Oaxaca.- Dados los altos índices de violencia ejercidos en contra de las mujeres, el vicecoordinador parlamentario del PRD, Horacio Antonio Mendoza presentó la iniciativa que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley Estatal de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, misma que pretende una adecuación jurídica con la ley general, en la que se precise el acoso sexual como forma de violencia. 

 “El objetivo de esta ley es ampliar la definición de violencia sexual, considerando como violencia laboral la exigencia de pruebas de gravidez e imposición de requisitos sexistas en la forma de vestir, entre otros”, indicó el Legislador perredista. 

Antonio Mendoza argumentó que esta Iniciativa también prevé que las órdenes de protección puedan ser otorgadas por los jueces penales y/o familiares, así como por el ministerio público, aún sin que exista un proceso jurisdiccional previo, “es urgente y necesario aplicar estas adecuaciones en la ley, puesto que vemos con frecuencia que los actos de violencia y discriminación hacia las mujeres ha ido en aumento, siendo éstos, delitos graves que atentan contra su integridad tanto física como psicológica”.

En este sentido, manifestó que también se requiere abordar este problema desde un enfoque de la salud pública, lo cual permitirá atender en lo individual a la mujer, así como los factores de riesgo que favorecen la violencia como el factor cultural, los estereotipos, el sistema patriarcal anquilosado y las condiciones de interés por el poder, “el desarrollo humano de un País no puede alcanzarse si no se tiene en cuenta la participación de las féminas y uno de los factores fundamentales para avanzar en este proceso es lograr que hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades de intervenir en los ámbitos público y privado, sin discriminación de género”. 

El legislador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) expuso que de ninguna manera se debe permitir que las mujeres sigan siendo objeto de tratos inhumanos, “no podemos permitir que los golpes, las amenazas, las humillaciones, los insultos, incluso la muerte, sigan siendo el común denominador de sus relaciones interpersonales, debemos poner un alto a la violencia y la discriminación”, enfatizó. 

Asimismo llamó a la sociedad y a los distintos órganos e instancias de gobierno a conjuntar esfuerzos para que las mujeres del Estado tengan acceso a una vida plena, en la que la exclusión y discriminación no sigan representando un obstáculo para su desarrollo, “difícilmente estaremos en posibilidades de crear una sociedad más igualitaria si no somos capaces de erradicar la amenaza reprobable de la violencia hacia las mujeres, todas las instancias y poderes de gobierno debemos ser partícipes de una nueva forma de convivencia entre mujeres y hombres, en la que prevalezca la tolerancia y el respeto, necesitamos trabajar  en la creación de una cultura de prevención de la violencia y la discriminación de género”.