La eliminación o fusión de 246 programas presupuestarios anunciados por el Gobierno para 2016 es insuficiente para responder a los retos que se prevén, consideraron analistas.

Aseguran que lo anunciado no cambia radicalmente la forma de organizar el gasto ni resuelve el desafío que viene por menores ingresos previstos para el siguiente año.

Para Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), más allá de presentar un recorte basado en un análisis exhaustivo se fusionaron programas para agruparlos con un nombre distinto.

Establecer el mecanismo de presupuesto base cero a partir de 2016 sería casi una revolución en materia de uso de recursos públicos, pero parece una tarea imposible, aseguraron especialistas según una nota publicada por el diario Reforma.

"Lo que hizo el Gobierno, que es lo que hecho antes, es jugar con un paraguas; agrupó cosas y le puso un nombre diferente, lo hicieron con la seguridad social y el combate a la pobreza, pero es algo nominalista, es sólo cambiar el nombre.

"No creo que el cambio sea suficiente para los retos de 2016, si tuviera que pronosticar, y a lo mejor me equivoco, pero la reorganización será sólo nominalista, nos van a decir 'miren quitamos todo esto', cuando en realidad sólo están agrupando", afirmó.

Con la información presentada por la Secretaría de Hacienda ayer no es posible hablar de un Presupuesto Base Cero todavía, sino más bien de una reorganización del gasto público, aseguran.

"Lo que vimos es un primer paso, pero si la gente esperaba ahora que el Presupuesto de 2016 tuviera una estructura radicalmente diferente a los últimos años, las expectativas serán defraudadas", dijo.

Villarreal añadió que tiene dudas sobre cómo cuadrará el Gobierno federal el presupuesto, pues la fusión de programas arroja ahorros administrativos.

"Probablemente sigamos teniendo un déficit, pero lo que va a ocurrir es que en lugar de que el déficit se concentre en proyectos de inversión, será un déficit primario", expresó.

La estructura programática que presentó Hacienda es apenas un proceso de consolidación de rubros de gasto y no una profunda evaluación de las necesidades y prioridades del país, refirió Juan Pardinas, director general del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).

"¿Están reduciendo publicidad oficial? No. ¿Están cuestionando proyectos de infraestructura con dudoso respaldo técnico? Tampoco. ¿Están determinando una visión de para qué recauda el Estado y en qué le regresa a la sociedad? Tampoco eso", aseveró.

Uno de los principios de la democracia, añadió, es que la autoridad justifique con argumentos los ajustes que se llevan a cabo en temas como gasto público.

Hacienda propone desaparecer programas impulsados por el PAN

Como parte de su planeación del presupuesto para 2016, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público dio “carpetazo” a los programas educativos para la construcción de infraestructura escolar y combate al bullying que emprendió el gobierno federal durante la administración del Partido Acción Nacional (PAN).

Por ejemplo, se eliminará Escuela Segura, creado en 2007 durante la administración de Felipe Calderón; y dos programas del gobierno de Vicente Fox, creados en 2001 como parte de la Alianza por la Calidad de la Educación: Escuelas de Calidad y Escuela Digna.

Según otra nota del diario 24 Horas, los tres fueron criticados desde su creación porque no cumplían con sus objetivos de propiciar las condiciones ambientales para mejorar el aprovechamiento escolar de los alumnos. Según el informe para 2013 de la Auditoría Superior de la Federación, no es posible evaluar de manera efectiva si estos programas en realidad sirvieron.

Para Escuelas Dignas, por ejemplo, la ASF encontró que el dinero no se estaba aplicando en resolver las verdaderas necesidades de las escuelas.

Escuela Segura formaba parte de la Estrategia Nacional de Seguridad “Limpiemos México”, y pretendía mejorar la convivencia en los planteles; sin embargo, a la larga resultó ser más conocido por los operativos “Mochila segura”, mediante el cual policías revisaban las mochilas para evitar el ingreso de armas y drogas a las escuelas.

Hasta 2012 habían sido incorporadas 44 mil escuelas; sin embargo, su presupuesto se fue acotando: de llegar a 2 mil 700 millones de pesos en la administración calderonista, en 2015 recibió 338.7 millones, para finalmente desaparecer en 2016, siendo sustituido por el Programa Nacional de Convivencia Escolar, que en su fase piloto ya incluye a 18 mil 500 escuelas.

“Gran parte de los recursos se destinó a mejorar la seguridad física de los planteles, a promover la protección civil, así como la prevención de adicciones. El Programa es asociado con el operativo ‘mochila segura’ y otras prácticas cuyo contenido no es de carácter educativo, y que no corresponden con la política impulsada”, justifica Hacienda.

El objetivo del programa Escuelas de Calidad era entregar recursos a los planteles y fomentar que la comunidad se organizara para distribuirlos y aplicarlos; mientras que en el programa Escuela Digna se buscaba mejorar y ampliar la infraestructura  de los planteles.

Ambos serán absorbidos por el Programa de la Reforma Educativa, que el presidente Enrique Peña Nieto anunció en agosto de 2014 y que, hasta el momento, incluye una inversión de siete mil 500 millones de pesos para mejorar la infraestructura de 20 mil escuelas.

Gobierno de Peña fortalecerá el programa Prospera

El Programa de Inclusión Social (PROSPERA) considerado como “el eje central de la política social del Gobierno de la República”, absorberá en 2016 a otro mecanismo emblemático de la Federación, el Programa de Apoyo Alimentario, como parte de la nueva Estructura Programática para el Presupuesto de Egresos del año entrante.

Ambos programas, dependientes de la Secretaría de Desarrollo Social, son considerados como prioritarios en la Cruzada contra el Hambre, puesta en marcha al inicio del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

Con la fusión de ambos programas se incrementarán sus alcances y el padrón de beneficiarios pasará de 6.1 millones a 6.8 millones, “contribuyendo a la consolidación del padrón único de beneficiarios de dicha secretaría, con acceso a un mayor número de localidades.

Se estima que habrá ahorros al reducir sus necesidades de operación; ahorros en operativos de actualización del padrón de beneficiarios, rectificación y baja, así como en el personal contratado para dichos propósitos”.

De acuerdo con otra nota del periódico Crónica, la fusión de esos dos programas busca “fortalecer el cumplimiento efectivo de los derechos sociales que potencien las posibilidades de las personas en su situación de pobreza, a través de acciones que amplían el desarrollo de sus capacidades en alimentación, salud y educación”.

PROSPERA, cuyo objetivo central es el combate a la pobreza, cuenta con presencia en el 99.4 por ciento de los municipios del país, y atiende a más de 6.1 millones de familias en 2 mil 440 municipios y 16 delegaciones en el DF.

De manera adicional, presta atención a 6.2 millones de beneficiarios que reciben becas escolares, a fin de fomentar su permanencia en la escuela, y alcanzó una meta del 105.1 por ciento en la atención de los niños que se encuentran en control nutricional con respecto a lo programado al primer trimestre de este 2015.

La adhesión del Programa de Apoyo Alimentario a PROSPERA, forma parte de la propuesta del gobierno federal para fusionar, compactar y desaparecer 246 de los mil 97 programas presupuestarios de su estructura programática, para quedar sólo en 851 de esos mecanismos.

Dicha estructura programática contiene las bases de la reingeniería del gasto Público con enfoque de Presupuesto Base Cero comprometió por el presidente Peña Nieto para 2016.

Destaca el movimiento en PROGRESA y el Programa de Apoyo Alimentario en virtud de que se trata de, quizás, los mecanismos de mayor relevancia dentro de la política social del presidente Peña Nieto, ya que forman la columna vertebral de la Cruzada contra el Hambre.

El documento enviado el martes por Hacienda a la Cámara de Diputados detalla, sólo en este rubro, que para 2016 “PROSPERA buscará posicionarse como una herramienta de combate a la pobreza superior a lo que ha significado en años anteriores”.