Oaxaca, Oax.- Pobladores del municipio de Santo Domingo Ixcatlán, denuncian que fueron brutalmente agredidos por elementos de seguridad el 30 de enero del 2011, y hasta la fecha no se les ha hecho justicia.

 En conferencia de prensa, la profesora Alma Morales, señaló que el 30 de enero del 2011 a las diez de la mañana, arribaron al municipio un aproximado de 800 elementos de la policía preventiva ministerial y fuerzas especiales, al mando de Roberto César Alfaro y Marco Tulio Escamilla, secretario de Seguridad Pública, quienes  ingresaron  a la agencia denominada Tierra Blanca.

 Narró que allí en tierra blanca, se mantenía un plantón pacífico, con motivo  a que éste gobierno actual, les había retirado la policial preventiva  que mantenía la seguridad y paz entre los municipios de Ixcatlán con su similar de Chalcatongo que viven un conflicto agrario por más de 200 años.

 Por lo anterior, exigieron justicia para que este caso no quede impune. Indicó que históricamente la lucha del territorio ha sido principio fundamental del ideal indigenista, el poder y el respeto por el límite del territorio, ha sido la lucha por la que el municipio de Santo Domingo Ixcatlán se encuentra inmerso, por ello se han generado enfrentamientos por la defensa territorial.

 Abundó que la realidad social obliga al estado en sus tres poderes de gobierno a involucrarse decididamente en la solución de conflicto suscitado no sólo por la tenencia de las tierras, sino a cualquier controversia que ponga en riesgo la estabilidad social, política y económica de esta entidad federativa.

 Señaló que en representación del núcleo agrario del municipio que aglutina a 1800 comuneros, tiene como objeto hacer pública la comparecencia entre los derechos humanos con fecha 25 de abril del 2016, de servidores públicos del gobierno estatal de Oaxaca, por abuso de autoridad.

 Indicó que la policía al ingresar al municipio, lejos de salvaguardar sus vidas, hizo destrozos y golpean a personas de la tercera edad, niños, personas de capacidades especiales sin importar las súplicas de cada uno y los llantos de las personas que les rogaban que los dejaran de golpear.

 Detalló que algunos gritaban basta ya, y ellos sin piedad arrasaban con todo lo que estaba a su paso.