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Operativo federal no frena violencia en Guerrero
Once cadáveres decapitados, semicalcinados y con huellas de tortura fueron abandonados sobre la carretera Chilapa-Ayahualulco, en el municipio de Chilapa de Álvarez, Guerrero.
De acuerdo con una nota del diario 24 Horas, el hallazgo se dio a no más de dos horas de distancia de Iguala, donde el gobierno federal mantiene activo el operativo de seguridad por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Son alrededor de 157 kilómetros y sólo dos meses los que separan los hechos del 26 de septiembre, donde seis personas fueron asesinadas, del ataque de esta madrugada en el que usó la violencia extrema contra jóvenes de entre 20 y 25 años.
El 8 julio pasado seis personas fueron asesinadas en dos hechos; en uno de ellos se encontraron cuatro cuerpos dentro de una cajuela. El 4 de agosto de este año el hijo del alcalde de Chilapa, Francisco García.
Dirigentes de organizaciones civiles se pronunciaron por el grave mensaje que este hallazgo implica debido a que es el gobierno federal el que ha asumido la seguridad en esa región, y pese al despliegue de las diferentes fuerzas de seguridad estos hechos siguen ocurriendo.
“Este nuevo caso del hallazgo de 11 cadáveres decapitados es un mensaje más de que aún y con todas las fuerzas (de seguridad) que hay en el estado, es insuficiente”, lamentó Isabel Miranda de Wallace, presidente de Alto al secuestro, tras el anuncio del presidente en Palacio Nacional.
A través de las redes sociales, Francisco Rivas Rodríguez, presidente del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) acusó que no concuerdan los anuncios oficiales con hechos que impactan a nivel internacional.
“Mientras nuestras autoridades aseguran que se reducen los delitos, es muy triste ver en medios internacionales la noticia de 11 decapitados de Chilapa (…) Guerrero, está en crisis así como Tamaulipas, Michoacán, Veracruz y el Estado de México. No todo el país está en llamas pero en algunas zonas urge apoyo”, lanzó el activista.
Ayer, a través de un escueto comunicado, la Fiscalía General del estado indicó que se había iniciado una averiguación previa por el asesinato de 11 hombres decapitados, quienes presentaban heridas por arma de fuego.
Según el parte oficial, el hallazgo se dio en el crucero de la carretera estatal Chilapa-Ayahualulco, luego de una denuncia anónima. En el lugar se localizaron varios cartuchos percutidos de armas de grueso calibre, según versiones recabadas, se utilizaron cartuchos para rifles AK-47 y AR.15.
Las cabezas de las víctimas no han sido localizadas. Hasta el cierre de esta edición, los cadáveres no habían podido ser identificados, y se desconocía el móvil del crimen.
Atrae el caso la PGR
La Procuraduría General de la República (PGR) atrajo la investigación del homicidio de las 11 personas, informó el encargado de despacho de la Subprocuraduría de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo, Rodrigo Archundia Barrientos. Los cadáveres serán trasladados a la ciudad de México para practicarles exámenes de ADN.
Según otra nota del periódico La Jornada, el titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, sostenía un encuentro con el gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, donde de acuerdo con funcionarios de la dependencia federal dialogaban sobre la atracción del caso y temas relacionados con la violencia que afecta esa entidad.
Elementos de la Agencia Criminal de Investigación, encabezados por su titular Tomás Zerón de Lucio, llegarán a Chilapa de Álvarez para revisar el asesinato y decapitación de 11 personas en dicho municipio guerrerense.
Chilapa es disputado por dos grupos criminales
De acuerdo con el alcalde Francisco Javier García González, el enfrentamiento ocurrió entre integrantes de dos grupos de la delincuencia organizada que se disputan el control de Chilapa, para realizar sus actividades: Los Rojos y Los Ardillos.
Chilapa es una población estratégica, pues conecta a la región Centro con la Montaña de Guerrero, la ruta para el trasiego y producción de droga.
Según otra nota del periódico El Universal, los hechos ocurrieron ente las comunidades de El Paraíso y Santa Catarina, enfrente del local de venta de materiales “Tlacoxtla”; sin embargo, los cuerpos fueron encontrados en un camino de terracería que conduce a las localidades de Ayahualulco y Los Amates, aproximadamente a 100 metros de un módulo de la policía municipal, sobre la carretera Chilpancingo- Chilapa; a un lado de los cadáveres se encontró un mensaje.
“Se dio la captura de una persona joven, los elementos encontraron armas de grueso calibre, algunos cartuchos, algunas granadas. (…) En todo momento hemos tenido el apoyo solidario del Ejército”, señaló el edil priísta en conferencia de prensa en Chilapa; además, agregó, que en el lugar se encontraron “diversos” casquillos de armas de grueso calibre.
El sujeto detenido por elementos de la policía municipal y del Ejército es originario de Oaxaca, de acuerdo con un parte de la Secretaría de Seguridad Pública y enviado a la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) en Guerrero, con sede en Chilpancingo; la instancia federal atrajo la investigación del caso.
El edil mostró un documento en la conferencia fechado el 20 de octubre, donde los integrantes del cabildo de Chilapa solicitaban al presidente Enrique Peña Nieto reforzar la seguridad del ayuntamiento, cuatro días después de que la regidora perredista Diana García Flores fue secuestrada cuando se dirigía a la Universidad Tecnológica de esa localidad.
El documento fue respondido por la federación el 22 de octubre y aunque, según el alcalde, pidieron apoyo para que elementos de la Policía Federal —sobre todo de la Gendarmería arribaran a Chilapa— sólo un destacamento llegó para ayudar a los elementos de la policía municipal.
El hallazgo en Chilapa provocó sicosis en el municipio. Los pobladores, al igual que en julio, cuando en tres días consecutivos integrantes de grupos delictivos se apoderaron de la ciudad para protagonizar enfrentamientos y matanzas, se aterrorizaron al grado de que cerraron negocios, suspendieron clases y piensan no participar en la festividades religiosas del lugar, que tendrán lugar en próximos días.
Ante esta situación, el munícipe solicitó a la población “que sea prudente, que tenga cuidado de andar de noche en las calles”. Admitió también que la disputa por el territorio que mantienen cárteles del narcotráfico en Chilapa, lo ha “sobrepasado”.
En el mensaje que colocaron junto a los cuerpos decapitados se señala que los asesinados pertenecen al grupo Los Ardillos, un grupo local que se encarga de la siembra y distribución de estupefacientes en la región Centro, con mayor presencia en Quechultenango.
Del 9 al 11 de julio los ciudadanos de Chilapa vivieron días de terror por enfrentamientos que dejaron como saldo 14 muertos; en el primero caso, que ocurrió el miércoles 9 en el centro, fueron asesinados siete presuntos delincuentes, un policía y un taxista.
Tras dos días de balaceras, el primero entre sicarios y el segundo entre éstos y policías estatales, había toque de queda tácito.
En lo que va de la actual administración federal no se tenía registro de decapitados en Guerrero; el caso más reciente fue en octubre de 2011, cuando dos cabezas humanas fueron abandonadas en una hielera en un centro comercial de Acapulco.