- UABJO
Se amarrará la UABJO el cinturón
Oaxaca.- El rector de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca Eduardo Martínez Helmes, ordenó apretarse el cinturón para soportar los recortes presupuestales aplicados al gasto destinado a esa máxima casa de estudios.
Entre las medidas que se han instruido se determinó la disminución de salario al personal directivo, y la optimización de recursos materiales además de la cancelación del pago de viáticos.
Martínez Helmes demandó al cuerpo de gobierno dentro de la UABJO pagar con su salario los costos de sus viajes (hospedaje, traslado y gasolina) y la renta de sus teléfonos celulares.
Aseguró que con los ahorros que se van obtener se va buscar impulsar un plan para fortalecer la operación de instalaciones en sus operaciones y mejorar la calidad de la enseñanza.
En la víspera de las elecciones para renovar la rectoría en la UABJO, Martínez Helmes, exigió a quienes aspiran a un cargo de elección popular, respetar la autonomía de la máxima casa de estudios y no utilizarla como trampolín político.
Dijo que la universidad es “apolitca” y no obedece a ningún fin o interés político o partidista independiente que la comunidad universitaria los alumnos y catedráticos tienen garantizada la libertad de la participación política en lo individual.
Llamo a quienes buscan utilizar a la comunidad universitaria con fines ajenos a los educativos, se mire a la UABJO como una institución de resultados académicos que requiere un reconocimiento presupuestal.
En este sentido, exigió a quienes aspiran a la gubernatura hacer de aquella visión una posibilidad de fortaleza para el estado mismo.
Respecto al papel del estudiantado, sostuvo que el ejercicio del voto con libertad y plena convicción no tiene limitantes dentro de la institución pero se debe considerar la universalidad de pensamiento. "No hay ningún mecanismo que pueda señalar que existe un sentimiento homogéneo".
Explicó que el respeto a la autonomía de la UABJO no restringe el acercamiento político a las y los actores de la universidad, pero no para pretender ocupar a la máxima casa de estudios como trampolín para alcanzar una candidatura o un puesto de elección popular.