México, DF.- El Poder Judicial del Estado de Oaxaca, determinó entregar a una menor de 15 años a sus padres que la vendieron a un supuesto abogado que vive en la Ciudad de México.

Sus padres vendieron a su hija originaria de San Juan Copala, en la zona indígena triqui por la cantidad de 40 mil pesos, denunció la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO).

El Sistema DIF Oaxaca, confirmó el ingreso de la menor al albergue de la institución estatal, como parte de la resolución mientras se revisa el caso por parte del Poder Judicial.

Presuntamente la hija pertenece a un grupo de personas desplazadas de San Juan Copala, pero "debido a que su madre y padre tenían una deuda de 40 mil pesos por servicios de "protección jurídica" con Basilio Ramírez, supuesto abogado, la iban a entregar a este como pago".

Lo anterior ocurrió en agosto de 2013, cuando iba a ser entregada, su  hija escapó y buscó a sus paisanos, quienes le dieron refugio.

Sin embargo, María Juana Santiago y Margarito Cruz Aguilar (padres de la menor) demandaron ante un juzgado de lo familiar, para iniciar un juicio de controversia y custodia provisional o definitiva, por lo que la semana pasada obtuvieron la entrega de su hija, sin que la juez  considerara los antecedentes del caso, los cuales manifiestan la existencia de un riesgos para la niña.

Por lo anterior la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca emitió la medida cautelar para que girara instrucciones a la Juez Segundo de lo Familiar para que considerara el riesgo existente en la entrega de la niña a sus padres.

El pasasdo lunes 3 de marzo se reiteró la medida cautelar, en atención al riesgo de que la niña fuera llevada a la Ciudad de México en contra de su voluntad.

La medida provocó que una decena de indígenas triquis, del grupo de desplazados al cual pertenecen los padres de la niña, se manifestara ante la sede de la DDHPO.


Usos y costumbres
 

• La venta de niñas y mujeres con fines de casamiento, en algunas comunidades indígenas de Oaxaca, es una práctica que no ha sido erradicada del sistema de usos y costumbres, lo que vulnera los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, indicó la directora del Instituto de la Mujer Oaxaqueña.