntos. "Existen muchas ventajas entre ella a valorar la vida, a dejar los vicios si alguna vez existieron, aquí he visto muchos casos, desde la gente que se va a la fosa común hasta las personas que tienen muchos recursos económicos", agregó.
Relata que ha vivido tantos casos de los que tiene muchas anécdotas, entre ellas le tocó enterrar a un joven que se accidentó y sus padres lo enterraron con dos bandas, "las canciones era alegres, parecía una fiesta y no un entierro, trajeron comida y todos los asistentes parecía que estaban en una fiesta", recuerda.
Refirió que el oficio del sepulturero ha sido un mito de las películas de terror, “donde los ponen como personas malos, feos, grandes, traficantes de tumbas, sin embargó son padres de familia, personas honradas las que se dedican a este oficio”, apuntó.
Abundó que todos los niños siempre aseguran que cuando sean grandes serán bomberos, policías, médicos y curiosamente nadie dice que se dedicaría a un trabajo que sea vivir de la muerte.
Afirmo que dentro del panteón no hay nada que temer, no existe nada fuera de lo normal, como asegura la gente, "a lo que hay que tenerle miedo es a los vivos y a los que se pasan de vivos", dijo.
"Después de la vida no hay nada", aquí lo más triste es no tener quien llore a un muerto, que nadie este contigo antes de que seas sepultado, en ocasiones nosotros mismos le ponemos una veladora al difunto, porque ante todo somos creyentes”, concluyó.