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Médicos del IMSS de Tuxtepec dejan parapléjica a una mujer indígena

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La CNDH ya investiga el caso.

Oaxaca.- La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) inició una queja de oficio para investigar presuntas violaciones a los derechos humanos, contra una mujer indígena chinanteca, que quedó parapléjica después de habérsele practicado una colecistectomía, en el Hospital General de Zona número 3, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Tuxtepec, Oaxaca.

  De acuerdo con un comunicado, el 24 de agosto de 2013, la mujer de 34 años de edad, acudió al nosocomio para ser intervenida quirúrgicamente, pero una vez que se llevó a cabo la operación, el personal médico no permitió que sus familiares la vieran, por lo que fue hasta el día siguiente en que al visitarla, les expresó que no sentía los pies y no podía moverlos. Ante la insistencia de sus parientes, el 28 de agosto de ese año, fue referida a una clínica particular, donde le comunicaron que quedaría parapléjica de por vida.

Ante ello, visitadores adjuntos de este organismo se trasladarán a ese municipio a efecto de recabar evidencia suficiente que permita acreditar la presunta violación a los derechos humanos de la señora Mendoza Hernández. Además de entrevistarse con la agraviada y sus familiares, requerirán el informe correspondiente a la autoridad de salud involucrada.

La CNDH considera que la protección de la salud es un derecho elemental para todas las personas y, particularmente, para las mujeres en estado de gravidez, quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad y no tienen satisfechas sus necesidades materiales y de servicios básicos, indispensables para su desarrollo y salud.

El organismo precisó que para contribuir a la consolidación de los derechos humanos en nuestro país, se debe garantizar el acceso de la población a los servicios de salud, pero con calidad y calidez. Tras concluir la investigación -informó- y después del análisis y la valoración de la evidencias, este organismo emitirá la determinación que conforme a derecho corresponda.

 Guadalupe Mendoza Hernández, de 34 años de edad, fue hospitalizada en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de la ciudad de Tuxtepec, Oaxaca, para ser intervenida quirúrgicamente de una colecistectomía, que consiste en la extracción de la vesícula biliar y que le fue realizada por el cirujano Edgardo González. El anestesiólogo fue Fernando Noé Romero Concha.

Transcurridas las tres horas de la operación, los familiares de la paciente solicitaron informes, sin embargo, la recepcionista les dijo que no se preocuparan, ya que era una cirugía menor y que no presentaba ningún peligro. No obstante, fue hasta pasadas las 20:00 horas que el médico les dijo que todo había salido bien, pero que no podían sacar a la paciente del quirófano por falta de cama, narró Saúl Mendoza, hermano de la afectada.

Indicó que a pesar de la insistencia ya no recibieron otra noticia y tampoco les fue permitido ver a su familiar sino hasta el día siguiente, domingo 25 de agosto, cuando el personal médico les otorgó la autorización correspondiente.

Al ver Guadalupe Mendoza Hernández a sus hermanos les comentó que “no sentía los pies” ni tampoco tenía movilidad, situación que ella había informado al médico una vez que despertó de la operación, pidiéndole además que le comentara de ello a sus hermanos, a lo cual el médico le contestó que ya tenían conocimiento, cuando lo único que les fue informado era que “la cirugía había salido bien”.

Aunado a lo anterior, y aun con las condiciones de Guadalupe, sin movilidad en sus extremidades inferiores, el director del IMSS, Fidel Ángel Galeana Esquivel, y el doctor Edgardo González señalaron a los familiares que la darían de alta, situación que no aceptaron.

 El 28 de agosto, Guadalupe Mendoza fue referida a un hospital particular ubicado en Covadonga, Veracruz, para que se le hicieran estudios de resonancia magnética, pero los médicos le dijeron que ya no podían hacer nada para que recuperara la sensibilidad y movilidad de sus extremidades, y que iba a quedar parapléjica de por vida.

Posteriormente, el 4 de septiembre, la paciente fue enviada al hospital del IMSS en Puebla, donde los neurocirujanos confirmaron que por el tiempo de evolución no había ningún manejo quirúrgico que ofrecer, ya que el pronóstico de recuperación con cirugía transcurridos 12 días es nulo, por lo que la paciente fue trasladada nuevamente a su unidad de envío, a fin de que se iniciara su rehabilitación.

Ante la insistencia de los médicos de dar de alta a Guadalupe, los familiares tomaron la decisión de acudir a las oficinas del delegado estatal del IMSS, en ese entonces Luciano Galicia, para solicitarle que fuera atendida en algún otro hospital de la institución, y por ello fue internada en el Hospital Rural “O” número 18 de Huajuapan de León, Oaxaca, para recibir terapia de rehabilitación.

 “Es evidente la negligencia médica y falta de responsabilidad en la que incurrieron los médicos, pues al haberse dado cuenta del error cometido debieron enmendarlo de manera inmediata y practicado el drenado de sangre, como nos lo hicieron saber en el hospital de Puebla, así no se hubiera quedado parapléjica”, comentó con tristeza Saúl, el hermano de Guadalupe Mendoza.

 La indígena chinanteca es madre soltera, tiene una hija de 11 años, su labor era de costurera con muchas ganas de salir adelante, y ahora vive en la desesperación mirando las paredes de su humilde hogar, por lo que solicita la intervención del gobernador del estado, Gabino Cué Monteagudo; del Congreso local y de la Comisión Nacional de Derechos Humanos para que la apoyen y se le haga justicia.

Con información de El Universal y Radio Fórmula.

 

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