¡Que conste,...son reflexiones!
- Sócrates A. Campos Lemus
Ya estamos en los días donde nos hacemos promesas, muchas de ellas jamás la cumplimos, pero, las hacemos. Los mexicanos aprendimos de los políticos, prometer no empobrece ni cuesta nada. Así que todos deseamos que no se nos aparezca un contratista de alto nivel como el señor Hinojosa del Estado de México, donde tiene sus empresas y contratos multimillonarios, originario de Tamaulipas, curiosamente, que genera una gran cantidad de préstamos incobrables y multimillonarios a los cuates de los cuates o a las señoras, no sea que nos convenza y aceptemos cualquier casita de varios millones de pesos o de dólares. Claro que no queremos que se nos ponga un poste en el camino después de una parranda, como a los delegados del DF, conduciendo camionetas “prestadas” por contratistas y cuates, alegando que no hay fijón, y claro que, jamás, pisan el “torito”, porque ellos son intocables, deseamos que no nos cachen con otras camionetas prestadas por otros contratistas, como si ellos no pudieran poner a nombre de algún familiar los vehículos que, finalmente, utilizamos como nuestros, incluso, los podemos destruir que para eso están asegurados y hay la seguridad de que jamás buscarán a los responsables de las pedas y de los escándalos que para ello somos miembros de los partidos políticos intocables que han logrado hacer las transas con el presidente, al aprobarle, las “reformas estructurales” que lo han catapultado a los cielos, allá, en los “Unites Estates”, donde lo adoran…
Prometemos jamás estar cerca de los “políticos narcotraficantes” que son los que controlan la política y muchas regiones del país, sin tener la autorización de los mandos, y prometemos no hacer pendejadas ordenando matazones de chavos, ya que ven los escándalos que provocan para que los aparezcan o, cuando menos, declaren los responsables, miembros de las policías políticas del Estado, dónde se pueden encontrar. Prometemos, no estar en la política en éstos momentos, y menos, estar afiliados a los partidos que no gozan de credibilidad ni de confianza por parte de los ciudadanos a pesar de que el gobierno utilice los fondos públicos para que, grupito que los manejan, operen para hacer grandes negocios privados.
Prometemos no dejar de pagar los impuestos para que los miembros de la alta burocracia no dejen de percibir sus salarios dignos de los más importantes funcionarios empresariales o banqueros con los que están asociados y que se coloque en riesgo a los Estados y Municipios que han utilizado más de quinientos mil millones de pesos en préstamos con la banca privada y que nadie sabe a dónde fueron a parar, pero hay que pagarlos, porque los mexicanos, primero “muertos que quedar mal con los bandidos banqueros y con los corruptos políticos”, esto pone en riesgo no solo la estabilidad del “estado de derecho” sino que también, la estabilidad política y empresarial de todos los municipios y estados donde se han realizado tales transas, y los mexicanos, como buenos ciudadanos, no podremos dejar de cumplir los compromisos, porque se pone en duda el “buen nombre de México” y no lo podemos permitir, por ello, hemos soportado, durante casi cien años, la “dictadura perfecta” que controlan los políticos dándonos atole con el dedo, pensando en que, vivimos, en una democracia…
Prometemos no poner en duda lo que nos digan los curas y los políticos, menos los banqueros que cuando nos hablan de estabilidad saben de lo que hablan, ya que el pueblo de México está sumido en la ignorancia y la guevonería y no sabemos de lo que se tratan las cosas de la alta política. Así entendemos que, las cosas de Dios y las cosas del “César”, casi son iguales, y que los dos esquemas, son potencias políticas y económicas que se deben proteger para proteger a los curas, olvidando que algunos, solamente algunos, son pedófilos, rateros o transas, ya que su cercanía con los miembros de la alta burocracia o los altos niveles políticos y empresariales, les contaminan. Por esa razón, prometemos no fijarnos en que algunos gobernantes como el de Puebla o el de Oaxaca, Michoacán con su cónsul, Estados de México, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Chiapas, Guerrero, Hidalgo y los demás que conforman el país, son una atajo de mensos y rateros o corruptos, pero prometemos, Dios Mío, no involucrarnos en cosas que no conocemos porque tenemos que aceptar nuestro destino, y aguantar, como machos, las chingas que nos colocan.
En fin, prometemos ser files y no voltear a ver a viejas o viejos que nos alegren el ojo, no tragaremos de más lo que nos hace engordar, no gastaremos y ahorraremos en los bancos, no especularemos con los fundos financieros haciendo competencia a Harp, Slim o a Roberto, en fin, seguiremos viendo a televisa y contratando a Telmex, pagando a la CFE y aceptando los gasolinazos…. Promesas, son promesas.