Elección de diputados federales. Gobierno y legitimidad
- Jorge E. Franco Jiménez
El proceso de elección de elección de diputados federales en Oaxaca, en la etapa de las campañas de los candidatos propuestos por las diversas y contaminadas tendencias políticas, es cada día más complejo,ante una ciudadanía desconfiada, crítica, desesperanzada, que no ve propuestas de acciones concretas y homogéneas para regenerar las deterioradas condiciones de vida y bienestar de la población; ello está causando justificada preocupación en la militancia de los partidos políticos en lo individual y en las agrupaciones adherentes o de simpatizantes que ven que los planes de acción e ideología han sidoabandonados, para arropar intereses sectarios.
El pacto político que impulsóel Presidente Enrique Peña Nieto, útil en principio para el proyecto de reformas sexenales, tuvo un efecto negativo al interior de los principales institutos políticos, aliados con el Revolucionario Institucional, como el de la Revolución Democrática, el de Acción Nacional, incentivando la formación de corrientes que se pronunciaron en contra de las innovaciones constitucionales y legales que derivaron del acuerdo de las cúpulas, bajadas a sus bancadas al Congreso de la Unión, y que al separarse debilitaron su membresía.
En este panorama influye en el ánimo del electorado, que losdivulgados resultados favorables de las reformas, como la energética, no se materializan en los temas de seguridad, economía, salarios, poder adquisitivo y desarrollo, paradójicamente, se están reflejando en sentido inverso, como la inseguridad que se mantiene y se hace presente de manera impactante en Jalisco, Guerrero, Colima, Guanajuato; las finanzas se han deteriorado, trascendiendo al bolsillo de los mexicanos,la moneda se devalúa, el desarrollo se estanca; en oposición las notas de alarma en los diversos medios de comunicación acerca de cínicos actos de corrupción e impunidad aumentan y provocan el desengaño ciudadano en el gobierno del Revolucionario Institucional.
Para el pueblo de Oaxaca, la elección de sus representantes populares, no se avizora prometedora, pues lo que se escucha, es un conjunto de expresiones de los candidatos, sin compromisodefinido; como elemento común, los partidos políticos favorecen, con mensajes subliminales quereprochan los actos de los periodos en que tuvieron el ejercicio del poder, un espacio que distrae la atención del electorado, obstaculizandoque oriente el sentido de un sufragio debidamente razonado, con publicidad que solo le provocairritación y desorientacióne impulsan un voto que no contribuye a la incorporación de legisladores que atiendan y se ocupen de la problemática del pueblo al que representan.
Las diputados federales en funciones en las últimas legislaturas, se ha pregonado, que lograron presupuestos históricos para Oaxaca, sin embargo, esos dineros aun no logran que los sectores de la población tengan una muestra tangible de su aprovechamiento social, los constructores locales se quejan de que no se da oportunidad de participar en obra pública, y los que logran alguna, que no se les paga por la falta de liquidez en las arcas públicas; algunos empresarios están cerrando fuentes de trabajo, los resultados legislativos federales y locales no han impactado de modoconveniente en la población.
La dispersión política ha perjudicado, el ejercicio de gobierno, en el orden Federal y en el Estado de Oaxaca, como lo confirma lo que estamos viviendo en la actualidad, fenómeno que se origina, entre otras causas, como secuela de la alternancia y la emigración de grupos de miembros de un partido a otro, asícomo de las alianzas, bajo el esquema de un pacto que no llega a traducirse en un sistema efectivo de compromiso semiparlamentario, sino en una manifestación informal de lo que antes eran la izquierda, centro y derecha del Revolucionario Institucional que, como práctica, se agotóa partir del 2000.
Ese efecto se reprodujo en Oaxaca a partir del dos mil diez en que una coalición, equivalente a un pacto de convenidos rencores políticos y económicos, accede al poder, produciendo la consabida desbandada posterior que debilito el ejercicio de gobierno, el cual quedó imposibilitado para satisfacer los objetivos de lo ofrecido, como el desarrollo compartido, respeto a los derechos humanos, transparencia, honestidad, democracia, educación, salud y apertura.
La disputa por las diputaciones en esa visión, no tiene un objetivo social general, sino eminentemente político en Estado de Oaxaca, sembrar posiciones de apoyo para influir y sustentar las próximas candidaturas de los que están aspirando a gobernarlo, de manera tal, que el número de diputados que obtengan los partidos incidiráen las posibilidades del candidato ganador, proceso en el cual el actual titular de Ejecutivo, estáadquiriendo preponderancia en la decisión, cuya fuerzadependerá de esta elección, en un alto porcentaje.
De ahíque en el Estado es importante para cada corriente política preponderante y para el propio ejecutivo, la cohesión que se dé a su interior, de los pactos o alianzas y del candidato que propongan; en este panorama el Partido Revolucionario Institucional, no se ocupóde llenar el vacío político que derivóde la fractura en las fuerzas que llegaron al poder en este sexenio, obstruidopor el conflicto local entre los cotitulares de su estructura, asunto que se tornóirreversible e inoportuno.
Estas experiencias que objetivamente se aprecian, deben ser motivo de reflexión responsable con el objeto de que el voto que emitamos en lo referente a diputados federales, y en la siguiente de gobernador, se haga con vista en aspirantes que formulen propuestas de acciones concretas, comunes y conformes a las bases ideológicas de sus partidos, de forma tal que se evite la incertidumbre de otroperiodo de gobierno que no tenga como fuente, un poder articulado para coordinar a los Oaxaqueños, vinculado al principio de la legitimidad como presupuestodemocrático.
La disyuntiva es permanecer o en orientar, con el voto, posibles opciones comprometidas con el interés general de los sectores sociales de Oaxaca.