¡Que conste,...son reflexiones!

  • Sócrates A. Campos Lemus

     Si por alguna razón, por no estar informado de lo que sucede o porque simplemente su señora no le ha reclamado que le aumente el gasto, o porque está muy interesado en la reconstrucción de la izquierda y el encuentro o desencuentro entre Cárdenas y Navarrete, o porque está metido en el análisis de los cambios que propondrá el  presidente para “que no se vuelva a repetir un caso como el de Iguala!”, o en fin, porque está viendo los partidos atrasados de la liguilla o los del campeonato mundial que le grabara su señora mientras usted estaba con los cuates, no sabe que la inflación en este país se debe nada más, sin albur, por los aumentos al chile,  jitomate y cárnicos, como si la gente del pueblo, del sufrido y jodido pueblo, pudiera gastar en cárnicos, en jitomates y chiles… la verdad es que ya no se ni qué pensar…
Y MIENTRAS ASÍ ESTÁN LAS COSAS, no hay duda de que debemos de pensar EN EL ESTADO DE DERECHO, y para ello reproduciré algo que comenta Joaquín López Dóriga en su columna del día 25 de noviembre en el diario Milenio: “Uno de los grandes pendientes de México y de los temas más repetidos en los discursos oficiales a lo largo de años es el del estado de derecho”.
“¿Qué debemos entender por ese repetido ESTADO DE DERECHO? Pues algo tan elemental como el que todos tengamos las mismas oportunidades ante la vida y ante la justicia, donde no haya excepciones y la impunidad no sea el común denominador; el tener un país en el que no haya mexicanos de primera y de segunda, y que la seguridad y la certeza jurídicas sean la norma, no la excepción”.
“A LO LARGO DE AÑOS HE APUNTADO QUE ESE AÑORADO ESTADO DE DERECHO COMO TAL NO EXISTE EN MÉXICO, PORQUE DE SU AUSENCIA SE SIRVEN LOS PODEROSOS”         .
“El ciclo perverso inicia y corre a partir de las policías, coludidas con el crimen organizado, como hemos confirmado dolorosamente en Iguala; sigue con los órganos de PROCURACIÓN DE JUSTICIA, que son todo menos eso, como se aprecia con sus agentes ministeriales y todo el aparato de las mal llamadas procuradurías de justicia: sigue con el sistema judicial, que en mala hora impidió la supervisión ciudadana para convertirse en un  poder por encima de todos los demás poderes y de la sociedad que solo acepta su propia supervisión; el sistema penitenciario que en México se ha reducido a cambiarle el nombre a los penales hasta atreverse a llamarlos CENTROS DE READAPTACIÓN SOCIAL, en un sistema donde eso, la readaptación, no existe y las cárceles son universidades del crimen y refugio de bandas desde donde siguen operando; y las mismas leyes, desde las garantías constitucionales que protegen más al criminal que a la víctima”…
Y si bien Joaquín sugiere que es la gran oportunidad para que el Presidente Peña Nieto opere e imponga el ESTADO DE DERECHO, DEJANDO DE SER DISCURSO PARA CONVERTIRSE EN REALIDAD,  CREEMOS QUE SERÍA LO IDEAL Y LO DESEABLE POR TODOS LOS MEXICANOS, a pesar de que lo lógico es que caigamos en lo mismo y sigamos en el discurso y en la promesa, porque como el mismo Joaquín señala: “EL ESTADO DE DERECHO COMO TAL NO EXISTE EN MÉXICO, PORQUE DE SU AUSENCIA SE SIRVEN LOS PODEROSOS” y los poderosos están en el gobierno y por ello hablan de ese estado, pero no les conviene aplicarlo, porque si lo hicieran, seguramente, se tendrían que meter a la cárcel, dejar todas sus propiedades porque son mal habidas, tendrían que dejar su forma de ser para convertirse en funcionarios de honestidad y medianía con eficiencia y esto es, podríamos decir, un verdadero milagro que no lo puede hacer ni la virgen de Guadalupe, menos, lo podrá hacer, a pesar de sus buenas intenciones para reparar los daños que le afligen en su mandato el presidente Enrique Peña nieto; que no nos engañe, debemos ser realistas y para hacer los cambios debemos reconocer la realidad, como diría otro ilustre maestro orgullosamente mexiquense, el Dr. Gustavo Baz Prada. Y si reconociera la realidad, tendría que dar para atrás a las famosas reformas pactadas con los pillos que, ahora, vemos, son dirigentes de los partidos políticos y que generan las tragedias como la de Iguala. Antes, como dirían los buenos, los de izquierda ponían los muertos, perseguidos y encarcelados, hoy, los provocan, tal como lo vemos en el Distrito Federal, Guerrero, Michoacán y Oaxaca… si esto será el estado de derecho, mejor déjenos como estábamos, que estábamos mejor cuando estábamos peor…