Oaxaca.-El Arzobispo José Luis Chávez Botello,  señaló que las expresiones de violencia en el mes de las fiestas patrias son un fuerte grito de alerta; el malestar social crece por varios motivos en diferentes sectores y como río desbordado de violencia o fuerte ciclón, amenaza inundaciones y destrucción.

"Muchos no estamos haciendo bien nuestra tarea y otros todavía permanecemos indiferentes; la sociedad, desde sus sectores, no ha jugado un papel significativo para exigir e impulsar la solución de fondo a estos conflictos y alcanzar la pasa social", señaló.

Advirtió que si no se alcanza la paz social pronto, gobernará la violencia, el crimen o el autoritarismo.

El jerarca, abundó que la paz es un integrante indispensable del desarrollo y realización de las personas. "En nuestra situación es ya un anhelo hondo de los oaxaqueños; lo podemos sofocar y encadenar por la violencia, pero no la arrancaremos del
corazón porque es una aspiración natural profunda del ser humano", agregó.

Abundó que sin paz no se puede vivir, de ahí la urgencia de educarnos para la Paz y asumir las tareas para lograrlo; todos tenemos la capacidad necesaria, aún los que se creen imponentes y discapacitados, pero hay que ejercitarnos como los atletas, aprendamos de los atletas paralimpicos, pidió.

Indicó que no se puede permitir que Oaxaca de de sangre más; ya hay resentimientos y heridas profundas en personas, grupos y en comunidades que, si no se atienden, se transmitirán a los niños y a sus alrededores.

En este sentido, abundó que no pocos creen que en Oaxaca, ante tanta violencia, nada se puede hacer ¿Sirve de algo lo que yo puedo hacer? ¿Vale la pena esforzamos sino vemos fritos? ¿Por dónde comenzar?

Refirió que el campesino al sembrar muchas semillas pequeñas no ve los frutos inmediatamente, pero suele tener en una cosecha abundante.

Señaló que la restauración y fortalecimiento de La paz comienza desde el corazón de cada persona con pensamientos, palabras y acciones de paz al alcance de todos.