El presidente nacional del PAN, Gustavo Madero Muñoz, celebró la noticia del PRD para sumarse al proyecto para de echar abajo en la próxima Legislatura la Reforma Fiscal, que de acuerdo a los blanquiazules, ha afectado la economía de millones de familias mexicanas.

El PAN informó que durante la comida mensual de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), donde estuvieron líderes de las tres principales fuerzas políticas, Gustavo Madero aseguró que así se tendrá el número suficiente de diputados para sentar al Gobierno a analizar esta reforma.

"Estamos muy entusiasmados de que el primero de septiembre estaremos para ver cuáles han sido los efectos tóxicos de esta reforma y cómo los podemos corregir", señaló, según un parte informativo de la agencia Notimex.

Madero planteó a los empresarios, que las modificaciones fiscales deberán promover la inversión, los empleos, ser simple de calcular y contribuir, pero sobre todo combatir la desigualdad.

"La desigualdad es un tema que debemos hacernos cargo los mexicanos, pues tenemos una sociedad donde es uno de los grandes problemas y el origen de la propia violencia que sufrimos en nuestro país", advirtió.

El líder blanquiazul dijo que el Presupuesto Base Cero no es posible hacerlo, porque el 85% está comprometido y sólo se puede negociar sobre el 15%, lo cual es un margen pequeño, y aunque se pudiera realizar, no se deben generar expectativas que no se puedan cumplir.

Destacó que México tiene todas las condiciones para crecer y el único problema que se debe erradicar son los malos gobiernos y las malas políticas públicas.

El líder de Acción Nacional aseguró que trabajan en la lógica de lo que denominó "C4", el cual comprende colaborar, combatir, competir y construir ciudadanía.

Explicó que en el Gobierno o fuera de él, el PAN defiende lo mismo y por eso decidió colaborar con otras fuerzas políticas para sacar adelante la agenda de reformas pendientes mediante el Pacto por México.

Afirmó que la Reforma Fiscal es tóxica; y combate las malas prácticas como el fraude electoral y la utilización de recursos públicos para ganar elecciones en estados como Veracruz, donde se denunció y no pasó nada.

Destacó que la sociedad no castigó al PAN, ya que de 2012 que era tercera fuerza electoral pasó a empate técnico con el PRI a nivel nacional.

El panista hizo un llamado a los empresarios a colaborar también en la construcción de ciudadanía así como en las relaciones que marquen agendas para que la sociedad avance.

Por su parte, Carlos Navarrete líder nacional del PRD se comprometió con Madero Muñoz, ante los representantes de esta cúpula empresarial, a que los futuros diputados federales revisen los efectos de la reforma fiscal.

“He hecho un compromiso público que los diputados electos del PRD en junio, que revisen los efectos nocivos de la reforma hacendaria”, apuntó Navarrete, al tiempo de señalar “no va bien el país y el gobierno se muestra incapaz de retomar la iniciativa y de corregir el rumbo”.

Necesaria mayor intervención del Estado en la economía

El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, indicó que la ruta para salir del estancamiento económico es aumentar la influencia del Estado para la creación de una política industrial, en donde el gobierno genere sinergias con la iniciativa privada para el desarrollo del sector.

La estrategia del presidente Enrique Peña Nieto es una vuelta de página a la doctrina económica preponderante en las últimas dos décadas, en la cual se consideraba nociva la intervención gubernamental “y había que dejar que las fuerzas del mercado fueran las que determinaran cuáles son las industrias ganadoras, y cuales no deben seguir existiendo”, dijo el responsable de la Hacienda pública en la Convención Nacional de Industriales según una nota del diario 24 Horas.

Agregó que desde 1980, cuando el gobierno mexicano comenzó a alejarse de su política “intervencionista”, México ha registrado un estancamiento económico anual de 2.4% en promedio, y una cifra negativa en la productividad de (-) 0.6% por año.

“Esa doctrina era parte de lo que se conocía en ese entonces como el Consenso de Washington”, explicó. “Esa ‘moda’ se descartó, y hoy en todas las naciones, si pensamos en Corea, China, también en Francia o Estados Unidos, Alemania o Brasil, se hace política industrial”.

La política que sugiere la actual administración federal, aclaró, no es la política industrial de los años 70, que ejercía el antiguo régimen priista con un Estado dueño de los mecanismos de producción, sino una estrategia en donde el gobierno hará “equipo” con la iniciativa privada.

En concreto, el secretario de Hacienda se refirió a la Ley para la Productividad y Competitividad, aprobada por el Senado y que será promulgada próximamente por el Presidente. “Lo primero que dice esta ley es que debe haber una política industrial, una política de fomento económico, con alcance de largo plazo y de Estado, en horizontes de 20 años”.

Dicha legislación prevé la creación de un comité integrado por sectores productivos, como la Canacintra, para definir la estrategia de fomento económico para que sean vinculantes para las dependencias del Ejecutivo federal.