¡Que conste,... son reflexiones!
- Sócrates A. Campos Lemus
No se crea que hablamos por envidia, tampoco por resentimiento, pero nos ha parecido una “ligera extravagancia”, de los políticos que se consideran “Yo soy totalmente Palacio”, el que Marcelo Ebrad, tan cuidadoso en los detalles y tan escandalizado cuando le tocan “los pelos de la burra”, se haya presentado en la Cámara de Diputados a reclamar, luciendo un reloj Rolex de oro que está valuado, según calcula el dirigente del PRI, al que le encantan los relojes de lujo y los compra a placitos y abonos chiquitos, en cuando menos 14 mil dólares. Y quién puede negar que tal ex funcionario que ha brincado del PRI, donde era un brazo operativo de Carlos Salina de Gortari, al que abandona y traiciona, para irse con su moribundo jefe, Manuel Camacho Solís, a la “oposición”, alentando el crecimiento de Andrés Manuel López Obrador con recursos públicos, obtenidos de los fondos del gobierno capitalino, se pueda dar esos extravagantes gustos a los que ahora, vemos, muchos perredistas, están tan acostumbrados: Buena mesa, buenos vinos, mejores joyas, viajes y viejas o viejos… total, ellos: “Creen que lo valen.”.
Y quién se atrevería a criticarle, cuando el hermano de don Carlos Salinas de Gortari, Raúl, se exhibe con los vehículos de lujo con los que le captan los fotógrafos de la socialité. No creo que se pueda comentar entre los políticos y funcionarios alguna crítica sobre los lujos en vestimenta, vehículos o joyas de ellos y de sus señoras o señores…. Ya saben, eso de los destapes, está cabrón en este país, ya no se sabe con quién se trata y no es que pretendemos criticar o marginar a los que tienen el libre uso de sus derechos en las preferencias sexuales, no, lo que pensamos es que hay tales incongruencias que, ya, nadie sabe si en las luchas políticas solo se verán las vendettas políticas o las vendettas amorosas entre contrincantes, en este país…
Después de sesudas investigaciones, así como se vienen descubriendo las transas y robos a la nación de parte del famoso “carnal”, ahora, después de meses y como consecuencia del terror y del horror ocasionado por la que dicen, es la jefa de jefas, en Iguala, del grupo delictivo que eliminó o secuestró a los 43 estudiantes de la escuela normal rural de Ayotzinapa en Guerrero, se viene descubriendo que los funcionarios que rodeaban a Ángel Aguirre Rivero, el ex gobernador que dejó su palacio en Chilpancingo abandonado, son una mafia destinada a robar y robar en serio, y es así que la Procuraduría General de la República, detiene a su hermano y a varios parientes y colaboradores a los que se finca un robo, a los fondos del gobierno de Guerrero, que se supone son de los guerrerenses y destinados a obras y servicios para ellos, por más de 250 millones de pesos, más lo que se acumule. Y no me vengan con el cuento de que no sabía don Ángel, con todo el colmillo que ha tenido en la política y en la “administración” pública. La verdad es que muchos gobernadores ponen a sus parientes de confianza para que establezcan la línea de robos y fraudes o el manejo de contratos amañados para que en los bolsillos de la familia se manifiesten los ingresos y no se tenga el peligro de que se le vaya la boca algún funcionario resentido y que no está en el ajo de los robos y de las corruptelas, a lo mejor, por esa razón, el “dirigente” de los empresarios en México, ilustre oaxaqueño que no tiene empresas, ahora, alega que “ya los mexicanos estamos cansados de que salgan a la luz los escándalos de robos y de corruptelas de funcionarios y políticos”, alegando que, esto, desprestigia al país… sí chucha, la neta es que a lo mejor siente pasos porque ya saben muchas autoridades los manejos y arreglos que tienen sus familiares y él mismo, con el nivel de compadrazgo con el gobernador y con otros gobernadores. A lo mejor esos gobernadores no han comprado casas en el extranjero como lo ha hecho otro de los pillos que ha tenido que soportar Oaxaca, una entidad totalmente empobrecida no por la gracia de Dios, sino por la acción de sus gobernícolas y de sus funcionarios y políticos que se han enriquecido en forma escandalosa… Sí, claro que a todos nos choca el que se diga que los mexicanos son corruptos, pero no somos todos los mexicanos, hay que aclarar que, los corruptos y rateros, son los políticos, funcionarios, empresarios sin y con empresas, banqueros y financieros, es ahí donde está la verdadera delincuencia organizada. Los mexicanos somos víctimas, señor dirigente de los empresarios, de esos maleantes y gobernantes escondidos en la política o en el empresariado y los grupos financieros que son los que nos roban y cometen las tropelías en contra de todos… esa es la pura verdad. Utilizan los recursos y fondos públicos para hacer sus negocios privados… y solamente bastaría que se hiciera una revisión de los miles de millones de pesos faltantes en las arcas de un estado como Oaxaca o de otros, total, la “verdadera delincuencia organizada” es la que dizque gobierna esas entidades… Hay muchas casas en juego, no de juego.