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En un jugoso negocio se convirtió la política mexicana
La Iglesia católica criticó el actuar de la clase política y lamentó que sea “un jugoso negocio” en el que los partidos políticos hacen de este oficio “el comercio más redituable”, donde los electores son considerados “objetos negociables” y expresó que las elecciones del 7 de junio llegan con una “vergonzosa realidad” del nepotismo.
En el editorial del semanario católico Desde la Fe titulado “Un jugoso negocio”, criticó, sin decir nombres, la opulencia en la que vive la clase política en algunas demarcaciones.
“La opinión pública se da cuenta de ilógicas e inauditas riquezas de la clase política, de júniors que presumen en redes sociales viajes y fiestas, cortesía de papá quien compite, de nuevo, por otro trienio en demarcaciones pobladas de pobres y humildes”, destacó el órgano de difusión de la Iglesia católica, según una nota del periódico El Universal.
El semanario mencionó el caso del matrimonio Abarca, en Iguala, Guerrero, al cual se refirió como el imperio levantado en un “estado pobre y atrasado”, que sólo se explica con “el encubrimiento de otros beneficiados de sus crímenes”.
El editorial destacó que a pesar de la “especialización” de las legislaciones en materia político electoral, “es más la maldad de contendientes” quienes encuentran resquicios para “empoderarse indecentemente y violar la ley defenestrando a los electores, considerados como objetos negociables de fácil uso para para la consecución de su voracidad desmedida”.
Resaltó que se llega a los comicios del 7 de junio con la “vergonzosa realidad del nepotismo” en la que “parejas imperiales, familias que viven como magnates a costa de los cargos de representación popular y por el cobijo de partidos solapadores de mafias” son los que usan los puestos para “fincar reinos monolíticos, incapaces de ceder un centímetro de poder”.
Calificó a la ciudad de México como “ejemplo icónico de la descomposición a manos de unos cuantos”, en donde los políticos, “vistos como mecenas y campeones de la caridad, en realidad son mercenarios de la pobreza y necesidades de los desvalidos, haciendo de las delegaciones del Distrito Federal otros pequeños feudos”.
En el mismo tenor, detalló que cualquier oposición política es “ilusoria”, pues quien se atreve a cuestionar corre el riesgo de “ser amenazado, golpeado y hasta desaparecido por grupos de choque leales a esas familias y parejas; un corporativismo sostenido con dinero público”. Recordó que sólo en el primer mes de campaña, en la ciudad de México se reportaron 10 incidentes por enfrentamientos.
Operan funcionarios encargados de la pobreza a favor del PRI
La titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Rosario Robles, tiene una red personal en las delegaciones de la dependencia, en las cuales colocó como subdelegadas de Desarrollo Comunitario y Participación Social a mujeres de su confianza y con experiencia en la promoción del voto. Esta área es la que en cada entidad opera directamente los programas de la Cruzada Nacional contra el Hambre y la red de comités comunitarios que administran los apoyos en las localidades.
Entre las subdelegadas hay priístas e integrantes de la organización Mexicanas Comprometidas con la Paz, fundada y dirigida por Robles en 2012, durante la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto –según consta en su currículo en la página de Internet de la Sedesol–, la cual agrupaba a unas 700 mil mujeres, declaró entonces la funcionaria.
En los actos proselitistas del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia, las integrantes de esa organización se destacaron porque eran las que en los actos públicos se acercaban a tomarse fotos con él y coreaban porras.
Una investigación realizada por La Jornada, que incluyó solicitudes de información a Infomex, encontró que en la Sedesol hay una estructura conformada por funcionarias diestras en tareas electorales, cuya cabeza es Rosario Robles, seguida por la red de subdelegadas, quienes a su vez coordinan a los promotores comunitarios, y en la base están los miles de comités que se han establecido en el territorio nacional, a través de los cuales se manejan los programas sociales. Cada una de las subdelegadas percibe salarios de director de área con la clave MA1, que en total suman 47 mil pesos de ingresos brutos para cada una.
Confirmaron lo anterior trabajadores de la dependencia que pidieron omitir su nombre, quienes reiteraron que las subdelegadas son mujeres forjadas en el trabajo político partidista. Basta un ejemplo: la subdelegada de Oaxaca, Silvia Solís, el 21 de enero de este año (según medios locales) convocó a beneficiarios de la cruzada para apoyar a los candidatos del PRI.
Según otra nota del periódico La Jornada, la organización proselitista Mexicanas Comprometidas con la Paz se presentaba en 2012 como ajena a los partidos políticos, pero suscribió los compromisos firmados por Enrique Peña Nieto: ‘‘Nos comprometemos también a promover todos los días los valores de la convivencia pacífica, del respeto, de la tolerancia, de la paz; nos comprometemos a ir a votar para hacer realidad nuestro triunfo. Así lo haremos, porque estamos emPEÑAdas en rescatar a México’’, publicó esta organización en Facebook.
Entre las subdelegadas que provienen de esta asociación están Engracia Alejandrina Vuelvas, en Jalisco, donde fue la coordinadora, al igual que de Colima; ya en 2014 tuvo denuncias porque presuntamente ofreció despensas en Zapopan, El Salto y Tlajomulco a cambio de la identificación oficial y la afiliación a la cruzada, aunque nunca se les entregaron apoyos a los que cumplieron con esos requisitos, y además se amparó para no perder una plaza laboral en el Congreso del estado.
También fueron coordinadoras estatales y asumieron en su momento el compromiso de obtener un millón de votos de mujeres a favor de Peña las funcionarias de Baja California, Nelsyn Adriana García Zavala; Campeche, Nyndira Esther Maas; Sinaloa, la priísta Cristabel Zamora; Veracruz, la también priísta Clara Luz Prieto; Zacatecas, Ana Cecilia Tapia, quien asistió a encuentros de la red y fue regidora del Revolucionario Institucional en la capital de este estado, y de Querétaro, Paulina Escobedo, diseñadora de interiores, e invitada por la secretaria Robles para participar en esa área, según declaró a medios locales.
Entre las que son priístas y están al frente de las subdelegaciones de Desarrollo Comunitario están Idalia Limón, en Tabasco. Declaró a un medio de comunicación en ese estado, el 10 de julio de 2013, que fue invitada por la titular de Sedesol para ese cargo, ‘‘ya que tuve la oportunidad de trabajar con ella directamente y afortunadamente le gustó mi trabajo; espero no defraudarla’’.
Otra subdelegada afiliada al tricolor con trayectoria como operadora política es Karina Olivas, de Baja California Sur, quien de directora de relaciones públicas del ayuntamiento de La Paz pasó a hacerse cargo de los programas sociales. Fue coordinadora de enlace con mujeres en la estructura que realizó en ese estado labor proselitista del PRI en la campaña presidencial de 2012.
En Colima está Macrina Linares, del PRI; fue regidora de Villa de Álvarez; Elisama Núñez, en Chihuahua; en el currículo que presentó a la Sedesol puso entre sus referencias personales a su jefe, el delegado José Luis de Lamadrid, uno de los operadores de la campaña electoral del gobernador priísta César Duarte.
Violeta Morales labora en la subdelegación de Hidalgo; fue candidata suplente por el Revolucionario Institucional en el distrito 18 de Atotonilco el Grande, en las elecciones de 2013. En San Luis Potosí, Norma Isabel Castro Patton, antes de hacerse cargo de los programas sociales fue directora de ventas, y en 2013 calificó a los campesinos de ‘‘flojos’’.
Por lo que hace a Aguascalientes, Rosario Tapia Macías fue coordinadora de proyectos especiales de la Secretaría de Desarrollo Urbano; era cercana a la ex delegada Norma Esparza Herrera, quien fue operadora del gobernador del estado, el priísta Carlos Lozano de la Torre. En el estado de México, la subdelegada María de los Ángeles Salazar Vázquez fue subdirectora regional del valle de México del Consejo Estatal de la Mujer y antes trabajó con la primera esposa del presidente Enrique Peña Nieto, Mónica Pretelini, según consta en su currículo.
La subdelegada en Tamaulipas, María Luisa Godoy García, es militante del PRI, y la de Tlaxcala, Alma Nydia Cano Rodríguez, en su experiencia profesional consta que fue secretaria particular del presidente municipal de Tlaxcala. Por otra parte, en Morelos, Silvia Rocío Ceja fue designada por Rosario Robles el 31 de marzo de 2014, y está a cargo, según el delegado de la Sedesol, Jorge Meade, de la entrega de 103 mil televisores como parte del llamado ‘‘apagón analógico’’.
La de Puebla, María Trinidad Barrón, presuntamente apoya a su familia a través de su cargo, ya que el 9 de febrero pasado se publicaron copias de cheques en los que se demostraba que su hermana y sobrina cobran en la delegación.
En Guerrero, en 2013 se designó a Socorro Mondragón, lideresa estatal de Mexicanas Comprometidas con la Paz, pero renunció a los pocos meses y el puesto está vacante. En declaraciones a medios en 2012, esta funcionaria dijo que la asociación tenía como meta obtener 30 mil votos de mujeres guerrerenses.
Si bien la mayoría de las subdelegadas son de Mexicanas Comprometidas con la Paz o de militancia priísta, otras son amistades. Yunuen Maldonado, en Michoacán, es amiga de la secretaria Robles; Yunuén es hija del ex alcalde perredista Samuel Maldonado, cercano a Porfirio Barbosa, oficial mayor del Gobierno del Distrito Federal durante la gestión de Rosario Robles. No hay subdelegadas en Guanajuato, Guerrero, Durango, Sonora y Nayarit; en Chiapas hay un subdelegado, Rodolfo Eligio Molina.