La pandemia como anillo al dedo para la política en México. Sacrificio para el pueblo.
- Jorge E. Franco Jiménez
Semana difícil para México y Oaxaca en que la pandemia cabalga en lo plano y las curvas de matemáticos y científicos mientras los sectores políticos de la cuarta transformación y los opositores lo hacen sin medias tintas según lo afirma el presidente, pues o se está con el cambio o en su contra, contexto en que ambos navegan, bajo la visión de que la emergencia les cayó como anillo al dedo.
El campo de la contienda política lamentablemente se está librando en el sacrificio de la salud pública, la vida de muchos mexicanos, el deterioro de la economía familiar, el incremento del índice de pobreza, el angustia a largo plazo del pueblo de México vinculado a su deterioro emocional y seguir desamparado por parte del Estado-gobierno que está demostrado que los derechos humanos solo existen formalmente en la Constitución, pero que los principios que los caracterizan, como el de progresividad, esta funcionando al revés en los rubros citados, así como en los de seguridad pública, justicia y bienestar económico.
La confrontación política encausada y encapsulada en dos bandos por el Gobierno Federal bajo la premisa de “divide y vencerás” esta funcionado, motivando las alianzas partidistas que han sido dominantes y sus satélites coyunturales con el objetivo aseguran de equilibrar el ejercicio de la división del poder. La crítica del Presidente López Obrador arropado en la cuarta transformación, el financiamiento de sus proyectos publicitados, puestos en marcha durante la pandemia, vinculadas al mensaje contra el conservadurismo, incentivó a los gobernadores de varios estados, partidos políticos en reconstrucción o diezmados, la sociedad civil, periodistas, empresarios, médicos, enfermeras y trabajadores del sector salud que no reciben lo necesario para prestar sus servicios en situación de riesgo, padres de menores que no reciben los medicamentos para el tratamiento del cáncer de sus hijos, a resaltar los aspectos negativos que atribuyen a las políticas públicas inflexibles del ejecutivo que califican de antidemocráticas y centralistas y crear un frente común.
En este entorno cho o nueve gobernadores han hecho uso de las facultades constitucionales que les confiere la autonomía de su régimen interno para tomar decisiones sanitarias y económicas adaptándolas a las peculiaridades de cada entidad, poniendo énfasis en las contradictorias medidas y providencias decretadas por la autoridad sanitaria federal. La respuesta política hacia el gobernador de Jalisco no se hizo esperar y a pesar de la pandemia se dieron marchas y protestas agresivas con motivo de la muerte de un joven en manos de la policía municipal; la policía tuvo que actuar y se dieron actos de exceso del uso de la fuerza pública, factor que recrudeció la irritación de los grupos involucrados.
El gobernador de Jalisco culpo de la revuelta a personaros del gobierno federal al asegurar que algunos venían de la ciudad de México lo que tuvo una respuesta poco republica del ejecutivo al estimar que se denigraba a la figura la figura presidencial. Sin embargo, en la Ciudad de México se dieron hechos similares a los de Guadalajara de marchas agresivas e intervención policiaca con abusos por parte de las fuerzas de seguridad; cuestión que impulsó otra protesta violenta con severos daños en la zona de Polanco sin que intervinieran las fuerzas del orden para no caer en “provocaciones” se argumentó.
Mientras tanto el Presidente López Obrador iniciaba su gira para inaugurar las obras magnas proyectadas en el sur sureste de México que están siendo criticadas por comentaristas y en las redes sociales considerando que se distraían recursos públicos que por razones de prioridad debían ser destinados a la salud pública que franquea una etapa difícil de insuficiencia, misma que requiere de apoyos bastantes e inmediatos para insumos e instrumentos de protección para el personal sanitario y una difusión transparente de la evolución de la epidemia.
Las corrientes políticas, las no simpatizantes de la cuarta transformación, periodistas censurados, los desengañados, entre otros, han aprovechado la confrontación inducida para proponer una alianza amplia que posibilite recuperar el equilibrio del ejercicio del poder en la próxima elección de diputados federales, locales y presidentes municipales que se percibe ha rebasado los límites constitucionales al pulverizar al Congreso de la Unión y una mayoría de legislaturas locales originando una disfunción del sistema federal Mexicano y la inconformidad justificada de gobernadores y sectores afectados.
De ahí que la pandemia en México efectivamente cayo como anillo al dedo al sector político con varios efectos útiles para cada contendiente. Uno de ellos la polarización entre los representantes de la cuarta transformación y los sectores sociales, económicos y políticos concentrándose en dos frentes; otro es el distractor, la población se centra en la serie de mensajes difundidos en todos los medios, en favor y en contra del gobierno y de la cuarta transformación, mientras el coronavirus destruye vidas, salud y economía de los mexicanos; otro es que ha estimulado un frente que se retroalimenta no solo la inconformidad, sino el enojo y la ira, secuela del aislamiento social, perdida de empleos, pobreza y falta de apoyos; el presidente a pesar de ello fortalece sus aspiraciones, y la inflexibilidad de sus determinaciones le reditúa una baja de popularidad que aun no es representativa para impactar su poder político, pero que sí trascienden a la del partido que lo llevó al poder.
El panorama político se instrumenta bajo una situación de caos, consecuencia de la falta de legitimación del poder para comunicar y convencer con la corroboración de la realidad con resultados tangibles del manejo de la pandemia: igual situación ocurre con la oposición, de manera tal que se mantiene al gobernado en la desinformación mediática que lo ubica en la incertidumbre y la distracción con hechos como los expresados, resaltando el comunicado apócrifo dado a conocer en palacio nacional acerca de un complot político para que Morena pierda, en el próximo proceso electoral, involucrando a diversos componentes públicos, privados y de comunicación.
Lo objetivo es que la política se impone como valor para hacerse o mantenerse en el poder mediante el sacrificio de la salud, vida, patrimonio y futuro de muchas familias mexicanas, bajo la hipótesis actualizada de que la pandemia cayó como anillo al dedo para los fines de la cuarta transformación y de la oposición fragmentada de para buscar inhibir la mayoría parlamentaria de morena y erosionar la hegemonía presidencial. El rumbo y resultado de esta inducida controversia tendrá como necesaria consecuencia la necesidad de fincar responsabilidades por el manejo de la pandemia, la seguridad publica y la veracidad de la información oficial que no puede jurídicamente tocar al Presidente López Obrador.