Aún antes de asumir el control formal del Poder Ejecutivo, Morena, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y sus dirigentes quieren que nadie los contradiga.

Eso se está viendo cuando el Tribunal Electoral del Estado de Oaxaca (TEEO) decidió que el Partido Morena estará sobrerrepresentado en el Congreso de Oaxaca, por lo que consideró un error del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (Ieepco) haberle asignado 7 diputados plurinominales y los redistribuyó a los otros partidos.

Con esa decisión, al PRI le correspondieron 3 diputaciones plurinominales más para Jorge Toledo Luis, María del Carmen Ricárdez Vela y Alfredo Delgado Cervantes.

Al PAN, PRD, PVEM y Panal, les corresponderá un diputado para Fernando Huerta Cerecero, José Francisco Niño, Félix Márquez Olivares y Bersahín Azael López López, respectivamente.

A Morena se le cayeron Ericel Gómez Nucamendi, Arcelia López Hernández, Freddie Delfín Avendaño, Rocío Machuca Rojas, Emilio J. García Aguilar, Karina Espino Carmona y Alejandro López Bravo.

De representante a vocero

En la sesión del TEEO saltó de inmediato que el magistrado Raymundo Wilfrido López Vásquez estaba maiceado por Morena, pues anunció que votaría contra la ponencia del magistrado Víctor Manuel Jiménez Viloria, porque se basaba en teorías falsas que llevaban a conclusiones falsas.

La queja era porque, según él, las coaliciones no deben considerarse como partidos, sino asumir que los partidos van de manera independiente en las elecciones, aunque vayan coaligados, por lo que no se debería considerar que haya sobrerrepresentación de Morena.

También pidió que se pospusiera la votación de la ponencia y fuera entregada a otro magistrado para su mejor tratamiento, sugiriendo, sin decir, que él debería ser el magistrado ponente.

Con esa actitud, Wilfrido López Vásquez se sumó a los vencedores de la pasada elección, pasando de ser el magistrado propuesto por el PRD para el cargo a fines de 2015, para ser ahora el vocero de Morena en el TEEO.

La ira

Pero quienes peor se vieron fue el representante de Morena ante el Instituto Nacional Electoral (INE), Flavio Sosa Villavicencio, y la propuesta superdelegada de López Obrador cuando tome el Poder Ejecutivo, Nancy Ortiz Cabrera, quien sigue actuando como dirigente estatal de Morena, al denunciar que el PRI pretendía ganar en la mesa lo que no ganó en las urnas.

Ambos anunciaron que pelearán las diputaciones que perdieron ante la Sala Xalapa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPDF).

Arrebatos

Ayer mismo, en el INE, Ciudad de México, el representante del Partido del Trabajo (PT), Pedro Vásquez González, denunció en documento oficial que Morena había inscrito a sus candidatos con las siglas petistas, por lo que realmente tendría sobrerrepresentación en la Cámara de Diputados federal.

Aclaró que sólo en su partido, sin pasar por los procedimientos estatutarios, 35 candidatos de Morena se habían inscrito para competir por el PT, cuando realmente debían estar inscritos por Morena.

Tramposos

En Oaxaca ocurrió otro tanto, pero lo peor fue el juego de Morena de registrar como coalición Juntos Haremos Historia a 24 candidatos en el estado de Oaxaca, dejando fuera al distrito 01, de Acatlán.

Era y fue un garlito, porque yendo por separado sabían que perderían a manos del candidato priista, pero con esa jugada pensaron que engañarían al espíritu constitucional federal que impide la sobrerrepresentación de los partidos.

El Ieepco sí les permitió el engaño y les entregó las 7 diputaciones plurinominales, pero la farsa se estrelló en el TEEO, donde se las quitaron y las repartieron entre los partidos subrrepresentados.

Ahora irán a la Sala Xalapa, donde los magistrados federales decidirán si aprueban los engaños de Morena o se decantan por el espíritu constitucional, confirmando lo que el TEEO decidió, y en su momento también lo hará la Sala Superior del tribunal electoral federal.

Mientras tanto, en Oaxaca, Flavio Sosa, Nancy Ortiz, quedarán rumiando su coraje y la descargarán contra los magistrados Víctor Manuel Jiménez Viloria y Miguel Ángel Carballido Díaz, quienes los pusieron en su lugar, por lo que muestran su verdadera cara, la del PRI autoritario de los años 60 y 70, con las mismas canas que su líder nacional, el viejo Peje y su caterva de cabecitas blancas.