Oaxaca.- Esta mañana, un grupo de ciudadanos recriminaron a los indígenas triquis de San Copala  plantados en el zócalo de la ciudad, que utilicen su condición para vivir de lo que obtienen del gobierno.

Una señora muy molesta, recriminó a los indígenas que incluso lleguen a usar a sus hijos como carne de cañón para que el gobierno le de recursos.

En el reclamo se les cuestionó que solo en festividades los indígenas triquis -que algunos de ellos gozan de medidas cautelares-, se aparezcan y se manifiesten para que el gobierno negocie con dinero su retiro.

Los desplazados se enfurecieron y  cuestionaron a los  ciudadanos que quien les pagó para ir a provocarlos.

La policía se mantuvo a distancia ante el borlote que se armó en pleno corazón de Oaxaca y que también fue observado por turistas y locales.