Oaxaca.- Con lágrimas en los ojos una joven mujer proveniente del municipio de Huautla de Jiménez denunció este jueves haber sido víctima de violación, y aunque presentó su denuncia y fue dete nido el agresor, ahora está libre.

Virginia Ortega Martínez, indicó que la noche del abuso sexual había salido de su trabajo ubicado en la Avenida Juárez, calle principal de esa población y se dirigía a su hogar, cuando fue interceptada por un sujeto, hoy identificado como Oscar Giovanni García.

Con lágrimas en los ojos narró que alrededor de las 10:25 de la noche salió de su trabajo en el municipio perteneciente al distrito de Teotitlán en la Región de la Cañada Mazateca, cuando Giovanni García la tomó por la espalda indicándole que lo abrazara y no dijera nada.

En conferencia de prensa la desesperada mujer indicó que mientras caminaban, pasó un taxista, sin embargo al no percibir ninguna anormalidad en la escena continua su camino, lo que permitió al agresor llevar a la mujer hacia una zona poco transitada, en donde se ubican tubos de drenaje.

La joven asustada refirió que preguntó al sujeto que es lo que buscaba, a lo que este respondió que lo que quería es violarla y matarla. Ninguna de las imploraciones que hizo sirvió para que no se consumara el hecho, dijo.

“…Me fue a tirar como u na basura, no podía creer lo que me estaba pasando, no sabía qué hacer, me desprendió de la ropa, la fuerza de él fue mayor que la mía y por más que intentaba defenderme me golpeó fuertemente contra el piso…”

Al mostrar las fotografías en las que se observa visiblemente golpeada, dijo que fue agredida física y moralmente, “…me desprendió de la ropa, después él se desprendió de la ropa; y aunque trate de defenderme la fuerza de él fue mayor...”

El sujeto sumamente agresivo decía mientras la golpeaba: “…ahorita mismo te voy a violar y te voy a matar…”. Tras violarla la siguió golpeando con la intención de matarla, para ello la sambutió en el agua del drenaje.

Al lograr ponerse de pie, llegaron más personas que la auxiliaron y lograron la detención del sujeto, que minutos más tarde fue e ntregado a las autoridades de ese municipio. Tras esta acción se presentó ella ante el ministerio público para presentar la denuncia, sin embargo la secretaria encargada de recibir la declaración previa le prestó poca atención.

“…Cuando yo fui a dar mi declaración, la señorita me callaba me interrumpía y no me escuchaba, me decía y en vez de atenderme, estaba con el celular; esa no es la atención que merecemos nosotros como personas…”

Por ello pidió a las autoridades que no defiendan a los agresores y que den atención adecuada a las víctimas, pues lamentablemente las cosas no han sido así. Y es que, pese haberse reconocido al agresor este fue liberado ocho días después de los hechos.