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Tras los devastadores incendios forestales llegaron las peores inundaciones en décadas a Australia
Cientos de personas fueron rescatadas de inundaciones que han aislado docenas de poblados en el estado más poblado de Australia, Nueva Gales del Sur, y obligado a miles de personas a evacuar sus hogares, mientras unas lluvias históricas seguían anegando la costa este del país.
Unas 18.000 personas habían evacuado zonas inundadas en Nueva Gales del Sur para el lunes, y los servicios de emergencias temían que hasta 54.000 personas pudieran verse desplazadas, dadas las previsiones de que los aguaceros continuaran hasta el miércoles.
Del total de evacuados, 15.000 pertenecen a la costa norte-central del estado de Nueva Gales del Sur, en donde han caído 900 milímetros de lluvias en los últimos seis días, mientras que otras 3.000 son residentes de barrios en el oeste de Sídney, según explicó la jefa del Gobierno del estado de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian.
Treinta y cinco poblaciones en Nueva Gales del Sur quedaron aisladas y los servicios de emergencias hicieron más de 700 rescates, indicó al Parlamento el primer ministro, Scott Morrison.
“En este momento damos gracias porque no se hayan perdido vidas por ahora”, dijo Morrison. “Pero los cimientos debilitados de edificios, carreteras y trenes, todo crea riesgos, al igual que los tendidos eléctricos derribados y la subida del agua”.
Las inundaciones también han perturbado el transporte urbano, obligado a cerrar unas 200 escuelas y aislado algunas localidades en la costa norte-central de Nueva Gales del Sur, por lo que el Ejecutivo australiano no descarta el despliegue del Ejército si los Gobiernos regionales así lo requieren.
Hace un año, buena parte de Nueva Gales del Sur quedó calcinada por incendios forestales sin precedentes tras años de sequía.
Algunas de las mismas zonas se veían ahora inundadas por las mayores precipitaciones en 50 o 100 años en esas zonas.
Hasta 38 partes del estado fueron declaradas zonas de desastre natural, indicó la primera ministra de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian.
“No conozco ninguna época en la historia de nuestro estado en la que hayamos tenido esta rápida sucesión de fenómenos climáticos extremos en medio de una pandemia”, dijo a la prensa. “De modo que son tiempos difíciles para Nueva Gales del Sur”.
“Nos estamos preparando para una semana muy difícil”, dijo la jefa del Gobierno de Nueva Gales del Sur, el más poblado de Australia, al destacar que hasta el momento no se han registrado muertes ni heridos graves.
Miles de personas se vieron afectadas por 40 alertas de inundación y 20 órdenes de evacuación a lo largo de la costa del estado y en el oeste de Sydney. Algunas casas quedaron sumergidas y destruidas, y varias poblaciones se quedaron sin electricidad.
Los aguaceros seguirán planteando un riesgo considerable el martes para la costa centro-norte del estado, donde se esperaban las peores inundaciones desde 1929.
Las poblaciones a lo largo del río Hawkesbury también esperaban las peores inundaciones en la zona desde 1961.
El director nacional de servicios contra inundaciones de la Oficina de Meteorología, Justin Robinson, describió los chaparrones como “un episodio de inundaciones muy significativo para Nueva Gales del Sur”.
“Llevo 20 años trabajando en previsión de inundaciones en la oficina y estas son probablemente las peores inundaciones que he experimentado”.
En el vecino estado de Queensland, fronterizo con Nueva Gales del Sur, también se siente el embate de las lluvias torrenciales y se temen inundaciones catastróficas esta semana.
Por el momento no se conoce la magnitud de los daños de las inundaciones en Nueva Gales del Sur, pero el director ejecutivo del Consejo de Aseguradoras de Australia, Andrew Hall, indicó que sus empresas afiliadas han recibido 5.000 reclamos, según la cadena local ABC.
Con información de AP, EFE.