Al final de la campaña política de Enrique Peña Nieto, llegó uno de mis queridos amigos que es editor en el Estado de México y al conocer mi postura y los críticos artículos que publicaba, me declaró: “Muchos piensan que Enrique Peña Nieto es blandito, que por su forma y postura de ser parecería un niño bien sin mano dura, pero se equivocan. La mejor demostración que tiene de su fuerza y determinación, comentaba mi amigo con admiración hacia su amigo que se perfilaba como el próximo presidente de México, es lo que hizo cuando evitó que los zapatistas llegaran a contaminar el movimiento en Atenco y la aplicación de la fuerza para terminar con ese movimiento”. Él me recomendaba que cambiara mi forma crítica ante el candidato y me recomendaba que  me acercara con el próximo presidente de México,” porque no podrás evitar que lo sea y es mejor tener amigos que enemigos”. Le agradecí su recomendación y le explique que  en materia de convicciones y de ideas no doy mi brazo a torcer y que si tenía que sufrir la “represión” de ese candidato y de su equipo de gobierno, pues ni modo, no creía ser tan importante como para que me tomaran en cuenta y  representará un peligro cuando ellos sostenían que eran la fuerza del país… el nuevo PRI

         Me decía que tenía que optar por manejarme  como editor y empresario, pero la verdad es que los amigos, por mucho que se les quiera, no deben tratar de cambiarnos y es mejor aceptarnos tal como somos, así como aceptamos y les respetamos tal como son, independientemente de que no coincidamos en la forma de actuar y de manifestarnos.

         La realidad es que al escuchar el nuevo tono de los discursos y los reclamos del presidente Peña Nieto, de verle la transformación radical de su cortesía por la mano dura y la “defensa de su proyecto de nación”, nos provoca miedo y temor de que el famoso nuevo PRI, deje la careta y acepte la máscara de los represores. Felipe Calderón la mostró con cinismo y gozando del apoyo de los gringos a los que servía, no le importó que el país se llenara de sangre y de tumbas. El buscó el apoyo norteamericano y lo logró y les ha servido para encubrir la matanza y el baño de sangre en el país y encubrir los más de veintidós mil DESAPARECIDOS, según las cifras oficiales y los más de 32 mil según los cálculos conservadores de las organizaciones. Así que Peña Nieto, además de sus propios conflictos y problemas tiene que cargar con los muertos de Felipe Calderón y de las agencias norteamericanas, pero además carga con los miles de desaparecidos de ese macabro y sangriento gobierno. Así que más espanta que el genocida de Calderón, con absoluto cinismo, declare que, “tal vez, el gobierno de Peña Nieto, está ocultando y deformando los números de la violencia y que hay más asesinatos y más desaparecidos , que no controla la violencia ni  controla a los grupos delictivos y que, además, que hay una gran corrupción en todos los niveles de la administración”…así que Felipe Calderón, genera las matazones y esconde las manos manchadas de sangre y llenas de recursos de la corrupción, pero, como el ladrón de pueblo o de mercado, va gritando: Agarren al ladrón…

         Así que cargando muertos y tumbas que no son las suyas Peña Nieto amenaza con “aplicar la fuerza de la ley” para imponer el “estado de derecho” que le reclaman los grupos que tradicionalmente son los que violentan los derechos y garantías de los mexicanos. Los comerciantes y “empresarios” hablando por sus líderes que son los que no tienen empresas, pero hacen la política por medio del acercamiento de sus compadres los gobernadores con los que hacen las labores de coyotes y negocios, exigen que impongan el orden, y es darle el respaldo para que se muevan los elementos de la represión que generará mucha más violencia, tal como se vio en Atenco…. Muertes, reprimidos, perseguidos. Entierro, encierro o destierro es la famosa mano dura y “estado de derecho” que reclaman los que siempre han explotado al pueblo de México, y si el presidente les hace caso, con seguridad, la represión será de tal violencia que abarcará los estados de Guerrero, Veracruz, Michoacán, Puebla, Oaxaca, Chipas, donde la protesta social está canalizándose hacia los movimientos radicalizados ante la falta de soluciones de parte de los gobernadores que son los verdaderos enemigos del presidente y de los priístas, por si no se han dado cuenta.

         Curiosamente, los estados más violentos y luchadores en contra de su gobierno se dan con los gobernadores salidos de las alianzas, donde los partidos de oposición están contra su partido y contra él…. Si no se da cuentan, los servicios de seguridad fallan o están ciegos…y solo se busca justificar nuevas matanzas y represiones.