Las perspectivas de la ovinocultura en México son alentadoras, se ha logrado un destacado avance en la mejora genética de los borregos con la inseminación artificial, además disminuyeron las importaciones, según el Organismo de la Unidad Nacional de Ovinocultura (UNO).

La cuestión es que se redujeron las compras al exterior de cárnicos de ovino en 60,000 toneladas en 2002, a sólo 11,000 en 2014.

Esto, aseguró, es resultado de la organización de productores y del respaldo otorgado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y las autoridades estatales.

Acerca del mejoramiento genético, en 2014 se inseminaron alrededor de 100,000 ovinos y, en 2015, se prevé llegar a 120,000.

 UNO señaló que la carne de ovino tiene una creciente demanda, ya que se caracteriza por ser magra (baja en colesterol), con alto contenido de proteínas.

 El sector de pequeños rumiantes tiene cada vez mayores espacios dentro de las políticas públicas de los gobiernos federales y estatales, y esto se ha obtenido debido al esfuerzo de los productores y al acompañamiento que han tenido para el desarrollo de sus actividades.