¡Que conste.. son reflexiones!

  • Sócrates A. Campos Lemus

       Sin duda alguna todos los mexicanos estamos escamados de lo que sucede en la política, nos indignamos de la opulencia y el descaro en la que viven algunos privilegiados que se han enriquecido gracias a sus posiciones políticas y al uso y abuso de los presupuestos públicos. Todos sabemos de funcionarios en los estados que de estar casi en la quiebra, después de algún tiempo, en los puestos y presupuestos públicos, no solo han salido de los problemas, sino que llegan a la opulencia y al descaro, al cinismo y a la provocación, al exhibir sus fortunas y al descarar sus usos y costumbres en la vida cotidiana. En un estado pobre, totalmente empobrecido no por su gente sino por sus políticos y funcionarios como es el estado de Oaxaca, donde el dispendio y la corrupción  ya son la constante de la vida diaria, no dejan de sorprender los funcionarios y sus familiares que exhiben cínicamente sus usos y sus abusos que les permite el poder y el enriquecimiento, gracias al uso y abuso de los presupuestos y bienes públicos para hacer sus negocios privados. Hoy, sin duda alguna, generan escándalo las fotografías exhibidas por la hija del Secretarios de Desarrollo y Turismo en Oaxaca, José Zorrilla, donde posa con rifle, al cazar a un ciervo en algún lugar, donde los costos, son sin duda alguna, prohibitivos y que se llevará el trofeo para la exhibición en su casa o bien en algunos de sus hoteles y bienes que ha adquirido en la actual administración.
         Es claro que en muchos casos no se castiga el delito, se castigan los escándalos, los escándalos son terribles cuando el cinismo llega, al igual que la impunidad, a manifestarse en todas las actividades de los funcionarios y políticos que utilizan los puestos y los presupuestos para enriquecerse, hacer sus negocios privados y no servir a la sociedad como debería de ser. Así las cosas, cada día, se acumulan más odios y se promueven más distancias y conflictos entre los ciudadanos y los políticos, a los que ya nadie les cree ni les tiene confianza. Oaxaca linda entre la extrema pobreza donde vemos las tragedias de la desocupación, la miseria extrema, la discriminación y el analfabetismo, la marginación y la insalubridad, pero donde también vemos a la “casta divina” de los gozadores y abusadores del poder político o que se enriquecen y solucionan sus fortunas para muchas generaciones. Así, los grupos de poder, se van polarizando y los oaxaqueños ya no creen en el trabajo sólido sino que, también, buscan entrar a esa corriente de los puestos y presupuestos no para servir, sino para servirse, ya que todos entienden que no hay justicia, ni investigaciones que valgan, hay poder e impunidad para continuar robando y abusando del poder y del presupuesto. Así, los ricos se vuelven cada día más ricos y los jodidos cada vez más jodidos, empobrecidos y lastimados por la marginación, el desempleo y el robo de sus recursos y fondos públicos que, en vez de destinarse a las obras y servicios de los más necesitados, paran en los negocios de un grupito de “políticos” y funcionarios que siguen en la impunidad y el cinismo.
         Algunos me pueden señalar que no importa que el hijo o los hijos se hagan presumir de sus viajes, de sus viejas, de sus derroches, de sus gustos por la opulencia, todos quisiéramos que nuestros hijos lo pudieran hacer, efectivamente, es cierto, pero el derroche en la miseria y la pobreza extrema no solamente es un pecado, es una terrible manifestación de cinismo e impunidad, de brutalidad política y de falta de valores éticos y humanos, y si esos son los hijos de los funcionarios, ya pensamos cómo piensan éstos en las actuales condiciones, porque los hijos, solamente son el reflejo de los pensamientos y actos de los padres…
         Cuando uno no piensa en los graves y serios problemas de los demás, cuando no se tienta el corazón para poder servir y ayudar a los que menos tienen, no debe uno ser político ni funcionarios, debe ser comerciante, banquero, empresario, pero cuando empresarios mediocres y venidos a menos utilizan los fondos y recursos públicos para hacer y mejorar sus negocios privados, la sociedad debería demandar una seria investigación para ver la evolución de sus fortunas y del uso y del abuso que han logrado en la “administración pública” para aumentar sus caudales. Esto es muy claro en cualquier estado que condiciones de pobreza extrema y de abusos del poder que dejan, cada trienio o sexenio, una gran cantidad de funcionarios enriquecidos y en la impunidad. Ya es tiempo de poner un freno a los abusos y a los cinismos de cualquier político, no importando el nivel que tenga ni los compromisos y relaciones o sociedades y complicidades que les una con los mandatarios estatales, ya hace falta hacer un frente para poner freno a la impunidad y la corrupción, a menos que queramos que, el país, se hunda en la violencia.